“Arriésgate por mí”: la emocionante carta de empleo de un joven con autismo que rompió LinkedIn

Por Sydney Page

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Ryan Lowry fue diagnosticado con autismo antes de que cumpliera un año (Foto: Washington Post)
Ryan Lowry fue diagnosticado con autismo antes de que cumpliera un año (Foto: Washington Post)

La comunicación es todo un desafío para Ryan Lowry, aunque eso no impidió que la carta que le escribió hace unos días a su “futuro empleador” llegara a millones de personas. La nota hace una simple petición: “arriésgate por mí”.

Lowry, de 20 años y con residencia en Leesburg, Virginia, es autista y tanto hablar como escribir implican un gran reto para él. Sin embargo, desde hace tiempo ya tenía el ojo puesto en su futuro profesional, por lo que decidió escribir una carta a sus “potenciales empleadores” con el objetivo de encontrar un mentor y, en el mejor de los casos, conseguir un trabajo en la industria de la animación.

Después de varios borradores, escribió el texto final con su puño y letra en una sola hoja de papel rayado y luego le tomó una foto. Con el apoyo de su familia, lo compartió en LinkedIn el 27 de febrero.

Ahora, tres semanas después, la carta ha sido vista más de 7 millones de veces y ha propiciado miles de comentarios. La gente dice que se sintió atraída por la valentía del autor y la claridad de su mensaje, que no se vio limitado por el discurso corporativo.

“Estimado futuro empleador”, comienza la carta. “Tengo autismo... pero también tengo un sentido del humor especial y un don único para las matemáticas. Soy muy bueno con la tecnología y aprendo muy rápido”.

Soy consciente de que contratarme implica un riesgo para ti, ya que no aprendo como lo hace la gente normal”, continúa la carta. “Pero te prometo que si me contratas, y me enseñas, te alegrarás de haberlo hecho”.

El padre de Lowry, Rob Lowry, alentó a su hijo a crear un perfil de LinkedIn, pero fue idea de su hijo escribir una carta a posibles empleadores, explicó.

Lo ayudé a configurar su perfil de LinkedIn hace unas tres semanas, pensando que sería una buena manera de aprender sobre negocios y relaciones”, dijo Rob Lowry, de 57 años. “Si conseguía hacer algunas conexiones, ya con eso me daba por satisfecho“.

Sin embargo, el resultado, confesó, superó con creces su objetivo inicial.

La carta escrita por Ryan Lowry (Foto: Washington Post)
La carta escrita por Ryan Lowry (Foto: Washington Post)

Ryan Lowry fue diagnosticado con autismo cuando tenía 18 meses.

Rob Lowry describió a su hijo como “muy dotado intelectualmente”, con una afinidad por las matemáticas y la música, y en general, “un tipo realmente genial”.

Sus déficits son sociales y comunicativos”, explicó. “Pero una vez atravesada esa niebla, él es la persona más brillante que he conocido”.

La madre de Ryan, Tracy Lowry, de 55 años, estuvo de acuerdo.

Es un hermoso joven que algún día quiere ser independiente”, dijo sobre su hijo.

Sin embargo, a pesar del potencial que tiene, sus padres reconocen los desafíos que le esperan cuando ingrese a la fuerza laboral.

En 2017, los adultos autistas enfrentaron una tasa de desempleo del 83% en Estados Unidos, una realidad que probablemente se ha visto agravada por la pandemia.

Tracy y yo vamos a morir algún día, y él necesita poder trabajar de forma independiente y vivir su propia vida”, dijo Rob Lowry.

Tenemos que prepararlo para el éxito”, continuó Tracy Lowry. “Esa es la conclusión”.

Ryan Lowry estudia en el condado de Loudoun y, a través de un programa de educación individualizado, podrá continuar sus estudios hasta los 22 años. Está inscrito en el programa Community and Schools Together, que fomenta la preparación para el lugar de trabajo y la vida independiente.

Ryan Lowry, centro, con sus padres, Rob Lowry, 57, y Tracy Lowry, 55 (Foto: Washington Post)
Ryan Lowry, centro, con sus padres, Rob Lowry, 57, y Tracy Lowry, 55 (Foto: Washington Post)

Aunque trabaja a tiempo parcial en una cafetería local que emplea exclusivamente a personas con necesidades especiales, tiene el sueño de trabajar en la industria de la animación desde hace mucho tiempo.

Me encantan los dibujos animados y las películas animadas”, dijo Ryan Lowry. “Mi favorita es ‘Coco”.

Para Rob Lowry, quien trabaja en una aseguradora en D.C., ayudar a su hijo a crear un perfil de LinkedIn parecía un primer paso sólido en su proceso de planificación de carrera. Sin embargo, a los Lowry nunca se les ocurrió que la carta pudiera volverse viral. Se quedaron anonadados cuando el perfil de su hijo no estuvo disponible temporalmente, y comenzó a llegar la inesperada avalancha de comentarios.

Cuando se logra un alcance repentino y abrumador, LinkedIn actúa sobre los perfiles para proteger la seguridad del miembro, explicó un representante de la empresa.

Es genial. ¡Rompí Internet!”, fue la reacción de Ryan Lowry a su cuenta suspendida temporalmente.

Estamos encantados de ver la respuesta de la comunidad de LinkedIn y las miles de ofertas para ayudar y conectar a Ryan con su objetivo”, dijo Catherine Fisher, experta en carreras de LinkedIn.

Y es que además de los innumerables comentarios de extraños, así como los mensajes de compañías con programas de reclutamiento, le llegaron ofertas de empresas como Amazon, Dell y Microsoft.

Estoy abrumada por la cantidad de apoyo que hemos recibido”, dijo Tracy Lowry. “Estoy tan emocionada por todo el asunto”.

Más allá de que los posibles empleadores se acerquen, dijo, muchos padres con niños autistas expresaron sus elogios, gratitud y apoyo.

Yo también tengo autismo, y sé lo difícil que puede ser esto. Si lo desea, estaría feliz de ayudarlo a entrenarlo y orientarlo a seguir sus sueños”, escribió un usuario.

Su autismo es un superpoder. La forma en que funciona su mente no es una desventaja, es una fuerza asombrosa”, escribió otro usuario, quien afirmó que su hijo padece lo mismo. “Como ejecutivo que contrata a mucha gente, me encantó esta carta”.

Las respuestas a la carta de Ryan se convirtieron espontáneamente en una serie de consejos e intercambios de historias para la comunidad de jóvenes autistas.

Creo que habrá algo maravilloso para Ryan, pero creo que también podemos ayudar a mucha gente que está en el mismo barco”, dijo. “Si abriera los ojos a las empresas sobre cómo pueden ayudar a la población neurodiversa, sería algo muy satisfactorio”.

El mejor resultado de la publicación, convino Rob, “es cuántas personas han podido aprovecharla”.

Por ejemplo, un usuario comentó: “Yo también tengo autismo y estoy tratando de conseguir trabajo, pero no puedo llegar a la etapa de entrevista, así que estoy trabajando en mi título de asociado y espero que eso me ayude a conseguir el trabajo de mis sueños”.

Varias personas también respondieron ofreciendo recomendaciones y consejos.

Los Lowrys quieren aprovechar la oportunidad “para promover la causa por otros”, explicaron. Están planeando recopilar la información en un documento para compartirlo con la comunidad de autistas. Actualmente están en el proceso de filtrar los comentarios y responder a posibles oportunidades laborales y de tutoría.

Mientras tanto, Ryan Lowry ha comenzado a tener sesiones individuales con un animador local en A Place To Be, una organización sin fines de lucro ubicada en Middleburg, Virginia, que se especializa en musicoterapia para personas con necesidades especiales.

Desde que publicó la carta y expresó su interés en la animación, Ryan Lowry ha comenzado a tener lecciones de software con bastante asiduidad.

Con el apoyo del personal de A Place To Be, escribió una canción y produjo un video para mostrar su agradecimiento:

Gracias por leer, por seguir soñando

Gracias por verme por quien soy

Solo espero que las personas como yo también puedan tener oportunidades

Arriésgate con gente como yo, gente que no ves, normalmente en lugares altos

Arriésgate, verás todo lo que podemos lograr cuando la gente elige creer

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