Quién era Elías Masri, el empresario que murió por coronavirus y volvió a la Argentina embalsamado desde Nueva York en un vuelo de repatriados

Tenía 91 años y había fundado su emporio a pocas cuadras del Times Square, en pleno distrito de moda neoyorquino. Su cuerpo regresó el 18 de abril en un vuelo de Aerolíneas Argentinas, pero autoridades sanitarias identificaron irregularidades en el traslado: no se habían especificado las razones de su muerte

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Elías Masri había fundado en Buenos Aires en la década del cincuenta su empresa de bienes raíces Falcón Propiedades. Murió el 7 de abril por una insuficiencia respiratoria causada por Covid-19

Elías Masri murió el 7 de abril de 2020 a sus 91 años. Sus últimos momentos los vivió en su casa, un piso ubicado en la intersección de la calle 47 y la Segunda Avenida de Nueva York, Manhattan. Allí, en la zona más afectada del país más golpeado por el coronavirus, falleció un hombre de edad avanzada que califica en la definición “grupo de alto riesgo”. Su cuerpo no fue cremado: la religión judía que profesaba así lo juramenta. Una casa funeraria radicada en la calle Madison lo embalsamó y les entregó a sus familiares un certificado de defunción. En la primera hoja, indicaba que había fallecido por causas naturales. Al reverso, el documento precisaba la razón certera: “colapso respiratorio por COVID-19”.

Elías Masri era argentino. El obituario que publicó The New York Times decía: “Sus restos descansarán en Argentina”. Su familia quería recuperar el cadáver para rendirle honores en su patria. Dos días después del deceso, consultó a la compañía aérea Baires Fly la posibilidad de traer el féretro en un viaje privado con destino a Buenos Aires. Antes debían gestionar los permisos y las autorizaciones con la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). Su condición etaria y su lugar de residencia podían levantar sospechas. En el protocolo debían corroborar que la certificación médica no le asignara causas de muerte a una enfermedad infectocontagiosa. En el intercambio de documentación se detectó la razón del fallecimiento: insuficiencia respiratoria por coronavirus. Por lo tanto, el traslado quedaba cancelado.

Dos días después de su
Dos días después de su muerte, una publicación en The New York Times

Doscientos cuarenta y tres argentinos que habían quedado varados en Estados Unidos por la explosión de la pandemia regresaron en un vuelo de Aerolíneas Argentinas la noche del sábado 18 de abril. Era un vuelo coordinado por Cancillería con un grupo de repatriados. En la bodega, viajaba el cuerpo de Elías Masri. Estaba herméticamente sellado en su féretro, de modo que, según transmitieron autoridades sanitarias, los riesgos de contagio eran nulos. Funcionarios de Sanidad de Fronteras de Ezeiza identificaron irregularidades en la documentación presentada y la negaron a un familiar retirar el cadáver: habían advertido que el traslado era inapropiado por tratarse de una víctima del coronavirus.

“Por reglamentación interna, Aerolíneas bajo ninguna circunstancia puede transportar un cuerpo que sea sospechoso de tener una enfermedad infectocontagiosa. Jamás se hubiera podido hacer este traslado si la documentación se hubiera presentado de manera correcta", afirmaron voceros de Aerolíneas Argentinas. Por el momento, el ataúd quedó aislado en un sector del aeropuerto y desde el Ministerio de Salud realizaron una denuncia judicial en los tribunales federales de Lomas de Zamora. La investigación determinará si fue negligencia o delito, y si hubo o no intervención de la familia Masri.

El recuerdo de Sofía, una
El recuerdo de Sofía, una de sus nietas, en su cuenta de Instagram. "Te amo para siempre", le dedicó

Elías fue un próspero empresario. El 22 de mayo iba a cumplir 92 años. De oficio abogado egresado de la Universidad Nacional del Litoral, dedicó su carrera profesional a los bienes raíces. Y le fue bien. A comienzos de la década del cincuenta, fundó Falcón Propiedades, una empresa creada para administrar, alquilar y vender bienes raíces comerciales y residenciales en la Ciudad de Buenos Aires. “Elías Masri encabezaría una nueva forma de hacer negocios en la Argentina, una que sería pionera en iniciativas tales como el diseño a medida, los acuerdos de intercambio de activos y los servicios empaquetados”, relata el sitio web de la compañía.

Pero los vaivenes financieros argentinos desgastaron su voluntad: la hiperinflación de los últimos años del gobierno radical minó sus posibilidades. En 1988, se instaló en los Estados Unidos con su familia. Convirtió Falcón Propiedades en Falcon Propertis, Inc, su filial neoyorquina, su propio emporio. Su sede ocupa el noveno piso de un edificio emplazado en la esquina de la calle 42 y la Quinta Avenida, a cinco cuadras de Times Square. “Para los años setenta –reza la descripción oficial–, varios accionistas de la compañía habían comenzado a invertir en bienes raíces comerciales en el distrito de moda textil de Manhattan, con la visión de rehabilitar las propiedades de la ciudad. Durante la década siguiente, Falcon invirtió sus recursos de tiempo, dinero y cuidado para renovar los sitios, no solo para preservar su patrimonio arquitectónico, sino también para ayudar a crear oficinas de vanguardia, hoy espacios modernos en Nueva York”.

Una de las imágenes que
Una de las imágenes que publicó uno de sus nietos en sus redes sociales para homenajear a Elías Masri

En la actualidad, la firma de bienes raíces administra más de cien mil metros cuadrados de espacio comercial en el corazón del distrito de moda de Manhattan. Su CEO es Florencia Masri, la única hija de Elías. El presidente de Real Estate es David Zaga. Ambos directivos, ya separados, son los padres de Sofía y Alejandro, dos de los seis nietos de Elías. Los jóvenes publicaron en sus redes sociales una emotiva despedida a su abuelo. Adrede o por mera coincidencia, concluyeron su mensaje con las mismas palabras. Ella, artista, expresó: “Gracias Elías por todo lo que hiciste por mí. Fuiste una persona tan especial en mi vida, ya te extraño un montón. Te amo para siempre”. Él, actor, manifestó: “Las palabras no pueden describir cuánto te voy a extrañar, Elías. Eras más grande que la vida y dejaste un agujero que nadie podrá llenar. Te amo para siempre”.

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