Dolarizar: algunas reflexiones para Cristina Fernández de Kirchner
La mirada de la expresidenta, junto a un conjunto de dirigentes políticos relevantes para la economía argentina, solo reafirma la imposibilidad de avanzar en la construcción de una entidad creíble, independiente y respetada por los agentes económicos
¿Estamos cerca de dolarizar?
Algo más que revertir la alta inflación. La experiencia de otros países
Dolarizar: animarse a pensar una economía distinta
La mayoría de los países con los que compartimos fronteras no sufren inflación desmesurada ni devaluaciones sistemáticas de sus monedas
La extinción de la clase media argentina
De los viejos tiempos en que la Argentina competía en nivel de ingreso con los EEUU y Europa, a la decadencia del presente, donde 40% de la sociedad percibe al Estado como generador de bienestar
La dolarización es necesaria en la Argentina
La indisciplina fiscal y monetaria que ha mostrado el país a lo largo de los años han sido una estafa para la sociedad. Por qué dolarizar sería una “bala de plata” para la clase política
Bomba monetaria en puerta: el stock de Leliq podría llegar a más de $24 billones en las elecciones del próximo año
La mayoría de los analistas económicos y financieros saben que hay una montaña de deuda en pesos que sigue creciendo día tras día, pero que se desconoce cómo se desactivará
Dolarizar sí es un camino posible
Existe un conjunto de economistas reacios a plantear un escenario de cambio de moneda para la Argentina, pero es un necesario para lograr la estabilización en los próximos tiempos
Dolarizar para empoderar a la sociedad
La Argentina está inmersa nuevamente en una crisis terminal, porque inexorablemente se sale con más pobreza
Desinflación: ¿con o sin dolarización?
Argentina es actualmente la tercera economía mas inflacionaria del planeta y desde la creación de nuestro Banco Central, en 1935, hemos logrado tener inflación de un digito únicamente en 8 años, sacando la caja de conversión de los ‘90
Este viernes empieza la guerra contra la inflación
Todas las medidas que tomó el Gobierno no tienen sentido y forman parte de un conjunto de iniciativas aisladas, descoordinadas e inútiles, que no solo no logran su objetivo de bajar la inflación, sino que al contrario la dinamizan
