“Los deportistas no pueden ser castigados por lo que hacen sus gobiernos”. La declaración de Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, después de la reunión de la Comisión Ejecutiva del COI pareció abrirles la puerta a los deportistas de Rusia y Bielorrusia para volver a las competencias, de las que fueron excluidos en febrero desde la invasión a Ucrania.
El COI sigue firme en mantener las sanciones a Rusia y Bielorrusia, aunque Bach aseguró que esta exclusión de los atletas no formaba parte de la sanción “sino que fue una medida protectora para salvaguardar la integridad de la competición y de los propios deportistas”.
“Tuvimos que actuar en contra de nuestros propios principios, pero el Movimiento Olímpico debe ser una fuerza unificadora y no divisoria”, expresó Bach y en encontrar una solución para que los deportistas no sean discriminados “solo por su pasaporte” se encuentra el COI.
Después de la reunión de la Comisión Ejecutiva, el debate continuó en la Cumbre Olímpica, en la que estuvo presente el presidente del Comité
Olímpico Ruso, Stanislav Pozdnyakov. La postura respecto a las sanciones no se modificó: Rusia y Bielorrusia siguen sin poder organizar competencias en sus territorios y sus banderas e himnos continuarán al margen de los torneos internacionales. La novedad llegó desde Asia.
El indio Randhir Singh, presidente del Consejo Olímpico de Asia (OCA), expresó que ya no existen razones que justifican estas medidas de protección impuestas por el COI y se mostró abierto a que los deportistas rusos y bielorrusos participen de las competencias organizadas en el continente asiático.
La propuesta fue recibida de manera positiva y dentro del debate se mencionó la posibilidad que no hubiera una resolución general para el conflicto, sino que cada Federación tendría que ser la encargada de evaluar si en su deporte existen todavía razones para mantener las medidas de protección impuestas por el COI.
Ante esta posibilidad de que los deportistas de Rusia y Bielorrusia vuelvan a competir, el Comité Olímpico y Paralímpico de los Estados Unidos (USOPC), que estuvo representado en la Cumbre Olímpica por Susanne Lyons y Gene Sykes (la actual presidente de USOPC y quien la reemplazará en el cargo), hizo énfasis en mantener la “estricta neutralidad”.
“Hubo un acuerdo absoluto en la neutralidad estricta. Las sanciones son muy específicas: sin colores y sin el nombre del país”, afirmó Lyons y contó que también se habló sobre los deportistas que apoyan la invasión de Rusia a Ucrania: “Eso se discutió. No sé cómo podrían saber realmente si un atleta apoya o no las acciones de su Gobierno, pero al menos hubo un acuerdo de que querrían tener atletas que no han apoyado activamente el conflicto”.
La Cumbre Olímpica tuvo repercusión en Ucrania. “Desde el primer día de la guerra, reaccionamos con dureza ante cualquier intento de los atletas rusos y bielorrusos de representar y promover a sus países a nivel internacional”, destacó Vadym Guttsait, ministro de Juventud y Deportes de Ucrania y presidente del Comité Olímpico Nacional (CON).
Y reconoció en declaraciones a United News: “Queremos y hacemos todo lo posible para que no haya rusos ni bielorrusos en competiciones internacionales mientras continúa la guerra en Ucrania”.
En la Cumbre Olímpica se solidarizaron con los atletas ucranianos y manifestaron su apoyo para que puedan competir con un “equipo fuerte” tanto en París 2024 como en Milán-Cortina 2026. Lo concreto es que, mientras se discute qué pasará con los deportistas de Rusia y Bielorrusia, las clasificaciones para los Juegos Olímpicos ya están en marcha y su presencia sigue siendo una incógnita.