(ATR) Luego del anuncio por parte del COI en 2016, las realidades cambiaron. El surf, el karate y el skate se insertaron en el mapa olímpico y eso fue un cimbronazo de sensaciones para este trío de disciplinas poco visibles en Argentina. Llegaron los cambios estructurales, el apoyo económico, su reconocimiento. Debieron reorganizar su calendario, y el año cambió de prioridades. La principal tomó nombre propio: los Juegos Panamericanos Lima 2019. Éste como el primer escalón para alcanzar su meca, los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
La inclusión de estos tres deportes en el programa olímpico significó un cambio positivo e importante para la estructura del deporte nacional. La Agencia del Deporte (ente regulador nacional) debió reorganizar sus prioridades y comenzar un trabajo distinto con ellos.
Hasta el momento ninguna de ellas recibía apoyo económico, y a partir de este hecho un grupo seleccionado de atletas comenzó a recibirlo: una beca, acceso al Centro de Alto Rendimiento, financiación de los viajes, tanto para competencias como para entrenamientos, concentraciones con los equipos nacionales y capacitaciones con nuevos entrenadores.
ESPERANZAS EN EL SURF
El surf en modalidad tabla corta tiene tres atletas clasificados para Lima 2019: Santiago Muñiz, Leandro Usuna y Ornella Pellizzari. Además en la modalidad SUP estarán Juliana González y Franco Faccini, que si bien no es deporte olímpico, si se convirtió en disciplina panamericana, por lo que también ingresaron a la órbita de la Agencia.
Para estos cinco atletas, y otros cinco deportistas más que no clasificaron, pero igualmente forman parte de la selección, sus realidades cambiaron. De tener que salir a buscar sus propios sponsors para financiarse la carrera, pasaron a poder realizar concentraciones por el país y por el mundo para nutrirse de nuevos aprendizajes. Sumado a que la organización, repercusión e inversión en las cinco fechas del Tour argentino se elevó, sumando nuevos fanáticos. Además les proveen entrenadores especialistas, sesiones de surf y viajes pautados, como el arribo a Lima diez días antes del comienzo de los Juegos Panamericanos para aclimatarse y conocer las características de la ola.
"Sumado a la beca, nos dan un apoyo para viajar a entrenar, como este viaje previo a Lima, que es una buena estrategia para la competencia ya que vamos a conocer de lleno la ola", explica Ornella Pellizzari, quien se clasificó a los Juegos Panamericanos tras salir sexta en el Panamericano 2018. "Nuestra realidad cambió. Si bien sigo entrenando por mi cuenta y eligiendo cuándo y dónde competir, contar con el apoyo de la Agencia nos permite tener ciento por ciento del foco en el surf y no estar preocupados por el financiamiento y el armado de los viajes según nuestros sponsors", dice Pellizzari, quien a sus 31 años se muestra en forma y confiada en clasificar a Tokio 2020.
"De a poco vamos abriendo el camino. Es impresionante ver como el surf crece en el país y que nosotros podamos aportar nuestro granito de arena", señala Santiago Muñiz, campeón del mundial 2019 de Japón a un diario local. "El apoyo de a poco va creciendo y poder soñar con clasificar a Tokio es un sueño", resume Muñiz, quien junto con Leandro Usuna competirán por el único pase a los Juegos Olímpicos que dará Lima.
"Hay un semillero de nuevos surfistas muy buenos, eso tenemos que fomentar. Ahora nosotros estamos en el ciclo olímpico, ya empezamos a ver los pasos para clasificar, e iremos heat a heat", agrega Leandro Usuna, quien como los demás surfistas y deportistas de deportes extremos de Argentina debe tener un trabajo paralelo para mantenerse económicamente. Usuna, de 32 años, tiene una escuela de surf en Mar del Plata. Por su parte, Pellizzari es guardavidas y trabaja durante la temporada de verano en las playas marplatenses.
KARATE: UN SUEñO HECHO REALIDAD
En el karate este acontecimiento se tomó con gran algarabía, y ya pudo saborear sus primeros pasos en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018. Este deporte ya había formado parte del programa del COI en Sydney 2000 (karate coreano) pero fue destituido a partir de Londres 2012, fue por eso que su regreso tomó otro color. Esto elevó las motivaciones y las exigencias de los históricos karatecas argentinos. Además contagió a más chicos a que se sumen a su práctica, y los debutantes en los Juegos de la Juventud sonríen frente a la posibilidad de estar presente en un juego de mayores. Nuevos torneos se organizaron dentro de la disciplina y la posibilidad de viajar al exterior a competir con los mejores se hizo regular.
"Estamos todos muy felices con la incorporación del karate en los Juegos. Es un sueño hecho realidad. Crecí en el mundo karateca, y si bien siempre estuve dentro del marco del apoyo de la Agencia, el contexto olímpico nos volvió a poner en el mapa", apunta Yamila Benítez, medallista de bronce en los Juegos ODESUR Cochabamba 2018. "Ahora sentimos mucho más el apoyo de ellos, y tenemos la posibilidad de viajar más a competencias, tener más roce internacional. Poder competir en las ligas europeas, conocer los rivales nos permite subir nuestro nivel y eso se nota con las medallas que estamos consiguiendo", resume la karateca.
LA NOVEDAD DEL SKATEBOARDING
Por último el hecho más resonante surgió en la rama del skate. Este deporte extremo tiene muy poca repercusión en el país. Son escasos los torneos, la popularidad y los deportistas que realmente lo entrenan de manera profesional o semi profesional. Desde que se convirtió en un hecho su presencia en Tokio 2020, de a poco se fue construyendo una estructura. Se oficializó la Federación de atletas (era de manera más informal su actuación), se hizo una selección de atletas para formar parte del equipo nacional (son cinco, todos de Mar del Plata) y se construyeron nuevos parks para su práctica y difusión.
Además fue incluido como disciplina oficial por primera vez en los juegos ODESUR de Playa realizados en marzo en Rosario, Santa Fe. Aquí participó Sandro Moral, el máximo referente argentino, y fue quién ganó la medalla de oro por sobre el rider colombiano y peruano. Al ser una disciplina nueva, que está dando sus primeros pasos profesionales y olímpicos, tanto Moral como sus compañeros son quienes deben abrir el camino hacia una mejor difusión y apoyo.
"Al no haber un circuito profesional argentino, como una de las condiciones para recibir la beca, tenemos que participar de tres eventos (Rosario, Perú y Londres) antes de la cita panamericana y tener buenos resultados", explica Moral rider de Mar del Plata. Para él como para los demás riders argentinos su futuro se abrió en diversas ramas que les permite ilusionarse. Las posibilidades de tener más competencias, poder entrenar de manera profesional, recibir una beca y hacer que el deporte crezca son algunos de los objetivos. Siempre con los Juegos Olímpicos como su principal meca, pero conscientes que si trabajan, este deporte extremo puede alcanzar grandes resultados inimaginables hace algunos años.
"Siempre soñé con ser un deportista olímpico y estoy muy cerca. Pero para llegar a Tokio tengo que seguir entrenando cada día más", finaliza Moral, el rider de 25 años.
Reportado por Olivia Díaz Ugalde en Buenos Aires. Para comentarios generales o preguntas, click here.