En diciembre de 2022, el Comité Olímpico Internacional (COI) anunció que 11 deportistas refugiados iban a recibir becas para poder prepararse, en sus respectivos países de acogida, en busca de la clasificación para los Juegos Olímpicos de París 2024. Una de las atletas que en ese momento pasaba a formar parte del programa era la boxeadora Cindy Ngamba, quien acaba de hacer historia.
El Equipo Olímpico de Atletas Refugiados (EOR) participó por primera vez con 10 deportistas en los Juegos de Río 2016, en Tokio 2020 fueron 29 y se espera que la cifre aumente en París, a donde sacó pasaje Ngamba en el Preolímpico de Busto Arsizio, Italia. Así, se convirtió en la primera boxeadora refugiada que participará en los Juegos Olímpicos al conseguir la plaza en competencia (en Tokio hubo dos representantes, pero por invitación).
La victoria por nocaut ante la kazaja Valentina Khalzova en los cuartos de final de la categoría de los 75 kilos, le permitió a Ngamba asegurarse la plaza para París 2024. “Quiero agradecer a Dios, al equipo de boxeo de Gran Bretaña y al equipo de refugiados. Sin ellos, no estaría en ninguna parte”, declaró en Olympics y expresó: “Es emotivo. Si no fuera por el Equipo de Refugiados, me habría convertido en profesional o habría emprendido un viaje diferente. Se quedaron conmigo y me recibieron como a una gran familia. Me aman, me cuidan y me apoyan en todo momento. Quiero agradecer al equipo de refugiados por todo lo que han hecho por mí”.
“La razón por la que soy refugiada es por mi sexualidad”
Cindy creció en Camerún con su mamá y su hermano, Kennet; a los 11 años, los dos viajaron a Gran Bretaña para vivir con su padre y el idioma fue una de las grandes complicaciones. “Empecé el colegio en octavo, pero mi inglés no era muy bueno y sufría acoso escolar. Era una niña triste que intentaba llevar cada día como venía, pero era duro. Sobre todo, porque estaba sin mi madre. Me preguntaba por qué Dios me hacía esto. ¿Por qué toda esta gente me acosa por mi forma de hablar?”, contó la boxeadora en una charla con Refugees’ Voice, en Eurosport.
“No conocía cosas como el desodorante, así que olía mal en clase y los niños se burlaban de mí”, recordó sobre esos días difíciles Cindy, quien en la escuela conoció a las dos personas que le empezarían a abrir la puerta al deporte: “Tenía dos profesoras de educación física, la Sra. Park y la Sra. Schofield, quienes eran como mis figuras maternas y me compraban el spray. En parte gracias a ellas, la educación física era mi materia favorita. Siempre había sido deportista, pero ellas me motivaban para hacerlo bien. Me convertí en un líder deportivo y practiqué todos los deportes que pude”.
La pasión de Cindy en Camerún era el fútbol y llegó a Gran Bretaña con esa idea de ser futbolista, hasta que los 15 años se cruzó con el deporte que le permitirá, una década después, ser olímpica: “Un día, cuando salía del entrenamiento de fútbol, vi a muchos chicos salir de una habitación. Todo lo que escuché fue boom, boom. Entré, vi a chicos golpeándose en la cabeza y dije: ‘Esto es genial’”. Cuando empezó a dar sus primeros golpes, el boxeo femenino recién comenzaba a dar sus primeros pasos en el mundo olímpico (debut fue en Londres 2012) y reconoció: “En ese momento, creo que incluso mi entrenador (Dave Langhorn) no creía en el boxeo femenino. Durante casi tres años, todo lo que hice fue saltar, hacer flexiones y ponerme en cuclillas espalda con espalda”.
Otro de los duros momentos que tuvo que atravesar la campeona nacional en tres categorías diferentes fue en 2019, cuando estuvo a punto de ser deportada. “Fue una de las experiencias más aterradoras de mi vida. Cuando nos mudamos a Reino Unido, Kennet y yo visitábamos la oficina de inmigración de Mánchester una vez a la semana para firmar papeles. Una vez nos separaron y me quedé sola en una habitación con una mujer y dos policías. Me pusieron las esposas, me metieron en la parte de atrás de la furgoneta y me llevaron a Londres. En ese momento no sabía a dónde iba ni siquiera que era un campo de detención. Parecía una cárcel. A la mañana siguiente, me dejaron llamar a mi hermano y unas horas más tarde, una mujer me dijo que podía irme. Creo que fue mi tío quien les dio suficiente información para demostrar que podíamos quedarnos aquí. Me dieron un billete de tren y me reuní con mi hermano en Mánchester. Pienso en eso todos los días”, contó en Refugees’ Voice, y reflexionó: “Hace dos años me concedieron el estatuto de refugiado. En mi país es ilegal ser gay, así que, si me devolvían, podrían haberme encarcelado. Doy gracias por estar protegida y poder quedarme en el Reino Unido. Es triste y chocante pensar que un país puede juzgar a alguien por su sexualidad. No ocurre sólo en Camerún, sino en muchos otros países donde la vida de las personas corre peligro sólo porque son homosexuales”.
Si bien en algún momento le daba vergüenza cuando le decían refugiada, hoy Cindy asegura que le dio una oportunidad para cambiar su vida. “Muchos refugiados de todo el mundo tienen mucho potencial, pero aún no tienen las puertas abiertas para ellos. Es una gran familia, en todo el mundo”, contó luego del Preolímpico en Italia y adelantó: “Mi objetivo es conseguir una medalla de oro, o cualquier medalla. Todo lo que tengo que hacer es trabajar duro, ocuparme de mis asuntos, mantener mi mente en mi trabajo, y lo conseguiré”. París será especial, no solo por el boxeo, sino porque su madre, a quien dejó a los 11 años para irse a Gran Bretaña y que nunca la pudo ver boxear personalmente, vive en la capital francesa.
El Preolímpico de Busto Arsizio entregó 49 plazas para los Juegos Olímpicos
El primero de los torneos que cerrarán la clasificación a París 2024 le dio el pasaje a 28 hombres y 21 mujeres. La última oportunidad será en mayo, en el Preolímpico de Bangkok.
París 2024 tendrá siete categorías masculinas y seis femeninas, por lo que cada país podría tener un máximo de 13 boxeadores. Australia es el país con más clasificados con un total de 12, Brasil suma 10 y luego están Uzbekistán (9), Francia (8), Italia (8) y Estados Unidos (6). Por su parte, Cuba, que encabezó el medallero en Tokio, por el momento solo tiene clasificados a cuatro boxeadores. También tienen representación asegurada Gran Bretaña, Colombia, España, República Dominicana, Puerto Rico, Canadá, México, Venezuela, Ecuador y Panamá.