Vitaly Petrov es, quizás, el mayor maestro del salto con garrocha. Se hizo notorio como mentor de Serguéi Bubka y terminó su recorrido triunfal asistiendo a Yelena Isinbayeva a quien acompañó mientras la rusa sellaba varios de sus saltos por encima de los 5 metros.
Alguna vez, explicando la vigencia del fenómeno Bubka como referencia extraordinaria del atletismo, ya no solo de su especialidad, confesó una estrategia muy especial desarrollada por el fenómeno ucraniano.
“Para Sergei era fundamental lograr que el salto con garrocha tuviera la mayor difusión posible. Por ese motivo es que varios de sus récords mundiales fueron de apenas un centímetro más que el anterior. De tal modo, en un mundo periodístico en el que el atletismo no era prioridad y, dentro del atletismo, mucho menos era prioridad su prueba, él lograba titulares de la mano de cada plusmarca”.
Dicho de otro modo, en más de una ocasión Bubka podía haber establecido un récord con un salto superior al registrado, pero priorizaba el paso a paso que garantizaba presencia mediática.
Aún desconociendo si algo así pasase por la cabeza de Armand Duplantis, el suceso inagotable del sueco nacido en los Estados Unidos es un auténtico tributo a su antecesor.
Sin límites. Armand Duplantis venía anticipando un nuevo récord y el destino quiso que lo consiguiera en el estadio Hayward Field de Eugene, Estados Unidos, donde el año pasado se consagró por primera vez campeón del mundo en salto con garrocha.
En el cierre de la temporada de la Diamond League y después de pasar con algún susto los 6.03 metros, el sueco de 23 años fue directo al objetivo: 6.23. Esa marca, dos centímetros por encima del récord que tenía al aire libre y había logrado el 24 de julio de 2022 para ser campeón del mundo, ya le había sido esquiva cuatro veces en las últimas semanas. Hasta que llegó el día.
Un solo salto le alcanzó a Duplantis para volver a ganarse a sí mismo, conseguir su séptimo récord del mundo y superar en ¡72 ocasiones! los seis metros que por primera vez Sergei Bubka consiguió el 13 de julio de 1985, en París. Extraordinario.
“Los récords mundiales me emocionan porque me hacen sentir bien y cuando consigo uno, ¿qué más puedo pedir?”, reconoció el campeón olímpico en Tokio 2020 luego del título en Eugene y afirmó: “El récord es una forma loca de acabar la temporada, nunca había tenido una así”.
El 8 de febrero de 2020 en Torun (Polonia) y bajo techo (la Federación Internacional de Atletismo homologó en el año 2000 los saltos realizados en pista cubierta como récords del mundo), Duplantis logró su primer récord al saltar los 6.17 metros y superar por un centímetro la marca que tenía el francés Renaud Lavillenie.
El sueco llegó a los 6.18 metros el 15 de febrero de 2020 en Glasgow (pista cubierta), superó los 6.19 metros el 7 de marzo de 2022 en Belgrado (pista cubierta), pasó los 6.20 metros el 20 de marzo de 2022 en Belgrado (pista cubierta) y después del récord de 6.21 metros en Eugene el año pasado, Duplantis había establecido su última marca de 6.22 metros el 25 de febrero de 2023 en Clermont-Ferrand (pista cubierta). Y llegó el séptimo.
“Es difícil de explicar, es una gran sensación”, aseguró Duplantis luego de sumar su tercera Diamond League a una carrera que ya lo tiene con solo 23 años como campeón olímpico (Tokio 2020), doble campeón del mundo al aire libre (Eugene 2022 y Budapest 2023) y campeón del mundo bajo techo (Belgrado 2022).
“Los 6,23 metros son un límite muy alto, pero espero poder seguir saltando bien y seguir saltando más alto. Al final de mi carrera, espero tener definitivamente el listón más alto que creo que podría haber alcanzado”, anticipó Duplantis. ¿Hasta dónde puede llegar? Es la pregunta que se hacen todos…