Rafael Nadal dice estar convencido de que quedan “un par de años hermosos por delante”, pero su renuncia a seguir jugando esta temporada anticipa eso que millones de fans no querrían que suceda nunca e inevitablemente llegará: un mundo sin él ni Roger Federer.
Hay toda una generación que no sabe lo que es seguir el tenis sin la presencia del español y el suizo, que animan el circuito desde hace dos décadas. Lo cierto es que entre los dos suman ya 75 años, y eso se está haciendo notar.
Federer confirmó esta semana, días después de cumplir 40 años, que deberá volver a operarse de la rodilla, que ya fue intervenida dos veces en el último año y medio. Nadal vuelve a tener problemas en su pie izquierdo y este viernes anunció que no jugará el US Open, que comienza el 30 de este mes.
“Llevo un año sufriendo más de lo que debería con mi pie”, se lamentó el español, cuatro veces campeón del Abierto de los Estados Unidos.
“Es un año que me he perdido cosas que me importan mucho, como Wimbledon, como son las Olimpiadas, como va a ser ahora el Abierto de Estados Unidos, como muchos otros eventos que son también importantes para mí. Y en vista de que durante este último año no he tenido la capacidad de poder entrenarme y prepararme y competir de la manera que realmente me gusta hacerlo, llego a la conclusión que lo que necesito es un tiempo para recuperarme”, explicó.
La relación de Nadal con su pie izquierdo es ciertamente peculiar. En 2005 su médico le dijo que no podría seguir jugando al tenis, y el español llegó a imaginarse un futuro como golfista. En los 16 años desde entonces conquistó 20 títulos de Grand Slam, entre ellos la inimaginable cifra de 13 Roland Garros.
Nadal padece una enfermedad congénita en el pie izquierdo, la displasia de Müller-Weiss, provocada por la deformación del escafoides del pie, hueso en el que se insertan múltiples estructuras tendinosas y ligamentosas, como el tendón tibial posterior. Desde 2005 utiliza unas plantillas para aliviar el problema.
“Voy a hacer lo que haga falta para recuperar la mejor forma posible para seguir compitiendo por las cosas que realmente me motivan. Quedan un par de años hermosos por delante, voy a trabajar fuerte para seguir disfrutando de este deporte un tiempo más”, aseguró Nadal.
La renuncia de Nadal y Federer a seguir jugando en 2021 le abre el camino al serbio Novak Djokovic, que fracasó en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en su intento de pavimentar el camino a un Golden Slam.
El número uno del mundo tiene, sin embargo, la posibilidad de ganar el mes próximo el US Open y, así, conquistar el Grand Slam, los cuatro grandes torneos en una misma temporada, algo que el tenis no conoce desde que el australiano Rod Laver lo hiciera por segunda vez en 1969.
Si Djokovic ganara en Nueva York, superaría además a Federer y Nadal, con los que empata en 20 títulos de Grand Slam conquistados.
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