Los Juegos de Tokio 2020 marcan el final del español José Perurena al frente de la Federación Internacional de Canotaje (ICF) tras tres mandatos consecutivos. Y puede decirse que Perurena se despide innovando.
Este sábado en el Canal Sea Forest, en la zona de la Bahía de Tokio en la reunión con los representantes de 51 paises que competirán a partir del lunes en el evento de sprint de canoa y kayak, Perurena adelantó su voluntad de cooperación con quien sea elegido como nuevo presidente. Este martes 3 de agosto se cierra el plazo de presentación de candidaturas, y el 6 de noviembre es la elección.
Pero lo más relevante esta semana para el directivo europeo ha sido el debut olímpico de la canoa para mujeres del slalom, luego de una larga campaña para poner en práctica la política del COI de paridad de género.
Fueron 22 competidoras las que hicieron historia. Sólo cuatro tenían experiencia olímpica: Jessica Fox (Australia) , Ana Sátila (Brasil), Luuka Jones (Nueva Zelanda) y Viktoria Us (Ucrania).
El circuito de las pruebas de hombres era el mismo para las mujeres y ellas lo han cubierto sin dificultad.
“Evidentemente, con una diferencia de tiempo como pasa en el atletismo, pero técnicamente igualados” asegura el federativo oriundo de Madrid.
Las competencias en el Centro Kasai Canoe Slalom concluyeron el viernes, para dar paso en 72 horas a las competiciones de sprint en otro escenario.
“No hemos tenido una sola reclamación… ha sido una gran competencia”, dice Perurena, que considera esa instalación “la mejor del mundo”
Para la de sprint se utilizará el mismo escenario del torneo olímpico de remo recien finalizado.
El programa olímpico de slalom terminó con cuatro países diferentes con las medallas de oro: Eslovenia, Alemania, Australia y la República Checa. Siete países ganaron medallas, con Alemania a la cabeza con cuatro, y Australia y la República Checa, dos cada uno.
La gran sorpresa de la semana fue la actuación de la selección francesa, que no obtuvo presea por primera vez desde que el deporte regresó al programa olímpico en 1992.
La figura destacada fue la australiana Jessica Fox con dos medallas, oro en la canoa y bronce en kayak. Tuvo el reto de remar en dos embarcaciones distintas con dos técnicas distintas, remando sentada en una, y de rodillas en otra.
Perurena llegó el 18 de julio a Tokio junto a la delegación olímpica española y este domingo termina con los controles diarios anti-covid de pruebas de saliva y toma de temperatura, pero continuará con una aplicación de rastreo en su móvil.
“Entre los competidores del slalom no ha habido ningún caso de contagio”, precisa.
El número de competidores de la próxima semana será record -“nunca habíamos pasado de los 50”-, algo llamativo si se tiene en cuenta el temor a la pandemia
“Para un atleta –aclara- era una frustración estar trabajando cinco años para que luego se decida suspender. Es verdad que se compite sin público, pero las condiciones que tienen en el agua son óptimas”.
“El público en nuestras disciplinas no influye mucho. En el evento de sprint por ejemplo el espectador está a más de 80 metros de la primera línea. Cuando vas “paleando” estás concentrado en aplicar tu estrategia, al público ni lo oyes”.
“Un grupo de atletas del slalom vino a verme para dar las gracias por la lucha en mantener los Juegos. Pudieron hacer su historia, unos con sus medallas, otros con sus diplomas olímpicos y otros por el simple hecho de participar”.
Perurena fue competidor en kayak en los Juegos Olímpicos de México 1968, y desde 1988 a la fecha ha estado en todos los Juegos Olímpicos en condición de directivo.
Dice que el calor en Tokio se esperaba, aunque estos dias se hizo más sofocante por el anticiclón que precedió al tifón. Considera que a su deporte, por estar en contacto con el agua y contar con cierta brisa, la alta temperatura no le afecta tanto como al tenis por ejemplo.
Para el Presidente de la Federación Internacional de Canotaje los Juegos han sido “escrupulosamente montados” y en las áreas de su deporte “no ha habido un sola queja”.