Su hija murió en el tiroteo de Parkland y ahora ha conseguido un puesto en la junta escolar del condado

Por Taylor Telford

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Lori Alhadeff, que acaba ser escogida para la Junta Escolar de Broward (Florida), durante la entrevista con CNN el día después de que su hija muriera en el tiroteo de la escuela de Parkland (CNN)
Lori Alhadeff, que acaba ser escogida para la Junta Escolar de Broward (Florida), durante la entrevista con CNN el día después de que su hija muriera en el tiroteo de la escuela de Parkland (CNN)

El día después de que mataran a su hija en Parkland (Florida), en la masacre de San Valentín, Lori Alhadeff se puso enfrente de una cámara de CNN. Acababa de pasar dos horas ultimando los detalles del entierro de la joven de 14 años. Tenía lágrimas en su rostro enrojecido de furia.

Con voz tensa y quebrada le suplicó al presidente Donald Trump que hiciera algún tipo de cambio, que pusiera un final a la agonía. Alhadeff, de 43 años, habló sobre la instalación de detectores de metales y pidió que se encontrara una manera de mantener las armas fuera del alcance de los niños.

"Presidente Trump, por favor, haga algo", gritaba. Apretó los dientes e intentó recuperar el aliento. "¡Acción! ¡Lo necesitamos ahora! ¡Estos niños necesitan seguridad ahora!".

Cuando la cámara dejó de enfocarla, el presentador estaba tan afectado por el dolor de Alhadeff que no podía hablar. El video se volvió viral.

En los seis meses transcurridos desde entonces, la crudeza de Alhadeff ha cambiado para resolver los problemas de la sociedad. Se ha lanzado a la defensa y al activismo. Comenzó una organización sin fines de lucro destinada a hacer las escuelas más seguras, y el 28 de agosto, después de prometer al distrito que rendirá cuentas por los fracasos que llevaron a este tiroteo, ganó un puesto en la Junta Escolar del Condado de Broward.

"Estoy muy emocionada de ser la próxima miembro de la junta escolar, tener un voto y poder asegurarme de que lo que le sucedió a mi hija no le pase a ningún otro niño", señaló la mujer a WPLG Local 10 después de su victoria.

Varios de los adolescentes que sobrevivieron al tiroteo en el instituto Marjory Stoneman Douglas se han dedicado a la política, organizando grandes mítines y recorriendo varias ciudades en un autobús. Siempre con un mismo objetivo: tratar de evitar otra tragedia. También lo han hecho sus padres. El agotador ciclo de los tiroteos escolares en Estados Unidos ha allanado un camino para aquellos que quieren trabajar para el cambio a raíz de la muerte y la devastación. Algunos trabajan con cabilderos para presionar por una legislación de armas mucho más estricta. Otros impulsan organizaciones, como Alhadeff, para trabajar con las escuelas y así aumentar las medidas de seguridad en los centros educativos. Muchos se han acostumbrado al destello de las cámaras y aprendieron a hablar públicamente sobre los detalles de la muerte de sus hijos, con la esperanza de que su dolor pueda marcar la diferencia.

Escuela de Parkland (EFE)
Escuela de Parkland (EFE)

Alhadeff obtuvo un puesto en la junta escolar de Parkland –el sexto distrito más grande del país- con el 65 por ciento de los votos. Ella y el resto de miembros trabajaran junto al superintendente de distrito y darán forma a las políticas de la escuela. Ella tiene una maestría en educación y fue profesora en una escuela pública en su estado natal de Nueva Jersey. La mujer, que fue jugadora de fútbol, entrenó durante años. Su hija Alyssa también jugaba y fue la capitana del equipo Parkland Soccer Club.

Cuando anunció su candidatura, Alhadeff expresó su frustración por la forma en que el distrito manejó la tragedia. Ella dijo que no estaba satisfecha con las respuestas que le habían dado a los padres y que estaba enojada por la falta de progreso. Si el distrito no mejoraba eso, ella lo haría.

"Nunca me imaginé siendo la candidata para el consejo escolar ni para ninguna otra oficina pública", explicó Alhadeff a una estación de noticias local. "Aunque mi hija Alyssa no está con nosotros, todavía tengo dos hijos que están en el sistema escolar de Broward. Así que decidí arremangarme y postularme para la junta escolar del condado".

Después del tiroteo, el distrito escolar y su superintendente, Robert Runcie, enfrentaron críticas por eludir las preguntas sobre el historial disciplinario del agresor, Nikolas Cruz, y por no mejorar la seguridad del campus en los meses siguientes. Stand With Parkland, un grupo formado por familias de las víctimas, han exigido un cambio generalizado en la junta escolar, citando los mismos fallos que llevaron a Alhadeff y Ryan Petty, cuya hija de 14 años también estaba entre los 17 muertos de la masacre del día de San Valentín, a postularse para un cargo. Formaron un comité político, Broward Parents for Better and Safer Schools, para apoyar sus campañas. Petty no ganó la elección.

Imágenes del día del tiroteo en la escuela Marjory Stoneman Douglas (Captura WSVN)
Imágenes del día del tiroteo en la escuela Marjory Stoneman Douglas (Captura WSVN)

El día antes de los comicios, Alhadeff fue a visitar la tumba de su hija. Al salir del cementerio, según dijo en Facebook, un caleidoscopio de mariposas amarillas revoloteó sobre su cabeza. Parecía una señal.

En un video de Facebook durante la noche de las elecciones, después de haber sido coronada victoriosa, Alhadeff leyó un discurso frente a un grupo de amigos, familiares y seguidores. Ella habló de su hija y de la llama que se había encendido en su pecho tras la trágica muerte, y cómo esto fue solo el comienzo.

Nikolas Cruz, el autor de la masacre de Parkland (Archivo)
Nikolas Cruz, el autor de la masacre de Parkland (Archivo)

"No me rendí después de la tragedia. Nunca perdí la esperanza con esta campaña, y nunca dejaré de luchar por lo que es correcto", indicó Alhadeff.

Cuando terminó su discurso, levantó la vista y se detuvo, tal y como lo había hecho en su súplica al presidente el día después del tiroteo. Pero esta vez, una sonrisa se extendió por su rostro. Ella levantó sus manos en alto y saltó.

"Lo hicimos", gritaba mientras su voz se ahogaba entre aplausos y vítores. Fue un momento de dicha antes del regreso a la realidad: una larga escalada de luto hacia algo parecido al progreso.

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