Combustible iraní de contrabando y traspasos nocturnos secretos: marinos cuentan cómo son las operaciones

Los relatos de los testigos detallan las extensas operaciones de Irán para evadir las sanciones a las exportaciones impuestas por EEUU

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Una plataforma de producción junto
Una plataforma de producción junto a la bandera de Irán en el Golfo . (Foto: REUTERS/Raheb Homavandi/Archivo)

Los traspasos secretos suelen tener lugar por la noche para evadir la detección de los guardacostas regionales. Los barcos lanzan el ancla en el Golfo Pérsico, justo fuera de los límites territoriales de Emiratos Árabes Unidos y luego, de forma individual, pequeñas embarcaciones que transportan diésel iraní de contrabando trasladan sus cargas a los buques que están esperando, según cuentan los marinos que han sido testigos de la operación.

“Es una gran cadena, con barcos de pesca subiendo para dar diésel a un camión cisterna que está esperando. Tarda de cuatro a cinco días porque los barcos vienen de uno en uno”, explicó un marino hindú de 27 años, quien habló bajo condición de anonimato por miedo a represalias. Dijo que fue empleado de una compañía naviera en Dubái que pasaba combustible iraní a Somalia de contrabando.

Su descripción de esta transacción irregular, que se aceleró cuando Estados Unidos volvió a imponer sanciones a las exportaciones de petróleo iraní, después de que el presidente Donald Trump se retirara del acuerdo nuclear iraní en 2018, es uno de los cinco relatos de testigos presenciales, proporcionados por ciudadanos indios que trabajaron en embarcaciones que estaban involucradas en el comercio clandestino. Si bien el contrabando de productos petrolíferos iranís se ha documentado anteriormente y ha provocado la reprimenda de EEUU, estos marinos ofrecieron una insólita mirada desde dentro, sobre cómo se llevan a cabo estas actividades.

Los petroleros siempre bajan sus anclas en las aguas internacionales que separan a Irán de los Emiratos Árabes Unidos, según relató un marino indio de 28 años, quien explicó que trabajó para dos empresas involucradas en el contrabando de diésel iraní entre 2016 y 2020.

“Las aguas territoriales de los Emiratos Árabes Unidos terminan después de las 12 millas”, dijo. “Apagan su AIS (Sistema de Identificación Automática), para que no puedan ser rastreados. Si ven a la guardia costera de los Emiratos, detienen la operación y huyen”.

Además de las transferencias nocturnas en el mar, el diésel iraní con destino a los mercados internacionales se exporta en petroleros que zarpan desde Irán con el origen del envío falsificado, para que parezca que proviene de Irak o de los Emiratos Árabes Unidos, según apuntó un tercer marino y tres expertos en seguridad y asuntos energéticos.

En esta imagen por satélite
En esta imagen por satélite del 1 de octubre de 2020 de Planet Labs Inc. se ve el carguero iraní MV Saviz en el Mar Rojo, cerca de la costa de Yemen. Se cree que el buque era una base para la Guardia Revolucionaria, un cuerpo paramilitar iraní (Foto: Planet Labs Inc. via AP)

Debido a los márgenes de beneficio, este comercio era muy lucrativo incluso antes de que EEUU se retirara del acuerdo nuclear. Irán tiene algunos de los precios de combustible más baratos del mundo gracias a costos de producción muy bajos, fuertes subsidios gubernamentales y una moneda débil. Pero las nuevas sanciones económicas le han dado a este negocio un nuevo impulso, ya que los contrabandistas buscan evadir las restricciones a las exportaciones de petróleo iraní. Esas sanciones son ahora foco de debates en Viena, donde Irán y las potencias mundiales han reanudado las negociaciones destinadas a reactivar el acuerdo nuclear.

“El transporte de productos [petrolíferos] iraníes autorizados se realiza semanalmente”, dijo Cormac Mc Garry, director asociado de Control Risks, una consultora. “Hay factores financieros y demanda, por lo que Irán encontrará una forma de evitar las sanciones. Y su política es mantener eso en secreto absoluto. No revelan cómo lo hacen”.

El contrabando involucra elementos del estado iraní, en particular del cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) y compañías navieras privadas con sede en países del Golfo Pérsico, según analistas especializados en la industria energética y la seguridad regional. A veces, el IRGC busca interceptar a aquellos que intentan asegurarse parte de la acción sin el permiso del grupo.

El Departamento del Tesoro de EEUU ha acusado al IRGC de ganar dinero con el contrabando del petróleo y productos derivados de este combustible.

Los funcionarios iraníes han dicho en anteriores ocasiones que se oponen al contrabando de diésel. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán no respondió a una petición de comentarios.

“El componente marítimo del IRGC tiene un control muy rígido sobre la frontera marítima, así como de las instalaciones portuarias. Se está pagando a muchas personas. El IRGC es una institución altamente corrupta”, dijo Andreas Krieg, profesor titular de la Escuela de Estados de Seguridad en el King’s College de Londres. “Si miramos las cantidades que se trafican cada año desde Irán, estamos hablando de millones de barriles”.

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Guardia Revolucionaria de Irán (Foto:
Guardia Revolucionaria de Irán (Foto: AFP)

Las manos de Deepak Verma estaban atadas a punta de pistola. Le ordenaron que se quedara quieto. Seis hombres armados y uniformados se apresuraron a subir a su barco, el MV Asphalt Princess, recordó, y se identificaron como miembros del ejército iraní.

“Su líder advirtió: ‘Si alguien habla o intenta hacer algo, lo mataremos’. Nos sentamos en el suelo con las manos en la espalda”, dijo Verma, de 32 años, quien ocupaba el puesto de segundo ingeniero en el barco. “Preguntó si había diésel a bordo. Pero nadie dijo una palabra”.

Unas horas antes, ese día de agosto, un pequeño bote de Irán navegó hasta el Asphalt Princess y transfirió diésel a su tanque de almacenamiento, dijo Verma, para que el combustible pudiera venderse a otras embarcaciones con el fin de enviarlo al extranjero.

Los asaltantes ordenaron a la tripulación que llevara el barco a Irán, pero la tripulación, alrededor de una docena de hombres de India y Sri Lanka, se detuvo, alegando que el motor estaba teniendo problemas y podría incendiarse. Luego, en las primeras horas de la mañana siguiente, los atacantes se marcharon repentinamente por una razón que todavía se desconoce.

“Ese momento fue muy aterrador”, dijo Verma.

Las operaciones comerciales marítimas del Reino Unido (UKMTO) emitieron un aviso de advertencia en las horas posteriores al ataque y dijeron que se trataba de un posible secuestro.

Las sospechas recayeron rápidamente sobre las fuerzas iraníes y específicamente sobre el IRGC. Según Krieg, el IRGC detiene o secuestra embarcaciones cuando las compañías navieras buscan contrabandear productos derivados del petróleo sin su permiso.

“Cuando el IRGC se apodera de los barcos, esto indica que no cuentan con la aprobación de los escalones más altos, que también quieren ganar dinero”, agregó Krieg. “También es bueno en términos de reputación internacional, porque hay acusaciones de que los iraníes están ayudando activamente a los contrabandistas a eludir las sanciones”.

Tres marinos además de Verma dijeron que Prime Tankers, la compañía con sede en Dubái propietaria del Asphalt Princess, también está involucrada en el envío de diésel iraní en al menos otros dos barcos. En 2019, el IRGC detuvo al MT Riah, otro barco de la flota de Prime Tankers, por acusaciones de contrabando.

Los documentos de carga del Asphalt Princess obtenidos por The Washington Post muestran que durante el 2021 el barco también transportó productos petrolíferos refinados, betún y aceite de proceso de caucho, que están cubiertos por las sanciones de Estados Unidos, desde Irán a Omán y China.

Prime Tankers no respondió a una solicitud de comentarios.

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En una imagen del 2 de abril de 2021 publicada por la Marina de Estados Unidos, un barco de la Guardia Revolucionaria iraní se cruza por delante del barco de la Guardia Costera de EEUU USCGC Monomoy, en el Golfo Pérsico. (Marina de Estados Unidos vía AP)

Vikash Thakur, un marino indio con una década de experiencia, dijo que puede ser peligroso revelar lo que ha visto en el Golfo Pérsico. “Los marinos no quieren hablar de estas cosas. Tienen miedo”, dijo.

Pero es difícil pasar por alto este comercio que ocurre en las sombras. Las rutas marítimas entre el Estrecho de Ormuz y los puertos de Dubái y Arabia Saudí están ocupadas con pequeñas embarcaciones que transportan diésel de contrabando para su transferencia a embarcaciones más grandes, dijo Thakur. A veces, contó, el diésel se almacena temporalmente en el puerto de Sharjah, en Emiratos, donde se falsifican los documentos para que parezca que el combustible proviene de Irak. La Autoridad Portuaria de Sharjah no atendió a nuestra solicitud de comentarios.

“Es un secreto a voces que el comercio ilícito continúa, pero nadie lo nombra”, dijo Andy Bowman, director regional para Oriente Medio y Asia Meridional de la organización benéfica Mission to Seafarers. “Las aguas de Ajman (en los Emiratos Árabes Unidos) a Irán, particularmente por la noche, están ocupadas con buques que se mueven en horarios inusuales y no llegan al puerto, pero descargan o conectan con otros navíos mientras están anclados”.

Desde allí, las cargas de productos refinados como el diésel se transportan a países como Yemen y Somalia, dijo Samir Madani, cofundador de TankerTrackers.com, una consultora que rastrea los envíos de petróleo crudo.

“La forma clásica de confundir es apagar el transpondedor [AIS], luego se desconecta durante una semana, después se vuelve a conectar y todos se preguntan de dónde recogieron su carga”, dijo Madani.

Mc Garry, de Contol Risks, dijo que apagar el AIS viola los códigos marítimos internacionales y es una señal de alerta para actividades ilícitas. “Debido a estas brechas en el AIS, es difícil detectar dónde se han encontrado esos barcos. Entonces comenzamos a perder la pista de dónde va esa carga porque se transfiere a otro barco”, dijo.

Esta falta de transparencia representa un riesgo para los compradores potenciales, dijo Mc Garry, porque podrían estar involucrados en el comercio de diésel y petróleo crudo que parece “perfectamente legítimo”, pero está sujeto a las sanciones de Estados Unidos, lo que deja a estos negocios expuestos a posibles multas.

Para la gente de mar, esto puede ser un negocio peligroso. Tanto el IRGC como los piratas representan una amenaza y los barcos a menudo transportan grandes sumas de dinero en caso de que deba pagar a alguno de los dos. Indrajeet Rathod, de 30 años, quien trabajó en un barco que transportaba diésel de contrabando a Yemen desde 2017 hasta 2020, dijo que su embarcación transportaba alrededor de 10,000 dólares para sobornos. Thakur dijo que el capitán de su barco solía llevar 50,000 dólares.

“La única forma de hacer que los iraníes abandonen el barco es que el capitán les dé dinero en efectivo”, dijo Thakur. Añadió: “El dinero en efectivo puede salvar a los marinos de la tortura. Porque ellos [el IRGC] nunca se comportan como humanos. Empiezan a golpear, siempre”.

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