A menos de tres meses para el inicio de los Juegos Olímpicos de París 2024, la llama olímpica se encendió en la tradicional ceremonia que se realiza las ruinas de la antigua Olimpia.
El encendido de la antorcha se lleva adelante en este sitio histórico desde 1936 y la ceremonia busca establecer un vínculo entre los Juegos de la Antigüedad, que comenzaron en Olimpia en el año 776 A.C., y los Juegos de la Modernidad.
“Dios del sol y del ideal de la luz, enviaste tus rayos y encendiste la llama sagrada para la ciudad hospitalaria de París”, expresó la actriz griega Mary Miná, quien en su rol de la Gran Sacerdotisa de Olimpia fue la encargada de encender la llama.
“Los Juegos Olímpicos son el único evento que reúne al mundo entero en una competencia pacífica. Los atletas olímpicos envían este poderoso mensaje: sí, es posible competir ferozmente entre sí y al mismo tiempo vivir juntos en paz bajo un mismo techo. Los atletas brillarán y nos mostrarán de qué grandeza son capaces los humanos con toda su excelencia, determinación y resiliencia”, expresó Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI).
“Este poder del deporte hará de los Juegos Olímpicos de París 2024 un gran símbolo de la excelencia humana y de la unidad de toda la humanidad en toda nuestra diversidad. Estas expectativas son compartidas por miles de millones de personas en todo el mundo. En estos tiempos difíciles que estamos viviendo, con guerras y conflictos en aumento, la gente está harta de todo el odio, la agresión y las noticias negativas a las que se enfrenta día tras día. En sus corazones, en todos nuestros corazones, anhelamos algo que nos una. Anhelamos algo que nos unifique. Anhelamos algo que nos dé esperanza”, agregó el presidente del COI.
Otro de los presentes en la ceremonia fue el presidente del Comité Organizador de París 2024, Tony Estanguet, quien afirmó que “Francia está lista para acoger los Juegos Olímpicos, 100 años después de la última edición de verano en nuestro suelo. Es con gran orgullo y honor que seremos anfitriones de los Juegos Olímpicos en el país de su fundador, Pierre de Coubertin, donde mantenemos un vínculo muy fuerte y especial con el olimpismo”.
El griego Stéfanos Duskos, campeón olímpico en remo en los Juegos de Tokio 2020, recibió la antorcha de Miná y la condujo hasta el monumento a Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos modernos, en donde la recogió la nadadora francesa Laure Manaudou, tres veces medallista en los Juegos de Atenas 2004 (fue campeona en los 400 libre).
La antorcha olímpica recorrerá durante los próximos 10 días Grecia hasta que el 26 de abril el fuego llegue el estadio Panatinaico en Atenas, sede de los primeros Juegos en 1896. Al día siguiente, partirá desde el puerto El Pireo en el velero de tres mástiles Belem hacia Marsella.
El 8 de mayo, la antorcha comenzará su periplo desde Marsella hasta llegar el 26 de julio a París para el encendido del pebetero, que podría estar ubicado en el jardín de las Tullerías, en las orillas del Sena y entre la plaza de la Concordia y el Louvre.
“Esta llama olímpica llevará este espíritu olímpico desde aquí, nuestras antiguas raíces, a través de toda Francia y finalmente a París, haciendo que la Ciudad de la Luz brille aún más. Estos Juegos Olímpicos serán más jóvenes, más inclusivos, más urbanos, más sostenibles. Estos serán los primeros con plena paridad de género, porque el COI asignó exactamente el 50 por ciento de las plazas a atletas femeninos y masculinos”, cerró Bach.