Hace unos días, Blue Origin realizó el noveno vuelo del nuevo cohete Shepard completando así otra prueba del sistema de lanzamiento al tiempo que la compañía trabaja para llevar a los humanos al espacio por primera vez antes de que termine el año.
El propulsor y la nave espacial despegaron del sitio de lanzamiento de la compañía, en el oeste de Texas, poco después de las 11 de la mañana. Luego se realizó una prueba diseñada para transportar a los pasajeros a un lugar seguro en caso de una emergencia. Una vez que alcanzó el umbral del espacio, la cápsula dejo ir sus motores, una maniobra que, según la compañía, "empujaría el cohete hasta sus límites".
Blue Origin es propiedad de Jeff Bezos, que también es dueño de The Washington Post.
La compañía planea comenzar a vender boletos el próximo año para que los pasajeros tomen vuelos cortos al borde del espacio, donde experimentarán la ingravidez y verán la curvatura de la Tierra. La compañía no ha dicho cuál sería el precio de estos billetes.
Virgin Galactic de Richard Branson también planea comenzar a volar enviando a sus clientes al espacio en vuelos suborbitales. La compañía dice que más de 700 personas se han registrado para esta experiencia. Sus boletos cuestan USD 250.000.
En el vuelo del otro día, Blue Origin señaló que estaba llevando a cabo varios experimentos científicos, incluido uno para probar el uso de acceso a Internet en el espacio. Un muñeco que la compañía llama "Mannequing Skywalker" también estaba a bordo y su función era la de proporcionar datos sobre cómo sería el vuelo para los pasajeros reales.