Amber Gorrow tiene miedo de abandonar su casa con su bebé porque vive en el epicentro del mayor brote de sarampión del Estado de Washington en dos décadas. Nacido hace ocho semanas, Leon es demasiado joven para su primera vacuna de sarampión, poniéndolo en un riesgo por el virus respiratorio altamente contagioso, que puede ser letal en niños pequeños.
Gorrow también vive en una comunidad donde dijo que ser anti-vacuna es tan aceptable como ser vegano o llevar una dieta sin gluten. Casi un cuarto de los niños en el Condado de Clark, Washington, un suburbio de Portland, Oregon, van al colegio sin vacunas contra el sarampión, las paperas o la rubeola, y el Gobernador de Washington, Jay Inslee (D) recientemente declaró un estado de emergencia en medio de la preocupación de que las cosas podrían salirse rápidamente de control.
Los brotes de sarampión han surgido en otros nueve estados este invierno, pero los oficiales están particularmente alarmados por el Condado de Clark por su potencial de expandirse, muy rápido.
El Pacific Northwest (Pacífico Noroeste) es hogar de alguno de los activistas anti-vacuna más organizados de la nación. Ese movimiento ha ayudado a reducir las vacunas en Washington, así como en las vecinas Oregon e Idaho, a algunos de los ratios más bajos del país, con el 10.5% de los estudiantes del kinder en Idaho sin vacunar del sarampión.
Mientras tanto, los legisladores de tendencia libertaria han cedido a la presión pública para relajar las leyes estatales para eximir a prácticamente cualquier niño de los requisitos estatales de vacunación si los padres se oponen. Tres estados permiten solo exenciones médicas, la mayoría permite exenciones religiosas. Y 17, incluyendo Washington, Oregón e Idaho permiten exenciones filosóficas, lo que significa que cualquier padre puede optar por no cumplir con los requisitos.
Todos estos elementos se combinan en una mezcla peligrosa, que genera preocupación sobre la reaparición de una enfermedad mortal que una vez llegó a enviar a decenas de miles de americanos a los hospitales y mató a un estimado de entre 400 a 500 personas, mucho de los cuales eran niños pequeños.
"¿Sabes lo que me mantiene despierto por la noche? dijo el Director de Salud Pública del Condado de Clark, Alan Melnick. "El sarampión es exquisitamente contagioso. Si tiene una población que no está vacunada y se presenta un caso de sarampión en esa población, se expanderá como un incendio".
Hasta la fecha, al menos 55 personas en Washington y la vecina Oregon han caído enfermas con el virus, con nuevos casos reportados casi diariamente. Todos salvo cinco están en el Condado de Clark. El Condado de King, que incluye Seattle, tiene un caso; El Condado de Multnomah en Oregon, que incluye Portland, tiene cuatro, incluyendo tres casos reportados el miércoles. La mayoría de los infectados eran niños menores de diez años que no estaban vacunados, según informaron las autoridades sanitarias.
Gorrow, que vive en una comunidad dormitorio de clase media, dice que los brotes han cambiado casi todos los aspectos de su vida, que está ahora centrada en evitar el contacto con los niños que pueden portar el germen del sarampión.
Cuando ella recoge a su hija de tres años de la guardería, empuja amablemente las manos pequeñas y sucias del bebé. Ella canceló una salida familiar a un museo para niños, sus visitas frecuentes a la biblioteca, la carrera semanal del Costco y citas para jugar que tenía su hija.
"Odio decirlo pero me pongo nerviosa por tener gente alrededor – especialmente gente que tiene niños pequeños y no estoy segura de si están vacunados" dijo Gorrow, de 29 años, quien había vacunado a su hijo mayor.
El sarampión, que sigue siendo endémico en muchas partes del mundo, generalmente regresa a EEUU cuando los viajeros infectados traen la enfermedad de vuelta a los focos del país en los que algunos padres han escogido no vacunar a sus hijos. Cuando las tasas de protección caen por debajo de un cierto umbral, los brotes pueden ocurrir; las mujeres embarazadas, los niños pequeños y las personas con problemas en su sistema inmune que no pueden vacunarse, están especialmente en riesgo. El último año, se confirmaron 349 casos en 26 estados y el Distrito de Columbia, la segunda cifra más alta desde que la enfermedad fue declarada eliminada de los Estados Unidos en el año 2000, de acuerdo de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
Desde octubre, un brote en la comunidad judía ortodoxa de Nueva York ha afectado a 209 personas. En el primer mes de 2019, 10 estados, incluyendo Nueva York y Washington, han reportado casos, todos signos del resurgimiento de una enfermedad que es completamente prevenible con una vacuna que las autoridades dicen que es segura y efectiva.
En Washington, con el final del invierno y la primavera, en general, el auge de la transmisión, las autoridades sanitarias dicen que están luchando para parar la enfermedad antes de que se extienda más – gastando sobre USD 200.000 hasta la fecha para rastrear a cientos de personas sin vacunas que pueden haber estado expuestas.
Las pautas federales recomiendan generalmente que los niños reciban la primera dosis de vacuna de 12 a 15 meses de edad y la segunda cuando tienen entre 4 y 6 años. (Los bebés pueden ser vacunados a una edad de seis meses o superior, si ellos están en riesgo de exposición, por ejemplo si ellos van a viajar a un área en la que exista un brote). La combinación es 97-99 por ciento efectiva para prevenir la enfermedad viral.
Los oficiales del Condado de Clark están dirigiendo a cientos de familias susceptibles que pueden haber estado expuestas al virus en más de tres docenas de localidades – incluyendo al equipo de baloncesto Portland Trailblazers, escuelas, iglesias, tiendas como Costco y Walmart – para mantener a sus hijos en casa sin ir a la escuela durante 21 días para evitar exponer a otros.
Ellos están animando a los padres a vacunar a sus hijos si no lo han hecho ya, y están rechazando los rumores y la desinformación, incluyendo la automedicación y la vitamina A para prevenir el sarampión.
Melnick dijo que el condado está también gastando tiempo y recursos valiosos para combatir las ideas falsas difundidas por los defensores anti-vacunas, que él calificó de información "ridícula" como los comentarios en la página de Facebook del departamento de salud del condado.
Los críticos defendieron, por ejemplo, que la vacuna contra el sarampión puede causar encefalitis o inflamación en el cerebro, dijo él. Eso fue documentado una vez en un niño que tenía una deficiencia inmunológica y no había recibido vacuna. Más comúnmente, la encefalitis es una complicación grave pero rara de la enfermedad en sí. El departamento tiene un equipo de tres personas contrarrestando estas afirmaciones y respondiendo a las preguntas.
"Eso es contra lo que nos enfrentamos" dijo él.
Los activistas antivacuna, por su parte, sostienen que los funcionarios estatales están distorsionando los hechos para avivar el temor público.
"No debería llamarse brote" dijo una madre de Seattle, Bernadette Pajer, co-fundadora del principal grupo anti-vacuna estatal, Informed Choice Washington, sobre los casos de sarampión, defendiendo que la enfermedad se ha propagado solo dentro de un pequeño grupo de forma contenida. "Yo me referiría a esto como un caso aislado dentro de una comunidad".
Como muchos en su grupo, Pajer considera los riesgos del sarampión como menos peligrosos que los que provoca la vacuna por sí misma – una afirmación que se remonta a un documento retraído y desacreditado de 1998 que inspiró el movimiento moderno contra la vacunación.
De hecho, los funcionarios sanitarios dicen que el virus es demasiado contagioso que si una persona sin vacuna camina a través de un cuarto dos horas después de que alguien con sarampión lo haya abandonado, hay un 90% de posibilidades de que ese individuo sin vacunar se contagie. Las personas pueden contagiar el sarampión durante cuatro días antes de que aparezcan los síntomas y durante cuatro días después.
Los defensores de las vacunas están también intentando que se produzca un encuentro entre los doctores y los padres en pequeños grupos de uno en uno, algunas veces durante horas, para responder a sus preguntas.
Martina Clements, 41, una madre de Portland que no vacunó a sus dos hijos hasta recientemente, dijo que la comunidad anti-vacuna utiliza el miedo para hacer crecer las dudas sobre la seguridad de la vacunación. Los padres que apoyan la inmunización pueden ser menospreciados.
"Por un lado, ellos te hacen sentir miedo, y por el otro lado, ellos te hacen sentir estúpido, y te quedas atascado en este medio donde te sientes golpeado por ambos lados" dijo ella.
Clements cambió de opinión, decidiendo dar a sus hijos el tratamiento después de que en un taller de vacunas respondieran sus preguntas durante más de dos horas, pintando diagramas en una pizarra blanca para explicarle la interacción de las células. Él estaba pensativo, objetivo y también "muy cercano" dijo ella.
Los defensores de las vacunas culpan a los agentes federales públicos de no llevar a cabo una respuesta más robusta a aquellos que difunden temores sobre la seguridad de la vacunación.
Peter J. Hotez, un científico y decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical en el Colegio Baylor de Medicina en Houston, cuya hija padece autismo, escribió un libro "Las vacunas no causaron el autismo de Rachel" para contar el lobby de la anti-vacuna.
En un intercambio por Twitter la semana pasada, Hotez dijo que el cirujano general de los EEUU y director del CDC podría estar haciendo mucho más para empujar a los estados a fortalecer los requisitos de vacunación. El cirujano general Jerome M. Adams respondió devolviendo la responsabilidad a los funcionarios estatales y locales, que él dice tienen una gran influencia en las comunidades locales.
"Su respuesta parece decir que esta no era su lucha porque es un asunto estatal, no uno federal" dijo Hotez. "Pero no estoy de acuerdo. Yo siento que cualquier cosa que afecte contrariamente a la salud pública de los americanos ciertamente incumbe" su alcance.
El director del CDC, Robert Redfield, escribió un tweet sobre los peligros de la enfermedad y la importancia de rutinas de vacunación. El viernes, Adams también publicó un video de Youtube con información sobre el sarampión.
En Washington, legisladores estatales que apoyan requisitos de vacunas más estrictos están montando su segundo esfuerzo de los últimos tres años para hacer más difícil a los padres optar por no vacuna.
El mismo día que Inslee declaró el estado de emergencia, el representante del estado de Washington, Paul Harris, un republicano de Vancouver que representa al Condado de Clark, presentó un proyecto de ley que prohibiría todas las exenciones del requisito de la vacuna contra el sarampión, salvo por razones médicas o religiosas.
"Es un asunto de sanidad pública" dijo. "Las personas me han dicho que no irán a la tienda o saldrán a su comunidad porque ellos tienen cáncer y están recibiendo quimioterapia. Así que ya no solo afecta a aquellas personas que eligen no vacunarse".
Los grupos anti-vacunas están preparados para asistir a una audiencia del comité programada para el viernes. Pajer dijo que su grupo llevará a expertos para testificar en contra de esto. Junto a aquellos que se espera que asistan se encuentra Robert F. Kennedy Jr., que ha defendido que hay una conspiración gubernamental sobre la seguridad de las vacunas.
A pesar de la participación esperada y la derrota de un proyecto de ley similar en 2015, Harris dijo que él cree que el proyecto de ley tiene posibilidades de aprobarse. El resurgimiento de una enfermedad que puede evitarse con vacunas ha asustado a muchas personas, dijo, señalando que las encuestas muestran que la gran mayoría de los estadounidenses apoyan las vacunas.
"Es lo correcto" dijo él. "Esto es algo que nosotros podemos en realidad controlar si decidimos hacerlo".