Desde el interior de su celda, el joven hombre parece ansioso.
En la mañana del 10 de abril, 2005, él suplicó repetidamente a un oficial de policía de Filadelfia, "Tengo que hablar contigo". Su voz titubeaba y su cuerpo estaba temblando, así que el agente pudo notar que no era una queja típica.
"¿Qué problema tienes?" preguntó el oficial, según los documentos de la corte.
El hombre, que no es identificado en las grabaciones de la corte, le dijo al oficial que un detective en Filadelfia había abusado sexualmente de él durante un interrogatorio un día antes.
El detective, Philip Nordo, comenzó a hacerle preguntas sobre un robo del cual el hombre era sospechoso, asegurándole que él "no tenía nada de qué preocuparse". Pero entonces, las cosas se volvieron sexuales. De pronto, dijo el sospechoso, Nordo le pidió que le mostrara su pene, sorprendiendo al hombre, que se quedó allí sentado. El investigador le preguntó si estaba muy asustado – y después caminó hacia el sospechoso y comenzó a palparlo. Nordo le dijo que se masturbara y le observó mientras lo hacía. Cuando terminó, contó el hombre, Nordo le dio un cigarro y lo envió de vuelta a la prisión.
El oficial inmediatamente contactó a los superiores, llevando a la división de asuntos internos del Departamento de Policía de Filadelfia a abrir una investigación. Los detectives llevaron de nuevo al hombre a la misma sala de interrogatorios, donde encontraron una colilla de un cigarro y un trozo de papel arrugado que el hombre les aseguró contendría su semen. Los investigadores lo tomaron para realizar un examen de ADN y el sospechoso estaba en lo cierto.
Sin embargo, por razones que la policía aún tiene que explicar, Nordo continuó siendo un detective de homicidios – y de acuerdo a los fiscales, siguió agrediendo sexualmente a un número indeterminado de hombres jóvenes.
El martes, cerca de 14 años después de la denuncia del preso, Nordo fue arrestado y acusado por docenas de delitos de agresión sexual después de que los fiscales dijeran que una mirada más profunda sobre el caso reveló que había estado utilizando la intimidación para silenciar a las presuntas víctimas durante años.
Un documento de 38 páginas del gran jurado, gran parte del cual fue redactado, acusa a Nordo de violar, palpar y forzar a hombres a masturbarse en frente de él en salas de interrogatorios u otros lugares. Para que guardaran silencio, algunas veces Nordo les amenazaba con arrestarlos o procesarlos o les ofrecía recompensas, de acuerdo a los documentos. Algunas veces les forzaba a firmar declaraciones de testigos que no eran ciertas, según alegan los fiscales. A menudo, dicen los fiscales, Nordo "exhibía prominentemente" su arma mientras molestaba a los hombres.
Si un testigo o proveedor de información cooperaba con él, defiende la acusación, él enviaba información falsa a la ciudad de Filadelfia para que ellos recibieran dinero del fondo destinado a recompensas por información sobre crímenes, de acuerdo al documento. Desvió fraudulentamente cerca de USD 20.000 del fondo de recompensa del alcalde para entregar a sus víctimas.
Él le habría dicho a las víctimas que nadie les creería si decidían denunciarle.
Los 35 cargos contra Nordo incluyen violación, relaciones sexuales con desviación involuntaria, opresión oficial, agresión sexual institucional, acoso y robo por engaño, entre otros.
"Cultivó relaciones con hombres sospechosos, testigos o individuos que pueden o no haber estado relacionados con una investigación" declara el documento del gran jurado. "Nordo cultivó estas relaciones captando a los individuos, estableciendo una conducta para hacer a los objetivos de sus avances más susceptibles a su comportamiento sexualmente agresivo o coercitivo. Él también utilizó la intimidación y la manipulación para impedir que sus víctimas le acusaran".
El Departamento de Policía de Filadelfia no puedo ser contactado de inmediato para responder a algunas cuestiones sobre aspectos internos de la investigación de Nordo en 2005. El comisionado de la Policía Richard Ross contó ABC 6 que él consideraba las acusaciones "absolutamente despreciables", pero que el departamento determinó en el curso de su investigación que "nadie más estaba conectado a esto de ninguna manera".
El abogado defensor de Nordo no pudo ser contactado inmediatamente para realizar declaraciones el martes, pero según el periódico Philadelphia Inquirer, él dijo el martes, después de la corte, que su cliente mantuvo su inocencia y que él creía que la fiscalía se movía por "cuestiones políticas".
Nordo había estado en el cuerpo desde 1997, como detective desde 2002 y como investigador de homicidios desde 2009, según el documento del gran jurado. Artículos de noticias anteriores de Philadelphia Inquirer y sus compañeros lo definían como un investigador "prolífico"a menudo asignado en los casos de homicidios más complejos.
Pero no fue hasta 2017 que sus supuestas fechorías empezaron a salir a la luz.
La primera señal de que algo iba mal fue el dinero.
Un abogado defensor de un sospechoso por asesinato siguió los fondos, encontrando USD 400 dólares acumulados en la cuenta de la comisaría que pertenecían a un recluso que fue un testigo clave de la acusación en el caso. Inmediatamente, el abogado supo que algo iba mal: el detective principal en el caso de homicidio, Nordo, fue quien realizó los depósitos, tal y como The Inquirer reportó entonces.
Los pagos sospechosos comenzaron a poner en duda todo su trabajo en el caso. La investigación posterior reveló que había estado haciendo llamadas telefónicas al recluso beneficiado, reportó The Inquirer. En una segunda llamada telefónica con otro testigo, el hombre le dijo a Nordo, "Te amo".
Todo fue demasiado para la Jueza Diana L. Anhalt, quien desestimó el caso en 2018 por "una mala conducta indignante" reportó The Inquirer. Anhalt describió la relación con el recluso beneficiado como "un desastre" y dijo sobre el segundo hombre, "estaría dispuesta a apostar que no conozco a muchos chicos que le digan a un detective de homicidios blanco 'Te quiero, tío" de acuerdo a una transcripción de la corte obtenida por "Inquirer":
El caso había ya llevado al despido de Nordo en 2017 – pero a medida que los meses pasaban, los fiscales siguieron buscando más casos de asesinato que involucran a Nordo.
Según el documento del gran jurado, los investigadores hallaron que durante las entrevistas, Nordo usaba una "pequeña charla" para hacer que los entrevistados se sintieran cómodos, antes de pasar a temas más personales, y por último, cambiar a una conversación sexual. El habría hecho comentarios inapropiados sobre los genitales de los hombres antes de asaltarlos, prefiriendo apuntar a hombres con esposas o grilletes en las piernas para que "su posición dominante redujera la capacidad de los individuos de resistirse o reportar el abuso" dice el documento.
En conversaciones telefónicas grabadas, él habría hablado de tener sexo con el hombre usando "palabras en código", defiende el documento.
Para aquellos que cooperaban, Nordo les recompensaba con tarjetas regalo o depósitos de efectivo en sus cuentas de recluso, dijeron los fiscales. En algunos casos, él impidió que se formularan cargos formales contra el hombre, y en otro, pidió clemencia a los fiscales o jueces.
Si ellos le eran leales, él les prometía que le sería leales a ellos.
Como resultado de los descubrimientos, al menos cuatro casos relacionados con Nordo se vieron afectados, informó The Inquirer el mes pasado. Además de los cargos de asesinato que Anhalt desechó, un hombre recibió la libertad condicional de inmediato de la cárcel, a otro se le concedió una resentencia, y a otro hombre, Jamaal Simmons, se le anuló su condena por asesinado después de años de mantener su inocencia.
En ese caso, un testigo que implicó a Simmons se retractó de su testimonio, y dijo que Nordo le obligó a hacer declaraciones falsas.
"El Detective Nordo se me acercó constantemente y me dijo que si no hacía lo que debía hacer él se encargaría de joder mi vida" relató el testigo en 2012, de acuerdo a los documentos judiciales citados por The Inquirer.
Hasta ahora, las autoridades no han revelado el alcance de la supuesta mala conducta o agresiones sexuales de Nordo.
La denuncia en 2005 contro Nordo fue el único caso detallado en el documento del gran jurado, con todos los nombres de las presuntas víctimas y detalles específicos de sus asaltos redactados por completo.
El hombre que se presentó en 2005 no vivió para ver los cargos presentados contra el detective al que acusó de haberle abusado sexualmente. Fue asesinado en 2015, un homicidio que sigue sin resolverse.