"El uso de cigarrillos electrónicos por parte de los jóvenes está aumentando de forma generalizada y frecuente" dijo el comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), Scott Gottlieb, al emitir la advertencia más enérgica del gobierno federal de que estos dispositivos electrónicos de administración de nicotina están enganchando a una generación de adolescentes. Prometió que "todo está sobre la mesa" para detener esa tendencia.
Gottlieb no detalló la información de la encuesta preliminar que inspiró esta ofensiva regulatoria. Pero The Washington Post informó que los datos muestran un aumento del 75 por ciento en el uso de cigarrillos electrónicos entre los estudiantes de secundaria, desde hace apenas un año. "Los e-cigs se han convertido en una tendencia casi ubicua y peligrosa entre los adolescentes", advirtió Gottlieb. "Simplemente no es tolerable".
Los cigarrillos electrónicos vaporizan el líquido con nicotina, proporcionando un potente dosis de nicotina a los consumidores, en algunos casos a niveles mucho más altos que los cigarrillos convencionales. Sin embargo, se cree que los dispositivos son sustancialmente menos nocivos que los cigarrillos de antaño, lo que los convierte en un posible cambio de juego al ayudar a los fumadores a dejar las cosas realmente malas, una adicción que aún mata a medio millón de estadounidenses al año. La FDA espera que requerir que las compañías tabacaleras reduzcan drásticamente la nicotina en los cigarrillos tradicionales alentará a las personas a que, si no lo abandonan, al menos hagan la transición a los cigarrillos electrónicos, gomas de nicotina o parches, y disminuyan así sus riesgos de cáncer y afecciones respiratorias graves. Esa transición podría representar una de las mayores victorias de salud pública en la historia de la FDA.
Pero no puede ser a costa de enganchar a millones de niños. Los expertos todavía están revisando el perfil de seguridad de los dispositivos. La nicotina daña el cerebro de los adolescentes. El líquido del cigarrillo electrónico puede contener sustancias químicas que presentan otros riesgos. Algunos temen que el vaping (como se le llama a la acción de aspirar vapor en estos dispositivos electrónicos) pueda servir como una puerta de entrada al uso de otros productos de tabaco.
Entonces, la FDA anunció una represión masiva. La agencia envió a los fabricantes de cigarrillos electrónicos una advertencia señalando que deben desarrollar planes para combatir el uso por parte de los jóvenes, o que sus productos podrían llegar a retirarse de los estantes a la espera de una revisión regulatoria. En particular, la FDA podría restringir los líquidos de los cigarrillos electrónicos con sabor especial, que se cree que es lo que atrae a los adolescentes. Las empresas pueden tener que hacer más para detener las ventas sin escrúpulos, luchar contra las compras en línea o rediseñar aspectos de sus productos que parecen atraer a los adolescentes. Los principales fabricantes de cigarrillos electrónicos han restringido el marketing aparentemente dirigido a un público más joven e insisten en que sus productos están destinados solo a fumadores adultos. Pero sus esfuerzos no han sido suficientes.
Mientras tanto, la FDA también está investigando a los minoristas que venden productos de vaping a menores de edad, enviando más de 1.100 cartas de advertencia a las tiendas que han sido sorprendidas vendiendo estos productos electrónicos a menores y aplicando multas a 131 reincidentes.
"Ahora me queda claro, que al cerrar la vía de acceso a los niños, vamos a tener que reducir la rampa de salida para los adultos que quieren migrar del tabaco tradicional a los e-cigs", decía Gottlieb. El reto desde aquí es combatirlo de manera que proteja a los niños.