El 20 de noviembre de 1970, Jimmy Allen Williams recogió a sus amigos en su nuevo Camaro 1969 azul. Era viernes noche en Sayre, Oklahoma, una ciudad de menos de 3.000 personas en la vieja ruta 66. Él le dijo a su familia que irían a ver un partido de fútbol de la escuela cerca de Elk City. La última vez que los vieron a los tres estaban en una bolera.
El comienzo de la noche pudo haber sido una canción de John Cougar Mellencamp. Pero cómo terminó, era un misterio. El elegante y musculoso auto que llevaba a tres jóvenes simplemente desapareció. Los agentes tropezaron con él el año pasado -cuatro décadas más tarde- mientras probaban un equipo sonar en el Lago Foss, un área recreativa a cerca de 32 kilómetros al otro lado de Elk City, hacia donde Williams se dirigía, según le dijo a su familia.
La semana pasada, exámenes de ADN confirmaron las sospechas de que los cuerpos pertenecían a los adolescentes desaparecidos: Williams, 16; Leah Gail Johnson, 18; y Thomas Michael Rios, 18, todos de Sayre.
El Camaro cubierto de barro estaba sumergido a 3.65 metros de profundidad, a 152 metros de una rampa para botes. Fue hallado junto a un Chevrolet de 1950. Extrañamente, ese coche estaba conectado a un caso anterior de desaparición, pero supuestamente no relacionado. En su interior, estaban los cuerpos de Cleburn Hammack, 42; John Alva Porter, 69; y Nora Marie Duncan, 58, que desaparecieron en 1969 después de que pararan a pedir ayuda para poner el auto en marcha. Eran todos de ciudades próximas.
La carretera que termina en la rampa se cruza con otro camino de aproximadamente 213 metros del borde del lago. Para algunos, era poco probable que los adolescentes se hubieran salido de la carretera principal y hubieran atravesado un pequeño estacionamiento hasta el agua.
Gary Williams, el hermano de Jimmy, tenía sólo 12 cuando éste desapareció. Durante años, él había navegado con su bote por Foss Lake sin tener idea de que estaba a metros de la tumba sumergida en el agua.
"Podía haber tocado la parte superior del auto. Estaba cerca de ellos", contó a AP. "Es increíble pensar que estuvieron tan cerca todo este tiempo, y llevó casi 40 años descubrirlo".
El cadáver de Williams fue hallado junto a unas botas de cowboy marrones, su tarjeta bancaria y un anillo de oro de 1972 de Sayre High Eagles.
Según CBS, las autoridades dijeron que el ahogamiento accidental fue probablemente la causa de muerte, haciendo poco por arrojar luz en el misterio que ha permanecido como una nube negra durante décadas.
"Todo el mundo sospechaba que había sido un crimen", dijo en una entrevista con AP en 2013 Davya Spitzer, publicista de Sayre Record y residente, después de que sacaran el auto del lago. "Han estado hablando de eso durante 43 años".
"Creo que los niños tenían miedo de eso, y no hablábamos demasiado del tema", dijo Gayla Splinter, que vivía cerca de Erick cuando los adolescentes desaparecieron. "Siempre ha sido un misterio".
No queda ningún resquicio de la investigación inicial del caso, si es que hubo alguna. Según AP, el Departamento de Policía no tiene ningún informe de 1970. Todo lo que tienen es un reporte de personas desaparecidas que enumera a cada adolescente, su edad, altura, peso, fecha de nacimiento y raza.
Williams le dijo a los agentes de Oklahoma que pensaba que Jimmy y sus amigos habían huido, quizás para unirse a la contracultura, algo que no era extraño durante la época de Vietnam. Pero eso no tenía sentido para la familia. Jimmy no se había llevado nada de ropa y estaba esperando un cheque de una tienda local en la que trabajaba los sábados.
La familia de Jimmy publicó recompensas ofreciendo USD 500 por información sobre la desaparición de su hijo. La familia incluso acudió a un psíquico, informó Tulsa World.
Según Telegraph, Betty Williams horneó a su hijo un pastel de cumpleaños cada año por si él aparecía.
Lucia VanZandt, cuyo hermano Thomas murió, le dijo a AP que su madre "ni siquiera quería abandonar Sayre porque nos decía que si Thomas volvía, él nos buscaría".
Gary Williams le dijo al diario Oklahoman que el descubrimiento les daría cierta paz, pero que no estaban seguros de que las muertes fueran accidentales. "Creo que se cruzaron con malas personas", dijo Williams. "Creo que fue un crimen, pero nunca podré demostrarlo".