La sudafricana Caster Semenya se presentó este miércoles en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH) para continuar su batalla legal ante la prohibición de poder participar en algunas carreras, como la de los 800 metros, en la que fue doble campeona olímpica (Londres 2012 y Río 2016) y tres veces campeona del mundo (Berlín 2009, Daegu 2011 y Londres 2017), por no someterse a un tratamiento hormonal.
“Este es un día importante en mi viaje como ser humano y atleta. Ha tardado mucho en llegar”, expresó Semenya luego de la audiencia y agregó: “En 2009 subí a lo más alto del podio en el campeonato mundial de Berlín después de haberme hecho una prueba de sexo y saber que el mundo estaba juzgando mi cuerpo, cuestionando mi sexo. En los 15 años transcurridos desde entonces he perseverado con dignidad frente a la opresión. La adversidad que he superado me ha ayudado a convertirme en una verdadera campeona y en una madre, esposa, hermana e hija compasiva”.
En abril de 2018, la IAAF (ahora World Athletics) dio a conocer nuevos criterios de elegibilidad para las atletas con altos niveles de testosterona y para poder competir, en las distancias entre 400 y 1500 metros, debían hacer un tratamiento que redujera los niveles de testosterona por un período de al menos seis meses. Semenya se negó a realizarlo y recurrió la medida al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).
El TAS no hizo lugar al pedido de la atleta hiperandrógena y en mayo de 2019 quedó confirmado el reglamento de IAAF. La sudafricana decidió llevar el caso a la Corte Federal Suprema de Suiza, que también ratificó las nuevas medidas de la Federación Internacional de Atletismo, por lo que en noviembre de 2020 Semenya comunicó que la batalla legal continuaría en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
En julio del año pasado, el TEDH, con cuatro votos a favor y tres en contra, le dio la razón en primera instancia a Semenya al considerar que era víctima de un caso de discriminación. “Suiza se extralimitó en el limitado margen de apreciación de que gozaba en este caso, que se refería a una discriminación basada en el sexo y las características sexuales, que sólo puede justificarse por ‘consideraciones muy fuertes’”, argumentaba el el fallo, que no le permitía a la atleta volver a correr y que fue recurrido por la justicia de Suiza. Este miércoles se produjo la nueva audiencia.
“No creo que se trate de mi carrera. Se trata de que yo sea un defensor de lo que es correcto, de alzar la voz por aquellos que no pueden luchar por sí mismos”, expresó Semenya, quien ahora deberá esperar unos meses para conocer la sentencia. “Espero que la decisión de la Corte allane el camino para que los derechos humanos de todas las atletas sean ferozmente protegidos, de una vez por todas, e inspire a todas las mujeres jóvenes a ser y aceptarse a sí mismas en toda su diversidad. El resultado de este caso es muy importante”, apuntó la sudafricana.