La árbitro Natalie Simon, de 32 años, se ha convertido en la primera afroamericana en obtener una insignia de la FIFA, distinción que la habilita para formar parte de partidos y torneos internacionales.
Si Simon continúa con su progresión, no sería extraño verla en el torneo olímpico de París en dos años y medio y en otros escenarios de la Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf).
“Es como un milagro que haya llegado a este momento. Muchas cosas tienen que encajar. Y un poco de suerte, ya sabes, sabiendo los sacrificios que no solo mis padres, sino mis abuelos y mis bisabuelos, hicieron para que yo tuviera las oportunidades que tengo. Para mí, todo está entrelazado en cuanto a lo que ha pasado mi familia, lo que estoy experimentando ahora y lo que estoy tratando de hacer para las generaciones futuras”, dijo Simon a “Los Angeles Times”.
Nacida en Luisiana, Simon comenzó en el fútbol como jugadora de secundaria en Fort Lauderdale, Florida. Fue a la universidad en Stetson, una escuela privada predominantemente blanca cerca de Orlando donde jugó como delantera. Después de la universidad, se unió a un equipo femenino semiprofesional antes de probar suerte como entrenadora.
En ninguno de los dos oficios ella estimó que encajaba bien, por lo que decidió dedicarse al arbitraje. Con el paso del tiempo fue sumando actuaciones en las diferentes ligas profesionales de hombres y mujeres, en la United Soccer League y National Women’s Soccer League. También se ha desempeñado como cuarto árbitro en juegos de la MLS donde su objetivo es llegar a ser árbitro central.
Hoy ya es una de las únicas cuatro mujeres estadounidenses con la insignia de la FIFA, el rango más alto que puede recibir un árbitro. Apenas la temporada pasada, Tori Pinseau hizo historia como la primera árbitra central de la MLS en dos décadas, y Simon quiere ser la segunda.
En su entrevista con el colega Kevin Baxter, recordó algunos pasajes en su trayectoria.
“No he tenido a nadie con quien realmente identificarme, siempre fui la única persona negra en todos los equipos en los que jugué. Siempre fui la chica negra simbólica. Pasé mucho tiempo preguntándome si pertenecía a esto, pasé la mayor parte de mi carrera preguntándome si era lo suficientemente buena. Creo que muchas personas negras, especialmente las mujeres negras, pueden identificarse con eso”, señaló Simon, consciente de su responsabilidad en el arbitraje y con el pensamiento en futuras generaciones.
“Llevo eso conmigo en el campo. Llevo el peso de eso, saber que las decisiones que tomo pueden afectar lo que suceda en el futuro para otras mujeres negras que vienen detrás de mí”.
Rodney Kenney, entrenador de árbitros y ex entrenador asistente de Simon, dijo que no le sorprende que ella haya llegado tan lejos por lo buena que es, y por su conjunto de habilidades. Kenney contó que en las pruebas muchos de los árbitros tuvieron problemas para mantener su velocidad durante un partido masculino, mientras Simón siguió siendo lo suficientemente rápida
Los aspirantes a árbitros no sólo deben aprobar una prueba escrita de conocimientos sobre el juego, sino que también deben aprobar un examen físico que incluye una serie de sprints de 10 metros y una prueba intermitente para la distancia de alta velocidad de 75 metros. Tampoco hay una asignación de género personalizada en el examen.
O sea que Simon ha conseguido su título no por una “cuota asignada” sino por sus propios méritos. Y ella no quiere ser sólo “un cuarto árbitro”, sino árbitro central en un futuro en un contexto donde para las mujeres oficiales todavía es largo el camino por recorrer en los deportes tradicionalmente masculinos.
“Hay muchos hombres que no están ni cerca de lo que es Natalie”, dijo Kenney.
Kari Seitz es una figura emblemática dentro del fútbol femenil dentro y fuera de los Estados Unidos. Es la árbitra más experimentada del mundo. Participó en cuatro Copas del Mundo de la FIFA para mujeres (1999, 2003, 2007, y 2011) y en cuatro torneos olímpicos (2004, 2008 ,2012 y 2016). Ningún árbitro, hombre o mujer, cuenta con ese curriculum.
En octubre de 2013 se jubiló después de una carrera de 28 años. A petición de la FIFA, en 2016 comenzó a gestionar la formación de árbitros de fútbol femenino en todo el mundo. Seitz habló sobre el significado del nombramiento de Simon.
“La diversidad es inherente al trabajo que hacemos. Los líderes están finalmente reconociendo que la calidad es clave. El género, la raza, la religión y la maternidad no son factores. Con más mujeres modelos a seguir, esperamos tener más árbitros en los Estados Unidos”, comentó.
En septiembre de 2021 Maia Chaka se convirtió en la primera mujer negra en arbitrar un partido de la National Football League. Era sólo la tercera mujer árbitro en la NFL.
Violet Palmer no sólo fue la primera afroamericana árbitro de la NBA, sino la primera oficial en alcanzar el nivel competitivo más alto en cualquier liga deportiva profesional importante de Estados Unidos. En 2014 fue la primera mujer que arbitró un Juego de las Estrellas de la NBA. Y en el 2006 la primera en actuar en un partido de playoffs entre los Indiana Pacers y New Jersey Nets. Una mujer-historia.
Nicole Simon quiere inspirarse en Chaka y Palmer.