En Tokio 2020 pareció despedirse. Aunque no había público en el Ariake Gymnastics Center, los pocos autorizados para presenciar la competencia la ovacionaron el día de la clasificación. Ella quería avanzar a la final de salto, pero su performance no había sido la más sólida y, en el fondo, sabía que no le alcanzaría para estar entre las ocho finalistas olímpicas. Emocionada como pocas veces se la vio, saludó con las dos manos hacia arriba y recibió el reconocimiento de sus rivales. Finalizó en el puesto 14, la final olímpica se le escapó por medio punto.
Pero ése no era el desenlace que Oksana Chusovitina había elegido para su carrera. Y ya en 2022, el año post olímpico de un ciclo de tres, la gimnasta reapareció en competencias, ganó el nacional de Uzbekistán -país al que representa actualmente- y confirmó que buscará estar en París 2024 porque se encuentra “llena de energía y con salud”.
¿Pero cómo puede hacer Chusovitina para conseguir una plaza olímpica sin tener que competir en los cuatro aparatos de la gimnasia artística femenina? La respuesta es como “especialista”, un nuevo camino que cada vez se afianza más dentro del circuito de la Federación Internacional de Gimnasia (FIG). La figura del gimnasta “especialista” permitió extender las carreras deportivas de aquellos competidores que prefieren -por diferentes motivos- entrenarse y competir únicamente en un aparato. Teniendo en cuenta que la prueba completa en la gimnasia femenina cuenta de cuatro aparatos, el escenario y la exigencia física cambia considerablemente al focalizarse en uno solo. Ya para Tokio 2020 fue posible alcanzar una plaza por esta vía y rumbo a París 2024 también será posible, aunque con algunas modificaciones.
La medalla de bronce obtenida en la final de salto el último fin de semana en Cottbus es muy alentadora para Chusovitina. A pesar de no haber presentado sus saltos de mayor dificultad, pudo sumar importantes puntos en el ranking de especialistas. Este ordenamiento anual que arma la FIG tomará los resultados de las cuatro Copas del Mundo por Aparatos del 2023, cuya primera fecha fue la de Cottbus; y que pasará por Doha, Bakú, y finalizará en El Cairo. De mantenerse entre las ocho mejores del ranking de salto, Chusovitina se ganará el derecho a participar del Campeonato Mundial de Amberes, que además oficiará de Preolímpico. Entre las varias plazas olímpicas que se repartirán en la ciudad belga, Chusovitina intentará quedarse con la que se otorga a la mejor clasificada en su aparato favorito: salto. El criterio publicado por la FIG habla de un boleto olímpico para la campeona de cada aparato, con la posibilidad de ser reubicado en caso de que esa gimnasta pertenezca a uno de los 12 países ya clasificados a París 2024 con equipo completo. Los 12 países que lleguen a los Juegos Olímpicos a través de las plazas por equipo no pueden competir por spots individuales. Allí se abre la chance para Uzbekistán y para Chusovitina.
De no lograrlo en Amberes, Chusovitina tendrá una última oportunidad en 2024. Y será otra vez mediante el ranking de circuito de Copas del Mundo por Aparatos (Cottbus-Doha-Bakú-El Cairo). Ya con prácticamente todas las plazas olímpicas asignadas y las grandes figuras clasificadas, habrá dos boletos a París 2024 para las dos gimnastas mejor ubicadas del ranking de salto. No es descabellado pensar que allí sí pueda lograrlo.
Si se clasifica para los Juegos de París, Chusovitina romperá su propio récord de apariciones en gimnasia con nueve y empatará el récord de más apariciones olímpicas de una mujer en cualquier deporte. La tiradora georgiana Nino Salukvadze tenía 52 años cuando compitió en los Juegos de Tokio 2020, también sus novenos Juegos Olímpicos.