Gianni Infantino, presidente de la FIFA, recibió esta semana una serie de fuertes críticas por parte de los países más poderosos del fútbol europeo, durante una tensa reunión en la que el presidente de la UEFA, Aleksandr Ceferin, le pidió que se aleje del “populismo” y le advirtió que su confederación no jugará la Copa del Mundo cada dos años.
“Resumiendo: no vamos a jugar un Mundial cada dos años, pero con gusto jugaremos un Mundial cada cuatro años”, dijo Ceferin a Infantino en el cierre de una intensa reunión virtual de una hora y media celebrada el martes y a cuyo contenido accedió Around the Rings.
El jefe del fútbol mundial se sumó a la reunión, que Ceferin dirigió desde la sede de la UEFA en Nyon, Suiza, para escuchar el rechazo que despierta su proyecto de que el Mundial se juegue cada dos años en vez de cada cuatro, como sucede desde 1930.
Varias de las mayores federaciones futbolísticas del continente -Alemania, España, Italia y Portugal, entre otras- fueron enfáticas en su negativa a apoyar el plan de Infantino. También expresaron su rechazo Finlandia, en nombre de los países nórdicos, Escocia, Suiza y Rumania, entre otros.
La Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) también se opone al proyecto, que podría sin embargo ser aprobado con los votos de las otras confederaciones si Infantino se propusiera avanzar pese a la negativa de Europa y Sudamérica, las dos únicas regiones con campeones del mundo.
“Gracias por los comentarios y las críticas, porque es así como progresamos”, dijo Infantino en el cierre de la reunión, un tanto abrumado por la cerrada negativa de las federaciones y la dureza de los comentarios. “Mi rol como presidente de la FIFA es facilitar el diálogo y la participación, no soy el que decide, los que deciden son ustedes”.
Una de las críticas más reiteradas que recibió Infantino apuntó a su intención de que el Congreso de la FIFA del 20 de diciembre decida en una votación si se aprueba el Mundial bienal.
“Queremos un consenso y un acuerdo con todos los involucrados. Se imaginan lo difícil que es para el presidente de la FIFA este tema. Lo importante es que alcancemos una conclusión común para ese entonces, el 20 de diciembre”, argumentó Infantino.
Ceferin, insatisfecho con la respuesta, contraatacó: “¿Qué pasa si no llegamos a un acuerdo? Porque como miembro del consejo (de la FIFA) tengo también la sensación de que la alternativa es ‘o se llega a un acuerdo o votamos’”.
“Trabajemos juntos. Voy a trabajar con todo mi compromiso y buena voluntad para que nos pongamos de acuerdo”, insistió Infantino.
Ceferin, ya en nombre de las 55 federaciones europeas, redobló entonces la apuesta y le habló directamente a Infantino con una claridad inusitada.
“La propuesta que se nos hizo el 30 de septiembre va directo contra las federaciones, los clubes y las ligas europeas. Para mí es más un proyecto político que futbolístico”.
“Va a canibalizar el fútbol femenino. Si me preguntas, el proceso de consulta no fue un proceso de consulta. No lo es si el 20 de diciembre se transforma en una fecha en la que hay que votar. Te pediría seriamente, seriamente, a ti y a la FIFA, no presionar por un voto, porque eso puede tener consecuencias terribles para el fútbol”.
El jefe del fútbol europeo reflotó el recuerdo de viejos agravios.
“Estamos cansados de que se presente a las federaciones y los clubes europeos como ricos y arrogantes que no se preocupan por el desarrollo del fútbol. Nosotros ayudamos mucho, y estamos listos para ayudar más. Nuestro calendario es diferente al de otras confederaciones que casi no tienen una Liga propia”.
El plan de Infantino afecta a los clubes y a las Ligas de fútbol, pero estos no tienen derecho a voto en la FIFA, hizo notar Ceferin.
“No creo que sea bueno votar. Los clubes y las Ligas no tienen derecho a votar, y esto va en detrimento de ellos. Entiendo que quieres desarrollar al fútbol y hacer a la FIFA más fuerte, pero en mi modesta opinión, compartida por 55 federaciones, no vas a hacer al fútbol mejor ni a la FIFA más fuerte con esto”.
“Resumiendo: no vamos a jugar un Mundial cada dos años, pero con gusto jugaremos un Mundial cada cuatro años. La Copa del Mundo es una gran competición y la respetamos. Por favor, no presionemos por un voto populista, porque esto significará que el fútbol no será mejor, sino mucho peor en el futuro”.
Cuando Ceferin habla de “voto populista” se refiere a la posibilidad de que Infantino se apoye en federaciones más pequeñas y con historia relativamente escasa en Copa del Mundo para sacar adelante su plan.
Recientemente, un grupo de federaciones nacionales que integran la UEFA, algunas de ellas entre las más grandes de Europa, plantearon una idea para frenar a la FIFA: apelar al artículo 18 de los estatutos de la UEFA.
Según confirmó Around the Rings, la propuesta de activar ese artículo por parte de ese grupo de federaciones grandes y medianas de la UEFA implicaría dejar la FIFA. “Juguemos un Mundial con la Conmebol, y que la FIFA tenga suerte”, llegó a escucharse.
El artículo 18 no fue mencionado en la reunión de este martes, aunque tampoco hacía falta: el “no” de Europa fue clarísimo.
El otro gran organismo deportivo que se opone a los planes del presidente de la FIFA es el Comité Olímpico Internacional (COI).
Esta semana, Infantino reaccionó también al endurecimiento público por parte del COI prometiendo que “escuchará” al presidente Thomas Bach, opuesto a su polémico proyecto.
“Escucharemos al presidente del COI y a todas las asociaciones para hacer un análisis profundo”, dijo Infantino durante su visita del lunes a Argentina, escala de una gira latinoamericana en la que promocionó un proyecto en el que asegura no haber creído inicialmente.
“Yo mismo me había negado a realizar una Copa del Mundo cada dos años, porque se trata de modificar un dogma. Pero cuando uno hace un análisis entero, comprende los beneficios que eso atrae”, añadió el jefe del fútbol mundial.
La promesa de Infantino de hablar con Bach llega después de que el COI elevara el perfil y dejara bien clara su molestia con el presidente de la FIFA, que es además miembro del ente rector del olimpismo mundial.
El COI dio dos pasos. El sábado emitió un duro comunicado titulado sin ambigüedades: “El COI apoya los llamamientos a una consulta más amplia sobre los planes de la Copa del Mundo de la FIFA y comparte la preocupación”.
Y el lunes fue más allá al confirmarle a Around the Rings que Infantino no adelantó sus planes a Bach.
“En ningún momento el presidente de la FIFA se puso en contacto con el presidente del COI para discutir estas propuestas”, señaló el portavoz del COI, Mark Adams.
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