En armonía y en un evento de relieve mundial. Con estas dos características se concretó la puesta en ejercicio de la nueva torre de control en Teahupo’o, la sede del surf en París 2024, cuya construcción había finalizado en marzo, casi dos meses antes de lo previsto, y había sido uno de los ejes principales de fricción durante las últimas semanas de 2023.
El ruedo oficial en un evento internacional se produjo en la etapa tahitiana (SHISEIDO Tahiti Pro) de la Liga Mundial de Surf, en curso desde el miércoles 22 hasta el viernes 31 de mayo y que funciona como ensayo general dos meses antes de la competencia olímpica.
“Hicimos las cosas bien, la torre fue bautizada de manera tradicional y la situación aquí ya se calmó”, describió Max Wasna, presidente de la Federación tahitiana de Surf, en referencia a la incipiente estructura de aluminio que sustituyó a la histórica de madera y fue señalada de dañar los arrecifes y la fauna marina de la península, una premisa apoyada por surfistas, población local y distintas asociaciones, la cual llegó a paralizar las obras.
“El coral sufrió daños mínimos”, aportó Tim McKenna, documentador australiano en Teahupo’o. A 15.700 kilómetros de París, las dos competiciones del surf –shortboard masculina y femenina- se celebrarán entre 27 y el 30 de julio. Es la única disciplina que no cuenta con venta de entradas al público general.