¿Recuerdas los días en que las personas traían fotos de celebridades a la oficina del cirujano plástico y preguntaban por los labios de Angelina Jolie o por la mandíbula de Brad Pitt? Ese ya no es el caso.
Ahora, la gente quiere parecerse a ellos mismos, es decir, versiones muy editadas o filtradas de sí mismos.
Los médicos han descubierto una tendencia de personas que traen sus propios selfies, generalmente editados con una aplicación de teléfono inteligente y pidiendo que se parezcan más a sus propias fotos, según un artículo publicado recientemente en JAMA Facial Plastic Surgery por investigadores del departamento de dermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston.
El fenómeno se conoce como "Dismorfia Snapchat" y está causando gran preocupación entre los expertos debido al efecto negativo sobre la autoestima de las personas y su potencial para desencadenar el trastorno dismórfico corporal, una enfermedad mental grave clasificada en el espectro obsesivo-compulsivo.
"Esta es una tendencia alarmante porque esos selfies editados con filtros, a menudo, presentan una apariencia inalcanzable y están borrando la línea de la realidad y fantasía para estos pacientes", comenta el artículo.
Neelam Vashi, profesor asistente de dermatología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston y uno de los autores del artículos, comentó a The Washington Post que la "Dismorfia Snapchat" es la consecuencia de que las personas ahora pueden corregir cualquier imperfección con facilidad.
"Es (una tendencia) notable", señaló Vashi, que también es un dermatólogo certificado por la junta. "Lo que solía estar en manos de celebridades y personas hermosas que eran innatamente bellas y se hicieron aún más hermosas, ahora está en manos de cualquiera".
En Snapchat, por ejemplo, la aplicación presenta más de 20 filtros diferentes que los usuarios pueden alternar simplemente deslizando los dados por la pantalla. Además de agregar coronas de flores u orejas de perrito, los filtros pueden poner pecas, pestañas más largas, ojos más anchos y una piel perfecta, entre otras cosas. Facebook, Instagram y Twitter también permiten a las personas editar sus fotos antes de subirlas a las respectivas plataformas.
Otras aplicaciones, como Facetune, llevan las cosas más allá. Por el módico precio de USD 3.99, los usuarios pueden tener acceso a una gran cantidad de herramientas de edición que pueden hacer de todo, desde blanquear los dientes hasta reducir la frente, la nariz o la cintura de las personas. La aplicación ha sido alabada como "un trabajo de edición de Photoshop en la palma de tu mano" e incluso, algunos, la han tildado de "mágica".
Mientras que la gente usa filtros o software de edición para correcciones menores como borrar imperfecciones o rellenar labios, Vashi dijo que los procedimientos cosméticos tradicionales, en gran medida, no pueden reproducir la "solución instantánea" que las personas ven en sus fotos editadas.
"A veces tengo pacientes que dicen 'Quiero que cada punto se vaya y quiero que se vaya hoy o mañana' porque es lo que la fotografía filtrada les ha dado", apuntó. "Marcan una cosa, y se van. Eso no es realista. No puedo hacer eso. Puedo mejorar mucho a la gente, pero me tomará mucho más tiempo que una semana y no será al ciento por ciento".
Por supuesto, durante mucho tiempo la gente se obsesionó con su aspecto, comparándose con las imágenes idealizadas en los medios, según indicó la profesora de psicología de la Universidad de Northwestern Renee Engeln durante un TEDx Talk en 2013.
"Nuestro sentido de lo que es real, lo que es posible, cuando se trata de la belleza está deformado por nuestra sobreexposición a estas imágenes", afirmó Engeln. "En lugar de verlos tal y como son, lo cual es extraordinariamente raro, comenzamos a verlos como típicos o promedio".
Engeln describió a las personas que pasan demasiado tiempo preocupándose por su apariencia "enfermas de belleza".
"Cuando estás enfermo, no puedes comprometerte con el mundo porque entre tú y el mundo hay un espejo. Es un espejo que viaja contigo a todas partes. Parece que no puedes dejarlo de lado", relató.
Sin embargo, el término "Dismorfia Snapchat" fue acuñado este año por el médico estético británico Tijion Esho.
"La generación de hoy en día no puede escapar al 'efecto Truman' porque nacieron en una era de plataformas sociales donde sus sentimientos de autoestima se pueden basar puramente en la cantidad de likes y seguidores que tienen, lo que está relacionado con lo bien que se ven o lo geniales que son estas imágenes", agregó al respecto durante una entrevista con The Independent.
Hasta hace poco, solo las modelos y las celebridades podían tomarse fotos impecables. Sin embargo, debido al acceso a las aplicaciones de edición, los estándares de belleza aparentemente inalcanzables ahora inundan las redes sociales a diario y las personas "perfectas" en las fotos son tus amigos, compañeros de clase y familiares, según cuenta el artículo de JAMA.
"Nuestra sociedad está cada vez más preocupada, obsesionada con las redes sociales, las imágenes, las fotografías y nuestra apariencia. Ahora, donde sea que vayas, las personas se toman selfies y luego las suben a las redes sociales".
De acuerdo con la encuesta anual de la Academia Estadounidense de Cirugía Plástica Facial y Cirugía Plástica Reconstructiva, las autofotos siguen siendo una importante fuerza detrás de las personas que desean realizarse una cirugía plástica.
En 2017, la encuesta encontró que el 55 por ciento de los cirujanos informaron que los pacientes que solicitaron cirugía se veían mejor en selfies, lo que suponía un aumento del 13 por ciento con respecto a los resultados del año anterior.
Estar inundado por estas imágenes editadas de manera regular puede afectar negativamente a las personas, según indicó Vashi, agregando que mirar una foto de uno mismo y no ver lo mismo reflejado en el espejo o una foto sin editar puede hacer que la gente no esté feliz. En algunos casos, incluso, puede conducir al desarrollo de un trastorno dismórfico corporal.
"Puede traer sentimientos de tristeza y luego, si uno realmente desarrolla este trastorno, esa tristeza claramente progresa a algo que puede ser peligroso y alarmante", indicó.
Un estudio de 2007 publicado en Primary Psychiatry encontró que alrededor del 80 por ciento de las personas que sufren de trastorno dismórfico corporal "experimentan ideación suicida de por vida y del 24% al 28% han intentado suicidarse".
Mientras que varios expertos, desde cirujanos plásticos hasta psicólogos, han advertido contra la dismorfia de Snapchat, Vashi dijo que es poco probable que las personas cambien su comportamiento en un futuro cercano.
"Parece que la gente todavía va a hacerlo porque les gusta. Les gusta la forma de mirar", dijo. "Soy solo una persona pequeña en un mundo grande, no puedo cambiar todo, pero puedo hacer que la gente sepa y reconozca que no es el mundo real. Es como vivir una fantasía".