A pesar de las evidencias, el movimiento antivacunas está ganando
fuerza (Luis Velarde/The Washington Post)
Un condado de Nueva York planea excluir a niños sin vacunar de todos los espacios públicos en medio de un implacable brote de sarampión.
El ejecutivo Rockland, Ed Day, declaró un estado de emergencia en todo el condado este martes por la tarde, el cual comenzó a partir de la medianoche y permanecerá durante 30 días o hasta que los menores no vacunados reciban la vacuna para el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR, por sus siglas en inglés), según un comunicado de prensa.
Las autoridades de salud pública de Rockland han estado rastreando casos de sarampión y de brotes en todo el país en medio de un incontrolable movimiento antivacunas.
A finales de la semana pasada, más de 150 casos habían sido confirmados en el condado de Rockland, a unas 30 millas al norte de Manhattan, de acuerdo con el sitio web del condado. Más del 82 por ciento de estos casos no habían recibido ni una sola dosis de la vacuna MMR, y el mayor número de casos —45 por ciento— se observaron en niños desde los 4 hasta los 18 años, de acuerdo con datos.
El sarampión es altamente contagioso.
Antes de la introducción de la vacuna contra el sarampión en 1963, la mayoría de los niños contrajeron la enfermedad. Un estimado de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) calcula que cada año de 3 a 4 millones de personas en los Estados Unidos contraían la enfermedad.
De ellos, 48.000 fueron hospitalizados, entre 400 y 500 murieron y otros mil sufrieron una severa complicación conocida como encefalitis, una condición en la cual se inflama el cerebro debido a una infección.
En el 2000 —casi cuatro décadas después que los padres comenzaron a vacunar a sus hijos— el sarampión fue declarado eliminado en los Estados Unidos.
Datos de los CDC muestran que de 2000 a 2018, había un promedio de 140 casos de sarampión al año en Estados Unidos. Y durante ese periodo se reportaron tres muertes (una en 2002, en 2003 y 2015).