El cielo con las manos
El Presidente tuvo su foto soñada junto a Trump y Musk. La victoria republicana en Estados Unidos refuerza la idea de que viene un mundo diferente y Milei quiere ser parte del diseño de la nueva agenda global
Milei en los tiempos de Trump
Outsiders, de modos brutales y populistas, divisivos, diseñadores de una idea de antipueblo que identifican con las élites, ambos presidentes han sabido interpretar, catalizar y exacerbar el fastidio, el malestar y el desasosiego de las mayorías populares
Campaña basura
En Estados Unidos los discursos electorales han escalado en virulencia y ferocidad. La guerra cultural que enfrenta a republicanos y demócratas habla de un país fracturado por emociones irreconciliables. Cualquiera sea el resultado de los comicios, ese cisma se sostendrá y profundizará
La política en los tiempos digitales
El estilo del momento se potencia con un discurso violento, plagado de insultos, descalificaciones y amenazas. La identificación de los enemigos y la agresividad ocupan el espacio central de la conversación pública
Hay grieta para rato
Milei trabaja para profundizar la polarización. Lo mueve la ilusión de que los espantos del pasado lo protejan de eventuales desencantos entre sus votantes. A puro pulmón logró instalar a CFK en escena. Ella acepta encendida el desafío de la confrontación. Es el juego que más le gusta jugar
La verdad de la milanesa
Macri está ofuscado y ese enojo se traslada al PRO. El ex presidente parece dispuesto a ejercer su poder de fuego. El aliado hasta aquí incondicional empieza a tomar distancia
La culpa es del otro
La clase política en su conjunto salió a desmarcarse de responsabilidades y tomar distancia de los números de pobreza que causan espanto
La política en estado líquido
Las identidades partidarias se diluyen, los alineamientos devienen difusos y el oficialismo pesca voluntades en ese mar revuelto
La maldición de las palabras
Los líderes populistas montados sobre la insatisfacción, la desigualdad y el descontento utilizan las formidables herramientas de comunicación de este tiempo para instalar implacables discursos de odio. La naturalización de lo aberrante hace el resto
Son de manual
La virulencia discursiva se ha acelerado de manera exponencial. La utilización de narrativas divisivas, acusaciones generalizadas y la animalización de los oponentes como parte del discurso presidencial permea al resto de la dirigencia y se potencia en el día a día minando la confianza comunitaria