Cuando las luces y el ruido del estadio se apagan tras la victoria, queda la medalla ganada. Y, en el caso de Jasmine Camacho-Quinn, campeona olímpica de los 100 metros vallas, 50.000 dólares que le permitirán comprarse una nueva casa.
El Comité Olímpico de Puerto Rico (COPUR) había anunciado a principios de julio el escalafón de premios para los atletas ganadores de medallas en los Juegos de Tokio 2020. Los ganadores de plata y bronce obtendrán 30.000 y $20.000 dólares, respectivamente. El oro, 50.000.
“No lo sabía.Sólo estaba contenta de ganar el oro. No lo hice por el dinero, pero lo cojo. Voy a ir de compras por una casa. Eso es lo que haré”, dijo la campeona olímpica previo a una sesión de fotos en un templo de la capital tokiota
Esta es la tercera vez que el Copur hace entrega de un bono extra a los deportistas.
Tras los Juegos de Río 2016, la tenista Mónica Puig recibió similar cantidad.El próximo 13 de agosto se cumplirán cinco años de su sorpresivo título olímpico en canchas cariocas. Una lesión la apartó del camino a Tokio.
El Copur también hizo lo mismo con el luchador Jaime Espinal (plata) y el vallista Javier Culson (bronce), galardonados por Londres 2012.
La presidenta del Copur, Sara Rosario, aclaró que le entregarán a Jasmine un cheque simbólico durante un acto, aún sin fecha, y luego le depositarán el dinero en su cuenta
Jasmine Camacho-Quinn es la mujer del momento en Puerto Rico.
Quería ser medallista de oro, y pudo serlo por Estados Unidos, pero prefirió la tierra natal de su madre.
Camacho-Quinn era una estudiante atleta condecorada en la Universidad de Kentucky, de podio permanente en los mítines interuniversitarios y con grandes opciones de clasificar en el equipo olímpico estadounidense, pero apostó por representar a la isla por primera vez en los Juegos Olímpicos de 2016 .
Entonces las cosas no le salieron bien. Durante las semifinales, la velocista de 19 años, tropezó con varias vallas al final de la carrera y fue descalificada.
Cinco años después su sueño se hizo realidad en el flamante Estadio de Tokio.
Dio a Puerto Rico la segunda medalla de oro de su historia en unos Juegos Olímpicos. Fue la primera presea dorada en atletismo para una delegación boricua.
Resultó la décima presea (seis en boxeo, dos en atletismo, una en tenis y otra en lucha) para un atleta puertorriqueño en Juegos Olímpicos y segunda para una mujer de manera consecutiva.
Su galardón aúreo fue el primero de su actual delegación en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Además, es la primera vez que Puerto Rico gana al menos un metal en tres Olimpiadas seguidas. En Londres 2012, Espinal tuvo plata en lucha, sumada a la mencionada de Culson.
La actuación de la estelar corredora se produjo en un contexto histórico en que el equipo de Estados Unidos aterrizó en Tokio con la estela de haber barrido con las medallas en ese evento de las vallas en Río 2016 y ganado ocho de las 12 medallas desde 2004.
Camino a su coronación, Camacho-Quinn había establecido en semifinales record olímpico (12.26) , antes de batir en la final a la norteamericana y recordista mundial Kendra Harrison. En la temporada había ganado 12 de 13 carreras.
Es la primera mujer y deportista puertorriqueña de todas las disciplinas de marcas y tiempo en realizar un record olímpico.
A pesar de no haber nacido en la isla, Camacho-Quinn ha enviado con su victoria una poderosa señal de identidad nacional.como suele suceder en Puerto Rico a través del deporte. Y los puertorriqueños la han recibido como orgullo criollo con su mensaje alentador mientras se resarcen de los devastadores desastres naturales y enfrentan los efectos de la terrible pandemia
La madre de Camacho-Quinn nació en Trujillo Alto, Puerto Rico, lo que hizo elegible a la nueva campeona competir por la isla.
Su madre, María Milagros Camacho, era velocista y saltadora de largo, mientras que su padre, James Quinn, también compitió en vallas.
La estrella de las vallas, oriunda de Carolina del Sur, es hermana de Robert Quinn, jugador de los Chicago Bears.
“Una vez que me enteré de que podía correr por Puerto Rico y representar parte de mí, mi madre, lo que ella pasó en la vida, estoy haciendo esto. Estoy representando no sólo a mi madre, sino a mi familia”, expresó la atleta
El triunfo de Camacho-Quinn ha tenido también impacto en la comunidad afrodescendiente de la isla: nunca antes un atleta afro-puertorriqueño había obtenido una medalla olímpica de oro.
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