Eileen Gu le está disputando la atención mediática a la polémica tenista Peng Shuai aunque por otra razón.
La esquiadora Gu, también una supermodelo en ciernes, de madre china y padre estadounidense, nacida y formadaen California, es capaz de darle a China tres medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Bejing.
Por ese sólo “detalle” ella también relega a un segundo plano el hecho de 14 patinadores artísticos nacidos en Rusia representando a otros países en la cita olímpica.
Las selecciones nacionales de Georgia, Bielorrusia y Azerbaiyán cuentan con buena parte de ellos. Competidores de origen ruso también figuran en las delegaciones de Polonia, República Checa, Hungría y Ucrania.
De acuerdo a “RT”, un medio controlado por el estado ruso,es Yulia Shchetinina la única entre todos esos atletas que no es un producto de la escuela rusa. Cuando era niña, se mudó con su familia a Suiza y allí conoció el deporte invernal y con el tiempo también conoció a otras parejas que la acompañaron en campeonatos del mundo y europeos.
Su compañero actual es el húngaro Mark Magyar, razón por la cual cambió su ciudadanía deportiva y comenzó a representar a un nuevo país. Parejas húngaras no patinaban en unos Juegos Olímpicos desde 1956.
Como regla numerosos atletas procedentes de países potencias deportivas apuestan a cambios de nacionalidad deportiva en busca de garantizar su presencia en selecciones nacionales de sus nuevos países con la oportunidad de figurar en los grandes eventos mundiales. Ello le sería más difícil en sus naciones donde podrían estar situados en un bajo perfil del ranking.
Un estatuto de la Regla 41 de la Carta Olímpica establece que los atletas con doble ciudadanía pueden representar al país que elijan, y los atletas que obtengan una nueva ciudadanía o deseen cambiar su condición olímpica pueden hacerlo si han pasado tres años desde que compitieron por su país anterior.
Varios competidores nacidos en Estados Unidos también compiten en Beijing con otras delegaciones.
Eileen Gu anunció su preferencia por China en 2019, después de haber competido por los Estados Unidos en una Copa del Mundo de 2018. Ya se consideraba una estrella en ascenso y los expertos le aseguraban una plaza segura en el Team USA para el 2022.
En los Juegos Olímpicos de Invierno de la Juventud en 2020, Gu se estrenó con tres medallas de oro. Un año más tarde, para su primera participación en los X-Games (la competición insignia de los deportes extremos), en Aspen (Estados Unidos), subió tres veces al podio. En marzo del mismo año, durante los campeonatos del mundo, logró dos oro y un bronce, sus primeros galardones mundiales en esquí de estilo libre.
Este lunes Gu hizo su debut olímpico en Beijing y se clasificó para la final de la modalidad “Big Air” estilo libre pero no sin antes pasar un gran susto y hacer temblar a sus millones de admiradores chinos.
Gu había perdido un esquí en su segundo salto, y sólo un sólido tercer salto la empujó al quinto lugar y a la final.
Antes de los Juegos, los críticos cuestionaron la decisión de Gu de competir por China. Una ex compañera de equipo,Jen Hudak, le dijo al New York Post la semana pasada que si bien “no es su lugar para juzgar”, la decisión de Gu “la entristece”.
Multimillonarios patrocinios rondan a Gu. En las calles de Beijing su rostro está en todas partes, en paradas de omnibus, en vidrieras.China nunca ha ganado más de cinco medallas de oro en este megaevento así que la gente parece estar festejando por anticipado el inminente regalo de la estadounidense-china.
En Pyeongchang 2018 China sólo consiguió un oro con Dajing Wu en pista corta.
Gu no es ni de lejos la primera atleta en representar a un país que no sea el lugar donde nació, ni es la única estadounidense que compite por China en estos Juegos Olímpicos. De hecho, la mayoría de los jugadores de los equipos de hockey de China, tanto hombres como mujeres, son nacidos en el extranjero, recuerda The Globe and Mail
“En Pyeongchang 2018, el equipo coreano de hockey sobre hielo empleó a 11 jugadores naturalizados de ascendencia canadiense y estadounidense”, reflexionó Jung Woo Lee, experto en la industria del deporte mundial de la Universidad de Edimburgo.
China también es un exportador de atletas en algunos deportes. En los Juegos Olímpicos de Tokio el año pasado, cinco de las 10 mejores jugadoras de tenis de mesa nacieron en China, pero sólo dos de ellas representaron a este país, las medallistas de oro y plata Chen Meng y Sun Yingsha.
Tal vez debido al dominio de China en el tenis de mesa, hay poca controversia sobre el cambio de nacionalidad de los jugadores, al igual que pocos estadounidenses o canadienses se quejan de los jugadores de hockey que representan a otros países cuando no logran formar sus equipos locales más competitivos.
Los equipos de hockey masculino y femenino de China en estos Juegos Olímpicos, ambos mayoritariamente norteamericanos, ocupan los puestos 32 y 20 del mundo, respectivamente, menciona el Globe and Mail.
El asunto hace recordar los torneos de tenis de mesa de los Juegos Panamericanos de este siglo XXI donde el idioma predominante es el chino.
En una entrevista con New York Times antes de la inauguración de los Juegos, Gu se negó a comentar cuando se le preguntó sobre su estado de ciudadanía, según el diario.
China no permite la doble ciudadanía pero no hay registro oficial de que haya renunciado a su ciudadanía estadounidense.
Sus principales patrocinadores no son sólo las marcas de esquí y otras muy famosas mundialmente, sino también un gran número de empresas chinas.
Los medios chinos a menudo se refieren a ella como hija de madre china y padre estadounidense, pero no hay ningún registro público del padre de Gu. Ella declinó comentar cuando se le preguntó si sabía algo sobre él, de acuerdo al NYT.
Su madre Yan Gu, 58 años, estudió química y bioquímica en la Universidad de Beijing en la década de 1980, luego viajó a los Estados Unidos para obtener una maestría. Desde 2013, dice su perfil de LinkedIn, es propietaria de su propia empresa como “inversionista privada y experta en inversiones en China”.
La abuela de Gu coprotagoniza con ella publicaciones en redes sociales , incluso documentales cortos dirigidos al público chino
“Cuando estoy en los EE. UU., soy estadounidense, pero cuando estoy en China, soy china. Estoy orgullosa de mi herencia y de mi educación estadounidense “, declaró a ESPN en enero de 2020.
En una entrevista con la agencia de noticias china Xinhua en 2019, explicó que su decisión de competir por China estuvo motivada en parte por el plan de las autoridades de atraer a 300 millones de personas a los deportes de invierno.
Gu estuvo en Beijing en 2015 cuando la ciudad fue elegida como sede de los Juegos de Invierno de 2022. En febrero de 2019, estaba en la primera fila de atletas chinos posando con Xi Jinping.
“Espero que a través de mi búsqueda del deporte extremo, pueda mejorar la interacción, el entendimiento y la amistad entre los pueblos chino y estadounidense”, escribió Gu en chino en Weibo, un popular sitio de redes sociales en China.
La noticia decepcionó a los entrenadores estadounidenses que ayudaron a prepararla. Aún así, la federación de esquí de EE. UU. emitió un comunicado con su apoyo y deseos de buen futuro.
En medio de las reacciones encontradas, las ansiadas medallas de Gu serán para el Tío Xi y no para el Tío Sam.