Marcell Jacobs tocó el cielo con las manos en los Juegos de Tokio. El 1 de agosto de 2021 el reloj en el Estadio Olímpico se clavó en 9.80 y se colgó la medalla dorada en la prueba de los 100 metros. El velocista italiano se convertía en el primer campeón olímpico luego del retiro de Usain Bolt, terminaba con 25 años de dominio del continente americano y Europa se volvía a subir a lo más alto del podio después de que el británico Linford Christie lo consiguiera en Barcelona 92.
Desde ese momento, Jacobs no pudo volver a ese nivel; lo mejor en 2022 fue un 9.95 que le permitió ganar el Campeonato Europeo en Munich y una lesión lo obligó a retirarse en las semifinales del Mundial de Oregón. Su primera competencia de esta temporada al aire libre fue en la reciente Diamond League de París: finalizó séptimo con 10.21
“Siento una gran necesidad de contar cómo me siento: es justo que lo sepan. Empecé la temporada al aire libre y no fue como yo quería. Sin embargo, a pesar de que llevaba casi un mes de baja por mi problema físico y sabía que no estaba preparado para lograr los resultados que todos esperábamos, decidí salir a la pista sabiendo perfectamente que mucha gente probablemente no habría entendido que mi objetivo no era el resultado de esa carrera”, comenzó el posteo de Jacobs en Instagram.Precisamente, la publicación es la única que el velocista nacido en Estados Unidos mantiene en su cuenta debido a que tomó la decisión de borrar todo lo que tenía hasta el momento.
“Para mí era importante volver a la pista. Fue emocionante sentir la alegría estallar en mi pecho cuando entré en el estadio, sentir la adrenalina en mi cuerpo, sentir el calor de la multitud y ver las miradas de mis adversarios. ¡Cómo lo echaba de menos!”, agregó Jacobs, quien reconoció que le faltó “el entrenamiento necesario” y se refirió a las críticas que recibió en su regreso a la competencia.
“Llegaron las críticas, los ataques, las burlas de quienes no saben y ni siquiera imaginan lo complicada que puede ser la vida de un atleta profesional… Todos los resultados que había conseguido parecieron no valer nada. Y lo siento mucho, porque estaría bien que en momentos tan complicados me apoyaran. Pero no quiero dejar que esto me afecte y tomar decisiones que no son las adecuadas para mí. Quiero recordaros que soy un ser humano y que fuerzo a mi cuerpo a dar el 110% todo el tiempo”, destacó.
El mensaje del italiano llegó después de confirmarse que un nuevo inconveniente físico le impedirá estar presente en los Juegos Europeos por Equipos, que se disputarán del 23 al 25 de junio en Chorzow, Polonia.
Según la Federación de Atletismo italiana (FIDAL), Jacobs sufrió por un problema muscular y apuntará a recuperarse de la mejor manera para el Mundial de Atletismo que se realizará en agosto en Budapest, Hungría.
“Volveré a renacer, superando de nuevo los obstáculos que la vida me ponga por delante. Triunfaré, porque nunca dejaré que nada ni nadie me impida soñar y esforzarme por alcanzar mis metas. Espero encontrarlos de nuevo a mi lado”, cerró Jacobs.
Viviana conoció en Vicenza a un soldado estadounidense con el que se casó. Vivieron en Texas y el 26 de septiembre de 1994 nació el futuro campeón olímpico. “Veinte días después, su padre fue trasladado a Corea del Sur. Era imposible seguirlo, así que decidí volver a Italia”, contó la mamá de Marcell en una entrevista con la Gazzetta.
Un profesor en la escuela fue el encargado de marcarle el camino. “Como no era especialmente hábil en el fútbol, pero sí rápido, me dijo: ‘¿Por qué no pruebas otro deporte, como el atletismo?’”, recordó Jacobs en una nota en Corriere della Sera. El inicio fue en salto en largo pero en 2018 logró su primer título nacional en los 100 metros y, desde ahí, su carrera fue creciendo hasta su gran noche en lo