Del relato K a la batalla cultural
La detención del senador Edgardo Kueider con más de USD 200.000 no declarados en la frontera con Paraguay complica la narrativa libertaria. Demasiada desfachatez o impunidad para los tiempos que corren
Un presidente blindado
La imagen positiva de Milei se mantiene en alza al compás de la baja de la inflación, la estabilidad del dólar, el estrechamiento de la brecha cambiaria y la disminución del riesgo país. El Gobierno avanza sin reparar en detalles ni delicadezas
Cuanto mejor, peor
Lejos de relajarse y gozar de las mieles del momento, las delicias del éxito, endiablan al presidente Milei
El cielo con las manos
El Presidente tuvo su foto soñada junto a Trump y Musk. La victoria republicana en Estados Unidos refuerza la idea de que viene un mundo diferente y Milei quiere ser parte del diseño de la nueva agenda global
Milei en los tiempos de Trump
Outsiders, de modos brutales y populistas, divisivos, diseñadores de una idea de antipueblo que identifican con las élites, ambos presidentes han sabido interpretar, catalizar y exacerbar el fastidio, el malestar y el desasosiego de las mayorías populares
Campaña basura
En Estados Unidos los discursos electorales han escalado en virulencia y ferocidad. La guerra cultural que enfrenta a republicanos y demócratas habla de un país fracturado por emociones irreconciliables. Cualquiera sea el resultado de los comicios, ese cisma se sostendrá y profundizará
La política en los tiempos digitales
El estilo del momento se potencia con un discurso violento, plagado de insultos, descalificaciones y amenazas. La identificación de los enemigos y la agresividad ocupan el espacio central de la conversación pública
Hay grieta para rato
Milei trabaja para profundizar la polarización. Lo mueve la ilusión de que los espantos del pasado lo protejan de eventuales desencantos entre sus votantes. A puro pulmón logró instalar a CFK en escena. Ella acepta encendida el desafío de la confrontación. Es el juego que más le gusta jugar
La verdad de la milanesa
Macri está ofuscado y ese enojo se traslada al PRO. El ex presidente parece dispuesto a ejercer su poder de fuego. El aliado hasta aquí incondicional empieza a tomar distancia
La culpa es del otro
La clase política en su conjunto salió a desmarcarse de responsabilidades y tomar distancia de los números de pobreza que causan espanto