(ATR) Hoy justo hace 20 años, terminaba la “era Samaranch” y comenzaba la “era Rogge”.
No pocos seguidores del mundo olimpico estiman que el español Juan Antonio Samaranch y el belga Jacques Rogge, cada cual con sus estilos, hubieran seguido una similar hoja de ruta a la diseñada por el alemán Thomas Bach por tratar de salvar los Juegos Olimpicos frente al embate letal de la imprevista pandemia mundial.
“Creo que ninguno de los dos tampoco hubiera tirado la toalla” comenta un veterano funcionario olimpico.
El 16 de julio de 2001, en la Sala de las Columnas de la Casa de los Sindicatos en Moscú, Samaranch, luego de una presidencia de 21 años, pasaba el batón a Rogge. El mismo sitio y el mismo dia, que en 1980 el catalán habia tomado las riendas del Movimiento Olimpico Internacional en lugar de Lord Killanin.
En ese entonces, tres dias antes de inaugurarse los boicoteados XXII Juegos Olimpicos, Samaranch lideró ampliamente los sufragios con 44 votos frente al suizo Marc Hodler (21), el canadiense James Worrall (6) y el alemán Willi Daume (5).
El cirujano Rogge con 59 votos se impuso en segunda ronda al sudcoreano Un Yong Kim (23), al canadiense Richard Pound (21) y al húngaro Pal Schmitt (6) luego de liderar la primera vuelta (46) en la que quedó eliminada la estadounidense Anita L. DeFrantz, que sería la primera mujer en enrolarse en unas elecciones por la presidencia.
Entre los nuevos miembros del COI escogidos en Moscú figuraría Juan Antonio Samaranch junior, entonces vicepresidente de la Unión Internacional de Pentatlón Moderno. Lo acompañaron Timothy Tsun Ting Fok (Hong Kong), Issa Hayatou (Camerún), Randhir Singh (India), John Dowling Coates (Australia) y Els Van Breda Vriesman (Holanda).
La Casa de los Sindicatos, cerca del Teatro Bolshoi, acogió el histórico anuncio pero las jornadas de la 112 Sesión del COI se celebraron en un conocido hotel, a cuatro kilómetros, con más facilidades operacionales para el COI.Allí, tres dias antes, Beijing confirmaría su esperada proclamación como sede de 2008.
Fue un proceso de selección que contó con 10 ciudades en un inicio: Bangkok (Thailandia), Beijing (China), El Cairo (Egipto), La Habana (Cuba), Estambul (Turquía), Kuala Lumpur (Malasia), Osaka (Japón), París (Francia), Sevilla (España) y Toronto (Canadá).
Samaranch estaba muy satisfecho con el triunfo de Rogge como el octavo presidente del COI.
Más de un millar de periodistas fueron acreditados. Yo me contaba entre los escasos enviados desde América Latina presentes. “El COI tendrá que hacer los cambios necesarios a tono con los que se originan en la sociedad” dijo Rogge en sus primeras declaraciones.
“Dejamos un COI más fuerte que nunca y lamento no haber realizado hace 10 años las reformas hechas en el 2000. Todas las crisis tienen su lado positivo y la de Salt Lake nos permitió cambiar.”dijo por su lado Samaranch, nombrado presidente honorario vitalicio, al igual que el belga lo sería después.
“No estaré en el Ejecutivo, pero si algún día me citan participaré, un ex presidente no debe ser una sombra.”
Rogge estaría 12 años al frente del COI antes de ser relevado por Bach en 2013, tras un periodo relativamente estable, en el que abarcó tres Juegos Olimpicos de Verano y tres de Invierno, y fundó los Juegos Olimpicos de la Juventud, como su legado más perdurable.
Mantuvo mano dura contra el dopaje, y luchó contra las apuestas ilegales en el deporte y las violaciones de la ética y continuó en el refuerzo de las finanzas del COI. Bajo su presidencia Suramérica recibió por primera vez unos Juegos Olimpicos, Instituyó un límite de 10.500 atletas y 28 deportes para los Juegos de Verano y logró se incluyera el golf y el rugby a partir de 2016 al igual que el boxeo femenino en Londres 2012 una disciplina que no era vista con buenos ojos por su predecesor.
Rogge también se desmarcó del hábito de calificar a los Juegos Olimpicos como “los mejores” al final de cada versión. : “Que la historia sea el juez” decía.
De similar forma se condujo Bach al término de la versión de Rio de Janeiro. Sin embargo para los de Tokio, la trascendencia de su celebración frente a la complicada realidad actual, ya se anticipa que serán nombrados “históricos”.
Escrito por Miguel Hernandez