El 28 de julio de 2023, el mundo del atletismo volvió a hablar -una vez más- de la aparición de un “nuevo Bolt”. Con 18 años, Issamade Asinga ganaba el Sudamericano de San Pablo con un tiempo de 9.89 y establecía un nuevo récord del mundo junior. También se quedaba con el mejor tiempo sudamericano absoluto, que tenía el brasileño Robson da Silva, desde 1988, con 10 segundos.
El Centro Olímpico de Vila Clementina en San Pablo era testigo de la nueva marca establecida por el chico nacido el 29 de diciembre de 2004 en Estados Unidos, que compite por Surinam por su padre, Tommy, tres veces olímpico. Issam rompía la que había establecido el 2 de agosto de 2022, en Mundial Sub 20 de Cali, otro que también fue considerado el “nuevo Bolt”, Letsile Tebogo, ahora uno de los candidatos a pelear por una medalla en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024.
Menos de un año después, Asinga ya no tiene más el récord de mundo debido a que fue despojado de todos sus triunfos y tiempos por haber dado positivo en un control antidoping que le realizaron unos días antes del Sudamericano de Brasil. El velocista había sido suspendido de manera provisoria y ahora la Unidad para la Integridad del Atletismo (AIU) confirmó la sanción por cuatro años, que comenzó a regir desde el 9 de agosto de 2023.
El control que le realizaron a Asinga fuera de competencia fue el 18 de julio de 2023 y le encontraron metabolitos de GW1516, que según el fallo de la AIU “modifica la forma en que el cuerpo metaboliza la grasa y originalmente fue sintetizado y evaluado para el tratamiento de la obesidad, la diabetes y otros trastornos causados por problemas metabólicos, pero ahora no está aprobado para uso humano. La AMA ha advertido de sus riesgos para la salud de los deportistas”.
El velocista argumentó que la causa fue la contaminación de “gomitas de recuperación” que le entregaron en una ceremonia el 10 de julio, ocho días antes del control antidoping, después de ganar el premio Gatorade National Boys Track. Sin embargo, el Tribunal Disciplinario afirmó que Asinga “no logró establecer que fueron la fuente de los metabolitos GW1516 detectados”.
“Sé que no hice nada malo y no voy a renunciar a mi sueño. Es simplemente escandaloso ignorar los hechos y simplemente tratar de tergiversar la narrativa en mi contra”, aseguró Asigna, quien afirmó sentirse “devastado” por lo que está viviendo y se defendió: “Los contenedores que me dieron fueron probados más tarde en un laboratorio acreditado por la AMA, que identificó que el producto que me dieron estaba contaminado con GW1516, la misma sustancia que dio positivo en pequeñas cantidades”.
Por su parte, David Howman, director de la AIU, explicó que “el requisito para que un atleta demuestre cómo una sustancia prohibida entró en su organismo es muy simple y esta prueba no se debe basar en especulaciones, sino en pruebas específicas y objetivas. Todas las explicaciones basadas en una contaminación deben ser examinadas minuciosamente. Y esta revisión estricta es esencial para proteger a los atletas limpios y asegurar la igualdad de condiciones”.
Según lo comunicado por la AIU, “el Tribunal Disciplinario tuvo en cuenta el hecho de que las Gomitas de Recuperación Gatorade proporcionadas en envases sin sellar por el atleta para su prueba contenía significativamente más GW1516 en el exterior que en el interior, lo que prácticamente excluye cualquier contaminación por materias primas durante el proceso de fabricación”.
“Solo queremos salvar la carrera de Issam, él sólo quiere recuperar su vida”, expresó el abogado de Asinga, Paul J. Greene, en declaraciones a The Associated Press. La decisión del Tribunal Disciplinario podrá ser apelada ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).