A los 43 años Raúl Valdés hizo realidad su sueño olímpico pero no con la selección nacional de su país.
“Para mí es un orgullo representar esta bandera, un país que me abrió las puertas y no duraría en volverlo hacer una y mil veces. Gracias Dominicana” escribió el pitcher oriundo de La Habana, en las redes sociales.
El jugador había dejado Cuba en 2003 con rumbo a República Dominicana donde brilló en todos estos años en el campeonato profesional local y con incursiones en las Grandes Ligas estadounidenses.
La medalla de bronce conseguida por los dominicanos en el torneo olímpico de béisbol de Tokio fue la primera presea para esa nación caribeña en deportes colectivos en Juegos Olímpicos.
El tricampeón olímpico Cuba no logró clasificar para ese certamen…pero había un cubano.
Un día antes de la clausura Valdés cerraba con un metal olímpico la faena de la “legión extranjera” cubana en los Juegos.
Veintidós deportistas nacidos en Cuba compitieron en Tokio por otros 10 países, la mayoría de ellos desarrollados dentro del sistema deportivo de la isla, y protagonizaron una buena actuación durante las más de dos semanas de competencias.
Una medalla de oro conquistada por el naturalizado portugués Pedro Pablo Pichardo en triple salto, y cuatro medallas de bronce fue el principal saldo de este contingente.
Pichardo fue recibido por casi un centenar de personas y una banda de música en el aeropuerto de Lisboa, un ambiente bien distinto al que encontró un día de abril de 2017 poco despuٞés de desertar de una delegación cubana en Alemania. Entró por esa misma terminal aérea sin ser advertido y con dudas.
“Mi única forma de agradecer la forma en que este país me ha recibido es trayendo medallas y grandes resultados. No esperaba ser elegido por el Comité Olímpico de Portugal para llevar la bandera en la ceremonia de clausura. Seguiré trabajando para ganar más medallas, ya sean olímpicas, mundiales o europeas. Espero ser recibido de esta manera nuevamente dentro de tres años” dijo.
Las otras preseas de bronce, además de la de Valdés, fueron conquistadas por el boxeador Loren Berto Alfonso, el luchador Abraham Conyedo y el karateca Ariel Torres.
Alfonso compitió por Azerbaiyán país al que ya había representado en los últimos Juegos Europeos en 2019 donde ganó el oro en los 81 kg. En Tokio fue eliminado en semifinales ,en una cerrada pelea, por su coterráneo y al final campeón olímpico, Arlén López.
Fue esta la segunda pelea entre cubanos en el boxeo olímpico luego de la disputada entre Julio César la Cruz y el nacionalizado español Emmanuel Reyes en los cuartos de final de los 91 kg, con victoria del primero.
Alfonso se mudó de Cuba a Azerbaiyán en 2017 para mejorar sus posibilidades de competir en eventos internacionales de acuerdo a declaraciones recogidas en el sitio oficial Tokio 2020.
“Yo era el número tres en Cuba, pero sólo porque el que era considerado el número dos participaba más en competencias que yo. Sin embargo, nunca he perdido contra él. Crecí en una familia pobre. Necesito apoyarla.
“El salario aquí, en Azerbaiyán, es normal, me alcanza. Le envío dinero a mi madre y mi hija en Cuba. Fue por el bien de mi familia que acepté estar lejos de ella. Es difícil no ver a mi hija , pero tiene que ser así” .
Alfonso es de Pinar del Río, la provincia más occidental de Cuba, al igual que Lorenzo Sotomayor, el otro púgil cubano que fue subcampeón olímpico por Azerbaiyán en Río 2016 y que ahora perdió su primera pelea.
En representación de Italia, Abraham Conyedo ganó bronce en la división de 97 kg de la lucha libre tras vencer al rumano Albert Saritov, perder con el estadounidense Kyle Snyder y derrotar posteriormente al canadiense Jordan Steen y al turco Suleyman Karadeniz.
En 2010 con 16 años fue medallista de plata en los I Juegos Olímpicos de la Juventud de Singapur, en la categoría de los 100 kg, como integrante de la delegación de Cuba.
Conyedo aterrizó en Roma en 2017 y en 2019 recibió su nueva nacionalidad y así unirse en el equipo italiano con el veterano luchador cubano y multicampeón europeo y mundial, Frank Chamizo, bronce olímpico en Río 2016, y que en Tokio fue eliminado de las preseas por el estadounidense Kyle Dake.
Ariel Torres se fue de Tokio con una medalla de bronce histórica: es el primer atleta de Estados Unidos en ganar una presea olímpica en karate, un deporte que hizo su debut en los Juegos. En la disputa de ese metal el cubano derrotó a la leyenda de este arte marcial, el venezolano Antonio Diaz.
Torres anunció que los 15,000 dólares que recibirá del Comité Olímpico y Paralímpico de EE.UU por su presea de bronce, se los dará inmediatamente a sus padres que lo trasladaron desde Cuba a Estados Unidos cuando tenía cuatro años. Primero se instalaron en Newark, Nueva Jersey y luego marcharon al sur de Florida.
De niño Torres solía vestirse con su uniforme de kárate y pararse en los semáforos en Hialeah, FL, mientras su padre sostenía un cartel con la inscripción “Donaciones para la competencia de kárate”.
“Tenía un frasco y la gente echaba un dólar, 25 centavos, lo que pudiera. Hacíamos eso durante horas y horas a la semana, tratando de acumular el dinero para ir a las competencias en Carolina del Norte desde Florida. Hubo momentos en que ni siquiera podíamos comer porque estábamos enviando todo el dinero hacia el karate, así que fue difícil " dijo Torres de acuerdo a teamusa.org.
El resto de la expedición “internacional” cubano no subió al podio pero una buena parte estuvo cerca. Incluso hasta eliminados en su primera presentación como la boxeadora Yarisel Ramírez, escribió su historia.
Ramírez, oriunda de Guantánamo y miembro del Team USA, perdió en su debut ante la croata Nikolina Cacic en los 57 kg, sin embargo se convirtió en la primera púgil de origen cubano en competir en Juegos Olímpicos, luego de haberlo hecho en los Juegos Panamericanos de Lima en 2019 donde logró un bronce.
Este mérito se le propició porque en su país natal todavía el boxeo femenino no está reconocido oficialmente por las autoridades.
No obstante la tradición del boxeo en la Isla el mundo sigue sorprendido con este veto del que se ha vuelto a hablar en estos días tras la buena faena de los boxeadores cubanos en el reciente torneo olimpico.
Los púgiles conquistaron cuatro medallas de oro que determinaron la ubicación de Cuba en el lugar 14 en el cuadro de preseas por países.
En total los cubanos acumularon siete doradas con los aportes de la lucha grecorromana (2) y el canotaje (1).