Clasificarse a los Juegos Olímpicos en gimnasia artística es exigente. Incluso lo es para figuras y grandes campeones de la disciplina. Los últimos tres años de Nina Derwael incluyeron título olímpico, lesión en el hombro, cirugía, recuperación y frustración para su país en el Campeonato Mundial. Este combo de causalidad diversa determinaron que la belga al día de hoy esté luchando por un lugar en París 2024.
La serie de cuatro Copas del Mundo por Aparatos de la Federación Internacional de Gimnasia son una de las últimas chances de alcanzar el ticket olímpico para Derwael y otras importantes figuras de la disciplina. La que comienza hoy en el enorme Estadio Nacional de Gimnasia de Bakú es la penúltima fecha de este circuito, que establece rankings por aparatos según los resultados en las cuatro competiciones. Lo cierto es que de darse algunas combinaciones, algunas clasificaciones pueden confirmarse matemáticamente este fin de semana.
Ganar en Bakú -o en su defecto ser el o la gimnasta de mejor rango entre los elegibles para ganar puntos de clasificación olímpica- haría que matemáticamente Derwael (viga), An Chang Ok (salto femenino), Ryu Sunghyun (suelo masculino) y Tang Chia-Hung (barra fija) confirmen su plaza para los Juegos. Los cuatro obtuvieron el máximo posible de 30 puntos en sus especialidades durante las dos primeras paradas de las Copas del Mundo en El Cairo y Cottbus y podrían quedar clasificados este fin de semana, a pesar de que los rankings se cerrarán después del evento final de la serie en Doha en abril.
La puerta está abierta de par en par para otros contendientes que buscan su sueño de París 2024 mediante su especialidad favorita. La batalla está cerrada y el escenario es abierto especialmente en anillas, donde cinco competidores son candidatos serios; y en arzones, donde la pelea está liderada por el dos veces medallista mundial Ahmad Abu Al Soud.
Otro de los focos está puesto en salto femenino, donde la legendaria Oksana Chusovitina intenta alcanzar sus novenos Juegos Olímpicos consecutivos a los 48 años. Tras un comienzo inconsistente en El Cairo y en Cottbus, la actual representante de Uzbekistán marcha quinta en el ranking del aparato y ya no tiene margen de error.
Es cierto también que la Copa del Mundo de Bakú es una oportunidad para los gimnastas clasificados a los Juegos Olímpicos de consolidar series, probar nuevos elementos o conseguir rodaje internacional. Eso explica la presencia de diez campeones mundiales masculinos; una muy destacada delegación de China, con el campeón olímpico de paralelas Zou Jingyuan; y la presencia de la naciente estrella argelina Kaylia Nemour.