Una niña en silla de ruedas creía que estaba gravemente enferma pero el asesinato de su madre expuso la verdad

Por Kyle Swenson

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Clauddine “Dee Dee” Blanchard (derecha) junto a su hija Gypsy Blanchard en una fotografía familiar (Cortesía)
Clauddine “Dee Dee” Blanchard (derecha) junto a su hija Gypsy Blanchard en una fotografía familiar (Cortesía)

Madre e hija vivían solas en una pequeña casa con las paredes rosadas y construida por Habitat for Humanity en Springfield (Missouri). Clauddine "Dee Dee" Blanchard y su hija, Gypsy, estaban alejadas del mundo exterior.

Gypsy Blanchard usaba una silla de ruedas porque, supuestamente, estaba discapacitada mental y físicamente debido a una serie de dolencias, entre los que destacaban un ataque infantil de leucemia, distrofia muscular, convulsiones y asma. Tal y como informó BuzzFeed en 2016, Dee Dee confesó a sus amigos y familiares que la adolescente tenía la mente de un niño de 7 años.

Dee Dee protegió diligentemente a Gypsy contra el mundo exterior, la educó en su hogar, vigilaba el uso que hacía de internet y se mantuvo junto a su hija en todo momento. La condición de la joven hizo que las dos vivieran en una especie de burbuja. Iban juntas a las citas médicas o se iban solas de viaje. Incluso tenían una página de Facebook combinando ambos nombres: "Dee Gyp Blancharde".

El 14 de junio de 2015, una publicación en la cuenta llamó la atención de sus amigos: "¡Esa perra está muerta!", se leía. Cuando los amigos empezaron a responder apareció otro mensaje: "He acuchillado a esa cerda gorda y he violado a su inocente y dulce hija. Sus gritos eran muy… fuertes JAJAJAJA".

En poco tiempo, varios amigos llegaron a la casa. Después lo hizo la policía. En el interior, descubrieron a Dee Dee en su cama, muerta con 17 puñaladas en la espalda, según el Springfield News-Leader.

Cuando los investigadores arrestaron a Gypsy, que tenía 24 años, y a su novio cibernético, Nicholas Godejohn, en Big Bend (Wisconsin), en relación con el asesinato, fue solo la primera sacudida desorientadora. La policía pronto reveló que Gypsy estaba perfectamente saludable. Ella podía caminar y nunca tuvo cáncer. Sus dolencias habían sido producto de la imaginación de Dee Dee, un caso raro de posible síndrome de Munchausen por poder, una condición mental en la que un padre injerta enfermedades ficticias en un niño.

En junio de 2016, Gypsy se declaró culpable de asesinato en segundo grado. Tuvo una sentencia de diez años. Los temas involucrados en el caso, como la supuesta enfermedad mental, la ficción que envolvía a madre e hija, el romance online y un asesinato sangriento, tuvieron una gran atención mediática en torno al arresto de Gypsy. Ella apareció en Dr. Phil de HBO presentando un documental sobre su caso.

Pero el caso está lejos de terminar.

Hace unos días, el juicio por homicidio en primer grado de Godejohn, de 29 años, se inició en un tribunal de Missouri. Una vez más, la capacidad mental, real o falsificada, es el problema central. En una declaración, el abogado de Godejohn argumentó que su cliente es autista y, por lo tanto, no puede tramar un plan de asesinato por su cuenta. El joven ha mantenido que Gypsy es la verdadera culpable. No cuestionó la participación de su cliente en el asesinato.

"Toda la planificación la hizo ella. Toda. Ella es la mente maestra de todo esto", declaró a ABC en el programa 20/20.

Dee Dee era originaria de una pequeña ciudad de Louisiana, según BuzzFeed. Se separó del padre de Gypsy poco después de que la niña naciera en 1991.

A medida que la niña crecía, Dee Dee llevó a su hija al médico continuamente, afirmando que la pequeña tenía convulsiones. BuzzFeed informó que Dee Dee luego continuó diciendo a los médicos que su hija sufría de distrofia muscular, aunque las pruebas demostraron lo contrario. Los profesionales médicos, a menudo, estaban de acuerdo con el diagnóstico. Si no lo hacían, Dee Dee iba entonces a otro médico. A lo largo de los años, a Gypsy le aplicaron medicación anticonvulsiva, le operaron los ojos y le colocaron un tubo de alimentación.

Tras el huracán Katrina, ambas se mudaron a Missouri, donde continuaron con la farsa. El estado médico de la joven les sirvió para abrir puertas. Conocieron a celebridades como Miranda Lambert, se fueron de viaje y fueron las beneficiarias de la ayuda financiera de amigos y vecinos.

"Creo que el problema de Dee Dee fue que ella comenzó con una red de mentiras, y no hubo escapatoria", comentaba el padre de Gypsy, Rod Blanchard, a BuzzFeed. "Se puso tan nerviosa que fue como si comenzara un tornado, y una vez que estuvo ahí metida no tenía escapatoria. Una mentira tuvo que cubrir otra mentira, y otra, y otra… y ese fue su modus vivendi".

En una entrevista con 20/20, Gypsy afirmó que, a medida que crecía, comenzó a sospechar que su salud no era tan grave como decía su madre.

"Era muy joven y la admiraba tanto que no la cuestioné", explicó. "Hay ciertas enfermedades que sabía que no tenía. Sabía que no necesitaba el tubo de alimentación, sabía que podía comer. Y sabía que podía caminar. Pero le creí a mi madre cuando me dijo que tenía leucemia".

Gypsy también admitió que la vida bajo el techo de su madre era abusiva. En alguna ocasión, y después de discutir fuertemente, supuestamente Dee Dee  castigaba a su hija sin darle de comer durante días. A partir de 2011, Dee Dee también llegó a golpear a la joven con un perchero, de acuerdo al relato de Gypsy. En una ocasión, cuando la adolescente se escapó, supuestamente la encadenó a la cama.

"La prisión en la que vivía antes, con mi madre, no me permitía caminar. No podía comer. No podía tener amigos, no podía salir ni jugar. No podía hacer nada", declaró ella. "Durante mucho tiempo creí que éramos mejores amigas. Cuando era más joven, ella era mi mejor amiga, además de los muñecos de peluche que tenía".

Internet era su único camino hacia el mundo más allá de las ficciones y las reglas de Dee Dee. Allí fue donde conoció a Godejoh, según los fiscales. La pareja se puso en contacto en el sitio web Christian Dating for Free en 2012, de acuerdo a una información publicada por el News-Leader. En su declaración, el abogado defensor Andrew Mead manifestó que Godejohn era un hombre autista solitario que trabajaba como "hombre anuncio" (personas que aguantan carteles en la calle anunciando comercios). La mayor parte de su socialización fue a través de una conexión a Internet.

"Esa fue su salida al mundo", comentó el abogado.

Los mensajes entre los dos, supuestamente, tomaron un borde sexualmente gráfico. Gypsy y Godejohn hablaron sobre la posibilidad de vivir juntos en Wisconsin y tener hijos.

Tres meses antes del asesinato de Dee Dee, Gypsy envió USD 400 a Godejohn para que pudiera visitarla en Missouri, según dijo a la policía tras su arresto. Los dos se encontraron en un cine para ir a ver la película La Cenicienta. Gypsy, además, iba vestida como la princesa de Disney. Una vez en la sala, ella se lo llevó al baño de niños, donde tuvieron relaciones sexuales por primera vez, según confesó Godejohn a los investigadores.

"La verdad es que la adoro", afirmó.

Los mensajes de la pareja supuestamente también se desviaron hacia un territorio más oscuro. El tribunal escuchó el testimonio de que tanto Gypsy como Godejohn se referían a sus alter egos como "malvados". En varias ocasiones, incluso, Godejohn se refería a su "lado malo": El día antes del asesinato, Godejohn envió un mensaje a Gypsy señalando que su "lado malo" necesitaba la cinta adhesiva para el día siguiente. "Lo hará mi lado malo. No saldrá mal porque le encanta matar", supuestamente escribió.

"¿Gypsy sabía que ibas a matar a su madre?", le preguntó un investigador durante su interrogatorio.

"Ella me lo pidió. Ella sintió que era la única forma de estar conmigo", respondió él.

Según el interrogatorio con la policía, cuando Godejohn llegó a la casa rosada la noche del asesinato, Gypsy le dio un par de guantes y el cuchillo. Luego se fue a la habitación de Dee Dee, se subió a la cama y comenzó a clavarle el cuchillo por la espalda.

"Nunca te interpongas entre tu hija y yo", dijo Godejohn, según su versión.

Él también admitió que Dee Dee empezó a gritar a Gypsy. La hija, sin embargo, estaba en el baño afeitándose las piernas. Tras matar a la madre, Gypsy entró desnuda en el lugar del crimen y limpió la sangre. Luego, los dos tuvieron relaciones sexuales en la cama de Gypsy. "Ella y yo lo hicimos desnudos", confesó a la policía.

Las autoridades arrestaron a Gypsy y a Godejohn menos de 48 horas después de que el cuerpo de Dee Dee fuera descubierto. Pudieron rastrear a la pareja hasta Wisconsin gracias a la publicación que hicieron en la cuenta compartida de Facebook entre Dee Dee y Gypsy.

En el juicio, el abogado de Godejohn argumentó que el joven era simplemente un instrumento más en el espantoso plan de escape de Gypsy.

"Nick estaba feliz de hacer lo que Gypsy quería. Siempre fue obediente", comentó su abogado.

Gypsy, que cumple una sentencia de diez años, no está de acuerdo con eso.

"Hay una gran diferencia entre alguien que le pide a otra persona que mate a un tercero, y alguien que realmente lo hace", dijo a 20/20. "Nunca mataría a alguien. Nunca lo haría físicamente".

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