TOKIO - Los ojos del mundo están puestos en los Juegos Olímpicos de Tokio, pero con los de invierno de Pekín 2002 a menos de siete meses de distancia, crece la presión sobre el Comité Olímpico Internacional (COI): cuatro miembros del Congreso de los Estados Unidos le piden al presidente Thomas Bach que postergue los Juegos en China.
”Ninguna Olimpiada debe celebrarse en un país cuyo gobierno está cometiendo genocidio y crímenes contra la humanidad”. La frase forma parte de una carta que el senador Jeff Merkley y el representante James P. McGovern, ambos del Partido Demócrata y presidente y copresidente, respectivamente, de la Comisión bipartidista y bicameral del Congreso sobre China, enviaron a Bach.
A ambos demócratas se les unieron en la carta los comisarios de la CECC, el senador Marco Rubio y el representante Christopher Smith, ambos ex presidentes de la CECC y republicanos.
”Esta acción también redundaría en beneficio de los atletas”, dijeron los comisionados del CECC. “Nos parece injusto que el COI obligue a los atletas a sacrificar su conciencia para perseguir sus objetivos competitivos, o viceversa”.
La carta que los políticos estadounidenses enviaron a Bach es fuerte en varios párrafos, y no se priva de indicarle al presidente del COI lo que ellos creen que debería hacer el organismo que dirige.
”Creemos que se reflejaría muy mal en el movimiento olímpico, y en la comunidad internacional en general, si el COI procediera a celebrar los Juegos Olímpicos en un país cuyo gobierno está cometiendo genocidio y crímenes contra la humanidad como si no pasara nada. Seguir como hasta ahora es un consentimiento implícito y sugiere que el COI no ha aprendido nada del uso que el gobierno chino hizo de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 para conseguir victorias propagandísticas y distraer la atención de su terrible historial de derechos humanos”.
“El COI va camino de sentar un oscuro precedente en el que el comportamiento de los futuros gobiernos anfitriones de las Olimpiadas no se vea limitado por la atención internacional que proporcionan los Juegos Olímpicos”.
Los cuatro políticos americanos aprovechan la postergación de Tokio 2020 por un año debido a la pandemia del covid-19 para decirle a Bach que no le sería tan complejo hacer lo mismo con Pekín 2022.
”El 24 de marzo de 2020, cuatro meses antes del comienzo previsto de los Juegos Olímpicos de Verano de 2020, anunció conjuntamente con el gobierno japonés el aplazamiento de los Juegos de Tokio debido a la pandemia del COVID-19. Esto demuestra que el COI es capaz de orquestar un aplazamiento de los Juegos Olímpicos con poca antelación. Si los Juegos Olímpicos se pueden aplazar un año por una pandemia, también se pueden aplazar un año por un genocidio”.
Mark Adams, portavoz del COI, ya reaccionó el sábado a la carta, y restó importancia al asunto:
“Si es la carta de la que creo que estamos hablando, sí hemos recibido una carta. Recibimos muchas peticiones de este tipo. Para nosotros, los Juegos son un símbolo importante de la no discriminación de derechos, etc., y estamos decididos a garantizar que se respeten los derechos en el contexto de los Juegos. Ese es nuestro papel. El papel de los gobiernos y otras organizaciones internacionales es ocuparse de cuestiones más amplias y, obviamente, les animamos a que lo hagan. Por supuesto, responderemos a esa carta en un futuro próximo, me imagino”.
A la presión sobre el COI, los parlamentarios estadounidenses suman la presión sobre las empresas de su país que forman parte del programa de patrocinio TOP, esencial para la salud financiera del COI.
“La Comisión ha invitado a esta audiencia a las empresas con sede en Estados Unidos que patrocinan los Juegos Olímpicos a través del Programa de Patrocinio Olímpico (TOP ) del COI para que aborden cómo pueden aprovechar su influencia para insistir en mejoras concretas de los derechos humanos en la República Popular China y cómo gestionarán los riesgos materiales y de reputación que supone estar asociados a unos Juegos Olímpicos celebrados en medio de un genocidio.”
La audiencia se celebrará este martes 27, y a ella están invitados varios altos responsables de importantes empresas: David Holyoke, Jefe de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en Airbnb; Paul Lalli, Vicepresidente Global de Derechos Humanos en The Coca-Cola Company; Steven R. Rodgers, Vicepresidente Ejecutivo y Consejero General en Intel Corporation; Sean Mulvaney, Director Senior de Relaciones Gubernamentales Globales y Políticas Públicas en The Procter & Gamble Company; Andrea Fairchild, Vicepresidente Senior de Estrategia de Patrocinio Global en Visa Inc.