Nacida en Barnaul, Rusia, Darja Varfolomeev asistió a su primera clase de gimnasia rítmica cuando tenía tres años, ya que era el deporte que había practicado su madre, como lo hacen tantas niñas nacidas en el este europeo.
En 2019, decidió mudarse sola a Alemania, el país natal de su abuelo, y con 13 años se enfrentó al desafío de estar lejos de sus padres mientras continuaba con sus entrenamientos. El talento indiscutible de la pequeña rusa cayó en manos de una gran entrenadora, la bielorrusa subcampeona olímpica de Sidney 2000, Yulia Raskina. Juntas han llevado a Alemania a conseguir en 2022 la primera medalla mundial desde la unificación, y la semana pasada a la hazaña de ganar todos los títulos individuales puestos en juego en el Campeonato Mundial de Valencia.
En una entrevista con el sitio oficial de los Juegos Olímpicos, Varfolomeev narró sobre aquellos años, no tan lejanos, viviendo con sus abuelos en Alemania: “Al principio me mudé sola. Mi mamá y mi papá no vinieron conmigo. Fue muy duro el hecho de que no sabía el idioma y que estaba en un país completamente diferente”. La escolarización ayudó en el proceso de adaptación y en dos años Varfolomeev ya dominaba el idioma alemán con fluidez.
La gimnasta hizo su debut internacional en 2022 en la fecha de Tashkent del circuito de Copas del Mundo de la Federación Internacional de Gimnasia (FIG). Su nivel llamó inmediatamente la atención y los resultados fueron elocuentes porque obtuvo cuatro medallas: bronce en el all around y en aro, y plateada en pelota y cinta. Siguió con dos medallas de bronce en el Campeonato de Europa de 2022, en mazas y pelota; y cuatro podios en su debut mundialista, incluido el subcampeonato all around.
El récord perfecto de Varfolomeev en Valencia ya es suficiente para dejar un legado duradero en la gimnasia rítmica. A su sobresaliente nivel técnico, le agregó la templanza para hacer su última serie de la final all around con una calma y una consistencia difícil de explicar, teniendo en cuenta su joven carrera: “Creo que la gente recordará que soy muy fuerte mentalmente a pesar de tener sólo 16 años”, respondió la alemana cuando le preguntaron cómo le gustaría que la recordaran. “Siempre trato de mantener la calma. No tengo miedo porque sé que dedicamos mucho tiempo a entrenar”, completó.
La semana pasada en Valencia, Varfolomeev ganó sus primeras dos doradas en la jornada inaugural, con su serie de aro, en la que interpreta a un espía, y con su serie de pelota, en la que cuenta la historia de un amante desesperado. Luego llegaron los títulos mundiales en mazas, con una rutina taquillera al ritmo de “Destination Calabria” de Alex Gaudino, y el de cinta, con su serie más personal. En ese complejo aparato de seis metros de largo y con los inquietantes ritmos de Generali de Havasi, parece llevar a los espectadores a una tierra mística mientras, en realidad, vuelve a contar la historia de Varfolomeev como gimnasta. “En mi rutina de cinta he seleccionado una música bastante pesada y fuerte para describir mi viaje hacia la gimnasia rítmica”, confesó Varfolomeev, quien disfruta de escuchar música y pintar números como actividad para calmar la ansiedad.
La quinta llegó el último día de competencia individual, con la medalla más importante: la del all around, que la tuvo escoltando a la italiana Sofia Raffaelii hasta la tercera rotación. En su última pasada, Varfolomeev impactó con su desempeño con la pelota para pasar al frente y finalizar el torneo visiblemente emocionada.
La plaza olímpica de Varfolomeev es casi un hecho. Aseguró el lugar para su país en el Mundial del año pasado y la última semana en Valencia, su compatriota Margarita Kolosov abrochó el segundo ticket a París 2024. Difícil imaginar que la pentacampeona mundial no sea una de las dos gimnastas que Alemania designe para ocupar esas plazas.
“Siempre es importante mejorar. Los Juegos Olímpicos son la competición más importante para cada atleta. Yo diría que ahora mismo estoy en aproximadamente el 70 por ciento, por lo que hay espacio para alcanzar el 100 por ciento de acá al año que viene”, dijo Varfolomeev, a quien los fanáticos de la gimnasia rítmica ya sueñan con ver en el Arena Porte de la Chapelle, en el próximo verano en París.