Fugaz, electrizante y siempre popular, la atención requerida por los 100 metros llanos no se circunscribe a un Juego continental, Olímpico o un Campeonato Mundial. Una muestra elocuente la reporta el fin de semana saliente, que amaneció sabiendo la fecha de despedida olímpica de una de sus máximas referencias en actividad y que más tarde entregó nuevos signos de incertidumbre rumbo a París 2024.
En París 2024, precisamente, Shelly-Ann Fraser-Pryce correrá su última carrera en un Juego. “Tengo a París en mente... mi quinto y último viaje de todos los tiempos”, avisó dentro de una escueta publicación en Facebook, a partir de la cual deja abierta la puerta a otras citas al cabo de agosto de 2024. Anteriormente había sabido anticipar que Tokio 2020 sería su “Last Dance”, pero un 2022 glorioso le renovó la ambición y empujó un cambio de planes.
La jamaicana, de 37 años al momento de competir en la capital francesa, donde en caso de clasificarse buscará cerrar su ciclo olímpico con cinco medallas en cinco participaciones en la prueba madre de la velocidad, atraviesa un proceso de recuperación por su lesión de baja gravedad en el isquiotibial en Budapest 2023, en el que obtuvo la medalla de bronce en la prueba individual y la plateada en los relevos, tras la cual finalizó en el hospital y no volvió a competir.
En la previa del revés en el último Mundial había soltado que se sentía “fabulosa” y “deseando llegar a los Juegos de París”. En caso de que así lo haga y de que sea electa abanderada, la ocho veces medallista olímpica y dueña de 15 podios mundiales podría pasar a la historia al portar la bandera de su país en una ceremonia de apertura en tres Juegos consecutivos. Los 100m se llevarán a cabo el 3 de agosto mientras que los 4x100 el 8.
Por otra parte, en la pista de Eugene, sede de las finales de la Diamond League, se acentuó la idea de que los pronósticos para París pueden ser bien reservados. En su suelo estadounidense, los campeones del mundo Noah Lyles y Sha’Carri Richardson no lograron imponerse en las instancia decisiva y los registros finales muestran cinco campeones masculinos distintos en ocho etapas (Lyles, Kerley, Coleman, Simbile y Omanyala) y cuatro femeninas en nueve (Richardson, Ta Lou, Thompson-Herah y Jackson).
En el caso de Lyles, quien aún se ve envuelto en una polémica que traspasó las fronteras del atletismo al sostener que ganar la NBA no es sinónimo de ser campeón del mundo, culminó segundo a dos centésimas de su compatriota y también campeón mundial Christian Coleman, que se coronó al repetir los 9.83 segundos, la mejor marca del año. “Pudo ser una vuelta para la victoria y, aunque no lo fuera, la gente estaba emocionada”, declaró “Nojo” luego de su regreso a la competencia oficial luego del tricampeonato mundial de agosto. La única etapa que ganó en los 100m fue en París.
El trofeo que Richardson, bicampeona en Hungría, no consiguió levantar en Eugene impactó más por haber quedado afuera del podio. Primera fue Shericka Jackson con 10.70, segunda Marie-Josée Ta Lou (10.75, igualando su mejor marca de la temporada) y tercera la campeona olímpica vigente Elaine Thompson-Herah (10.79, el mejor de la temporada). Richardson quedó cuarta con 10.80, a 15 centésimas que su mejor tiempo.
Mientras que el dominio de los hombres en la Diamond League fue repartido a lo largo de toda la temporada (ninguno ganó más de dos certámenes), Richardson y la marfileña Ta Lou se habían repartido todos los triunfos hasta la penúltima etapa. Sobre el final, Thompson-Herah y Jackson, además de aprovechar ausencias y manifestar su vigencia, alumbraron un panorama tan abierto como el de Tokio a menos de 11 meses para París.