Los Juegos Olímpicos de invierno de Pekín 2022 serán un éxito, y la receta es sencilla: apostar a “la tecnología y reglas muy claras”, tal como se hizo en Tokio 2020.
El pronóstico es de Laura Chinchilla, ex presidenta de Costa Rica y, desde hace menos de tres años, miembro del Comité Olímpico Internacional (COI).
“Vamos a Beijing con básicamente las mismas reglas de partida (que en Tokio): distanciamiento, una burbuja de la que no podremos salirnos, vacunación”, explicó Chinchilla durante una entrevista con el periodista salvadoreño Fernando Palomo en su podcast “Nos ponemos las pilas”.
“En Tokio se administraron cientos de miles de pruebas y había un tracking permanente de toda la gente a través de aplicaciones diseñadas con este propósito. La tecnología y las reglas muy claras, la misma receta para que Pekín sea también un éxito olímpico”, añadió.
Chinchilla, de 62 años, explicó con sinceridad extrema cómo fue su llegada al COI, un organismo al que no se había propuesto pertenecer.
“Mi esposo estaba atravesando una enfermedad, y yo comencé a recibir llamadas de Luis Aberto Moreno diciéndome que querían conversar conmigo el director general del COI y el presidente Bach”.
“Yo demoraba las respuestas, pero cuando tuve la conversación entendí que lo que necesitaban de mí era una colaboración puntual, cosa que yo hago a menudo con muchos organismos internacionales. Yo les dije que sí. Cuando me di cuenta estaba recibiendo una comunicación oficial de que era miembro del COI...”.
El ingreso de Chinchilla como miembro del COI coincidió con un momento muy duro en lo personal: “Llegó unos 15 días después de que mi esposo había fallecido. Para mí fue una especie de bálsamo y logró sacarme un poco de aquella situación”.
Chinchilla fue presidenta de Costa Rica entre 2010 y 2014, la primera en la historia de su país y la quinta en la historia de América Latina en haber sido elegida como jefa de Estado.
“Ciertamente la recomendación de Luis Alberto (Moreno) había sido importante, pero también fueron importantes los comentarios de autoridades deportivas de mi país (...) Durante mi gobierno invertimos muchísimo en el deporte (...) principal instrumento para prevenir la violencia, que es un mal muy presente en nuestra región”.
La ex presidenta se mantiene en forma con una sesión de pilates todas las mañanas y caminatas de 40 minutos cinco días a la semana.
“El deporte es un instrumento verdaderamente excepcional para tender puentes entre diferentes culturas. Existe esta hermosa tradición milenaria de decretar hasta treguas, en el entendido de que los Juegos son un espacio de reencuentro de la humanidad. La diversidad enriquece al deporte”.
“Muchas veces desde afuera es difícil entender cómo se borran barreras, dentro incluso de los propios miembros del COI. Usted tiene ahí desde miembros de Casas Reales a deportistas de carrera excepcional o gente que tuvo una trayectoria pública, como es mi caso”.
La centroamericana aseguró que, contra lo que podría pensarse, la política no juega un rol preponderante en el COI.
“Pertenezco a muchas otras organizaciones, y en ellas tengo más dificultades en mi avance a los objetivos, porque la política está muy presente. En el Comité Olímpico la política juega un rol sumamente distante, lo importante es caminar sobre los elementos estratégicos que existen, la agenda 2020+5 que orienta nuestro trabajo (...) sobre esa base es mucho más sencillo ponerse de acuerdo”.
“He vivido tensiones más grandes dentro de las Naciones Unidas que en el COI, pese a que tenemos más de 200 miembros, algo a lo que no llegan las Naciones Unidas”.
Sobre esa base, Chinchilla se erige como una firme defensora de que la política no condicione al mundo olímpico. Los boicots diplomáticos, como el que Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y otros países lanzaron contra Pekín 2022, no son a su entender una buena idea.
“Tokio fue una de las mayores pruebas que ha enfrentado el COI, similar a lo que va a pasar en China, aunque allí llegamos con la experiencia acumulada de Tokio y mostrando un éxito mayúsculo”.
“Hubo tres elementos fundamentales. Primero el liderazgo, el presidente Bach ha ejercido un liderazgo sumamente efectivo, con una gran dosis de sentido común y de sentido diplomático. Es un hombre que logra objetivos sin necesariamente imponer criterios. Ese diálogo permanente con todas las partes fue clave”.
“Lo segundo: Japón fue vital. Yo dudo que esto hubiésemos podido conseguirlo si esas Olimpíadas hubiesen sido organizadas en un país de América Latina, La cultura asiática, más acostumbradas a los manejos de pandemias, con poblaciones civiles muy disciplinadas, ayudó muchísimo a esa colaboración que nosotros queríamos”.
“Y tercero, pese a que muchísimos medios de comunicación no apostaban por el éxito, nos dieron la oportunidad. Los Juegos avanzaron y demostraron su éxito tan contundente”.
Chinchilla cree que la ausencia de público en Tokio 2020 no fue algo negativo, sino congruente con el momento que vivía la humanidad en medio de la pandemia del coronavirus.
“Era un momento de la humanidad en el que el deporte dejaba atrás los elementos más festivos, porque la humanidad no estaba para festividades, y recogía los elementos de solidaridad y de esperanza que son los que Tokio quiso mandar: hay luz al final del túnel, la humanidad organizada puede derrotar al covid. El pueblo japonés entendió el sacrificio al que debía someterse para que los Juegos fueran un éxito”.
Si el COI hizo todo lo posible para que Tokio 2020 fuera realidad, mal podría negarle la oportunidad a Pekín 2022, razonó Chinchilla.
“En Tokio participó gran parte de la familia olímpica, pero aquellos que practican los deportes de invierno también tienen derecho, ¿por qué sacrificar a esa parte de la familia olímpica cuando Toko ya demostró que un excelente alineamiento entre las autoridades olímpicas y las locales podían dar resultados efectivos? Garantizar un buen espectáculo para el mundo y a la vez garantizar la seguridad”.
“Esta decisión de ir a otros Juegos también en Pekín se tomó en 2015 después de corroborar que los Juegos de verano en Pekín habían sido un éxito. El COI no puede cambiar decisiones ya debidamente tomadas porque las tensiones geopolíticas cambian entre regiones y países. Todas las regiones del mundo tienen sus controversias, no quiero minimizar con esto esas tensiones. Aquí estamos hablando del deporte, que no se puede instrumentalizar para cuestiones políticas”.
“Casi cualquier político del mundo sabe que el deporte es un instrumento tan poderoso, tan popular... Pero no genera demasiados réditos políticos, le recuerdo el caso de Brasil, donde la jefa de Estado fue abucheada. En el fondo el éxito de los Juegos Olímpicos no está marcado por lo que hagan las autoridades locales, sino por el éxito de los atletas”.
“Vamos a Tokio concentrados en los grandes valores universales a través de la actividad deportiva, respetando ese carril paralelo que la política y la diplomacia deben jugar. Una cosa es instrumentalizar el deporte en función de intereses políticos y geopolíticos de corto plazo, otra que los gobiernos promuevan políticas públicas en favor del deporte”.
La tensión entre los gobiernos de Joe Biden y Xi Jinping no debería desviar de su camino al olimpismo, enfatizó Chinchilla.
“No sería justo que porque en este momento haya diferencias geopolíticas profundas entre los dos países quizás más poderosos del mundo la humanidad se tenga que perder las imágenes de los Juegos Olímpìcos de invierno de Pekín”.
Chinchilla relató lo difícil que le fue llevar a su país en 2014 el Mundial femenino de fútbol sub 17.
“Me llevé una gran regañada (de) las grandes empresas transmisoras de los eventos deportivos, las grandes televisoras del país”, reveló.
“Si no transmitían el Mundial femenino sub 17 no iban a poder transmitir el Mundial de Brasil. Lo que me dijeron fue ‘nosotros no queremos transmitir el Mundial femenino, porque nadie lo va a ver, porque básicamente, lo que usted hizo es traernos el patito feo de los Mundiales’. Así me lo dijeron”.
“Tuve que subsidiar parte de lo que las televisoras iban a invertir y el Mundial arrancó, y se convirtió en un éxito, de los mejores que la FIFA haya organizado. Le pregunté al presidente de la FIFA como explicaba el éxito. Y me dijo esto: ‘Préstele atención a cómo juegan las mujeres (...) nunca paran de moverse, usted no va a encontrar ninguna mujer que se caiga en la gramilla y que se quede ahí lloriqueando, y eso le gusta a la gradería’. Esa es la gran fortaleza de las mujeres en el deporte, no tenemos derecho a quejarnos, a lloriquear, porque todo nos es mucho más difícil’”.
Chinchilla, involucrada en el tema, destacó la importancia de que más mujeres se sumen al COI
“Vamos a tener cuatro propuestas de nombramientos, van a ir dos mujeres (...) Necesitamos traer más mujeres europeas al COI. Pero para Tokio el 49 por ciento de los atletas fueron mujeres. No se trata solo de los órganos de decisión del COI, sino de que estamos nivelando la cancha al nivel de los comités olímpicos nacionales, de las organizaciones y de los participantes en los Juegos Olímpicos”.