Zara lleva la pasión por los caballos en la sangre y la competencia ecuestre es sin dudas un legado familiar. La hija de la Princesa Ana, olímpica en Montreal 1976 y Mark Phillips, campeón olímpico en Múnich 1972 y medalla plateada en Seúl 1988, confirmó que se dará una nueva oportunidad y buscará clasificar a París 2024.
Si bien el único Juego Olímpico en el que participó fue en Londres 2012, donde ganó la medalla plateada en la categoría por equipos, su camino en el olimpismo cuenta con varios capítulos.
Luego de lograr el patrocinio de Cantor Index, en 2003, para cubrir los costos de su carrera ecuestre, Zara clasificó para los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Sin embargo, no pudo competir debido a la lesión de Toytown, su caballo.
Para los Juegos de 2008, la frustración fue aún mayor. Tindall venía de consagrarse campeona mundial en 2006, de ser nombrada Miembro de la Excelentísima Orden del Imperio Británico por su carrera ecuestre y votada deportista del año, una nueva lesión de su caballo la dejó afuera.
El debut llegaría recién en Londres 2012. Ante la atenta mirada del público local, incluida su familia, con sus primos William y Harry en las gradas, Zara logró la medalla plateada en la categoría por equipos.
¿La encargada de entregarle dicha medalla? Su mamá, la Princesa Ana, olímpica en Montreal 1976 y miembro organizador de los Juegos de Londres.
Luego de la hazaña y recientemente casada con Mike Tindall, exjugador de rugby, le dio la bienvenida a su primera hija en enero de 2014. Desde entonces dedicó su tiempo a explorar la maternidad y tomar un rol un poco más activo dentro de los compromisos reales de su familia.
Si bien siguió compitiendo, logró la marca clasificatoria para Río 2016, no fue seleccionada para formar parte del equipo olímpico y el nacimiento de su tercer hijo, en marzo de 2021, no le permitió participar de Tokio 2020.
Hoy, a sus 41 años, quiere intentarlo nuevamente y va por París.
Según confirmó en una entrevista para Vogue Australia, volvió a entrenarse con intensidad y espera participar de diferentes eventos a lo largo de este año y el siguiente para lograr la clasificación. Más allá de su deseo y la posibilidad de contar con campo y caballos en su casa, también aseguró que se encuentra ante el desafío de conseguir un caballo apto para competir y ordenar su rutina entre los compromisos como miembro de la realeza, ser madre, esposa y deportista.
El equipo británico, flamante campeón olímpico en Tokio, apuesta por repetir el logro en París y Zara mantiene intacto el sueño de formar parte del equipo, una vez más.