Un cubano emigrado a España ha lanzado una seria advertencia en el ring del Kokugikan.
“Mis respetos…pero aquí he venido arrancar cabezas” ha declarado Emmanuel Reyes después de batir al kazajo Vasily Levit.
El aviso tenía como destinatario otro cubano, que es, además, campeón olimpico, cuatro veces campeón del mundo y una de las principales figuras del pugilismo olímpico: Julio César La Cruz, su viejo conocido de La Habana.
Reyes nunca pudo vencerlo mientras compartían en Cuba la división de los semipesados.
El hispanocubano sigue eufórico después de noquear en el segundo asalto a Levit que no es un kazajo cualquiera. El oriundo de Fyodorovka, una aldea al norte de Kazajstán, es subcampeón olímpico de Río 2016 y ganó dos medallas de bronce en el Campeonato Mundial de AIBA de 2017 y 2019.
Los puños del habanero provocaron una escena insual: ver en la lona ,escuchando el conteo de 10, a un ex soviético derribado por alguien de otros confines.
“Aquí está el tifón dando palos” repite Reyes quien estuvo en la preselección nacional de su país poco antes de su salida hacia Europa hace cinco años.
“Yo quiero la medalla de oro para España que me ha dado esta oportunidad de ser olímpico” dice “El Profeta”, mote con el que lo ha bautizado la prensa española.
En la misma velada de octavos de final del torneo olímpico de Tokio , La Cruz, a quien llaman “La sombra” por su estilo escurridizo y arriesgado, dispuso fácilmente del kenyano Elly Ajowi Ochola .
El cubano es el capitán del equipo nacional y cuenta también en su carrera con los máximos títulos de los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, Toronto 2015 y Lima 2019. En ese año fue proclamado el mejor deportista de las Américas por la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales.
La Cruz (31 años) y Reyes (29) se enfrentarán este viernes en los cuartos de final de los 91 kg. Quien salga perdedor se queda sin presea.
Es la segunda vez que dos cubanos suben a un ring olímpico en una situación similar.
En los cuartos de final del torneo de Rio 2016, Lorenzo Sotomayor en representación de Azerbaiyán, venció a Yasniel Toledo, de la expedición de La Habana.
Sotomayor, que compitió en Cuba en los campeonatos nacionales con su provincia, Pinar del Río, obtuvo la primera medalla de plata olímpica para el boxeo de su nuevo país adoptivo.
La pelea de este 30 de julio ha despertado gran expectación en España y Cuba.
La última vez que España consiguió una medalla olímpica en el cuadrilátero fue en Sidney 2000 cuando se colgó la plata con el peso minimosca Rafael Lozano, hoy entrenador principal de la selección ibérica.
De los cuatro púgiles que presentó España, tres se mantienen en pie: Reyes, Gabriel Escobar (52 kg) y Gazi Jalidov (81 kg) quien llegó de Rusia en 2004 con 10 años.
Desde los Juegos Olímpicos de Munich en 1972, Cuba agradece al boxeo, un deporte con tradición histórica en la isla desde hace 100 años, su ubicación final en el cuadro de medallas por países.
Para Tokio el panorama no ha cambiado. Incluso podría presentarse más tenso con el envío de su delegación más reducida desde México 68 y una primera semana de los Juegos con apenas una medalla de bronce, en el taekwondo.
Las autoridades cubanas establecieron el pronóstico de quedar entre las 20 primeras naciones en dependencia de las actuaciones en el boxeo, el atletismo y la lucha grecorromana.
En Río de Janeiro hace cinco años los cubanos lograron tres oro en boxeo, un número que esperan reeditar en la capital nipona.
En Tokio Cuba mantiene en acció a los siete boxeadores que presentó, clasificaciones otorgadas por el Task Force del COI de acuerdo al ranking internacional, formato al que se recurrió tras las suspensiones por la pandemia de covid -19, del Preolímpico de las Américas que debía celebrarse en Buenos Aires y del Preolímpico Mundial en París.
En su lugar la capital francesa organizó como cierre del proceso clasificatorio la reanudación del Preolímpico Europeo interrumpidoen Londres por contagios de coronavirus entre algunos participantes.
A pesar de estas medidas emergentes del Task Force – que reemplazó a la AIBA sancionada AIBA por el COI -participaron en Tokio 36 hombres y siete mujeres con experiencia profesional pero con escasísimos combates. Veintitrés de los 43 designados tenían menos de tres peleas como rentados.
Algunos firmaron contratos durante la pandemia tras la postergación un año de los Juegos Olímpicos, como los estadounidenses Duke Ragan, Keyshawn Davis y Troy Isley.
En Río de Janeiro en 2016 sólo estuvieron tres profesionales.
En el Clasificatorio de París “El Profeta” Reyes cumplió con su profecía, al asegurar su ticket olímpico luego de su odisea de cinco años atrás.
Reyes quería dejar de ser el número dos (o el tres) en el ranking de la preselección cubana. En 2016 salió de Cuba con rumbo a Rusia, un país donde no le exigen visados a los de la isla caribeña. Quería llegar a La Coruña, España, donde vivían familiares.
Voló a Moscú y después a Bielorrusia adonde se había desplazado su tio desde Galicia.para ayudarlo con los trámites para poder entrar en la Unión Europea. Allí estuvo durante un mes sin solución y se regresó a la capital rusa para encerrarse en un cuarto por cuatro meses por temor a ser detenido como emigrante ilegal.
Según ha contado, de Rusia viajó hasta Austria y permaneció dos meses en un centro de refugiados hasta que lo enviaron a Alemania donde intentó cruzar hacia Francia en un omnibus. Fue detenido en la frontera y lo volvieron a encerrar en Alemania.
Ocho semanas después, de nuevo fue remitido a Austria. Estaba ya obstinado, y apostó al riesgo de tomar un vuelo a Barcelona…Y llegó sin ningún problema. Ya luego puso rumbo a La Coruña.
El púgil recién llegado a través de boxeadores que conocía entró en contacto con la Federación Española, que le abrió las puertas y sus gimnasios, y el camino hacia la naturalización por medio del Consejo Superior de Deportes.
En enero de 2020 se le concedió la nacionalidad española. ”España ya es mi país. No soy un desagradecido con Cuba, donde me formé como boxeador, pero crezco como persona aquí” dijo a la prensa ibérica poco después.
En cuestión de horas sobre el ring instalado en uno de los templos de Sumo de Tokio, se sabrá quién de los dos cubanos tiene la cabeza bien puesta.