Algo de imaginación, camaradas
Los socialistas del siglo XXI ratifican como enemigo al fascismo, tal como hace casi un siglo. Pero, entonces, ¿de qué fascismo se trata?
Universidades: la revolución pendiente
El Gobierno inicia un conflicto con el Establishment universitario al intentar recortar una partida fiscal
“Derecha”, ‘gorilas” y vaciamiento del Peronismo
Los cambios en el lenguaje de un líder o de una fuerza política permiten acceder a procesos de transformación en curso que no se quieren explicitar cabalmente
Elecciones en EEUU: el gran divorcio
Un deslizamiento hacia una polarización ideológica inimaginable hace apenas dos décadas explica la recurrencia de un lenguaje bélico en la escena política que pone crecientemente en duda la vitalidad de aquellos valores y prácticas comunes sin los cuales la república democrática tiende a autodestruirse
Perón visto desde la derecha
¿Cuál era su relación real con todo aquello que suele incluirse, a veces equívocamente, bajo ese rótulo?
La Generación del 80 ¿fue liberal o conservadora?
Son curiosas las formas disímiles con que nuestra historiografía ha calificado a la significativa etapa que va de 1880 a 1916: desde “República liberal y mercantil” hasta “orden conservador”
Pensar lo nuevo es pensar de nuevo
No sabemos todavía cuál será el destino de la Presidencia actual. Pero sabemos que la agenda planteada está con nosotros para quedarse. Y ello traerá consecuencias inexorables en la conformación futura de la oferta política
Consenso o decisión: la falsa alternativa
Existen no más de dos o tres actores de primer plano en el escenario político que tengan algo de “pueblo” detrás suyo
Protoperonismo: motivos, autores y resultados de la Revolución del 43
La Revolución del 43 fue una dictadura militar en Argentin.a iniciada con el golpe de Estado del 4 de junio de 1943, que derrocó al gobierno del presidente Ramón Castillo, último de la llamada Década Infame, debido al fraude electoral y corrupción sistemáticas
El destino de las “democracias blandas”
La diferencia entre la “blandura” y la “fortaleza” de una democracia pasa por su capacidad de retener el monopolio de la coacción que compete al Estado y sin el cual éste se convierte, con mayor o menor rapidez, en un Estado fallido