La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó la petición de intervenir en el caso de Brendan Dassey, cuya confesión de violar y asesinar cuando era un adolescente fue retratada en el popular documental de Netflix, Making a Murderer ("Fabricando a un asesino")
Como es habitual, el tribunal no justificó su negativa a la petición de Dassey, que ahora tiene más de 20 años y está cumpliendo cadena perpetua en prisión.
Dassey fue condenado en 2007 por el asesinato de la fotógrafa Teresa Halbach en el condado de Manitowoc (Wisconsin). Dos años antes, Dassey había confesado a las autoridades que había ayudado a su tío, Steven Avery, en la violación y el asesinato. Los restos carbonizados de Halbach se encontraron en la propiedad de Avery.
Dassey fue interrogado cuatro veces durante un período de 48 horas. En las cintas de video, que fueron entregadas al alto tribunal, aparecen los investigadores dando a Dassey algunos datos sobre el homicidio que él parecía desconocer.
"Continuaremos luchando para liberar a Brendan Dassey. El chico tenía 16 años y sufría de discapacidad intelectual y social cuando confesó un crimen que no cometió", dijo la abogada Laura Nirider de la Escuela de Leyes de la Northwestern Pritzker y que trabaja en el Centro de Convicciones Injustas.
"El video del interrogatorio de Brendan muestra a un chico confundido que fue manipulado por policías con experiencia para que aceptara el relato de cómo ocurrió el asesinato de Teresa Halbach", señaló.
El Fiscal General de Wisconsin Brad Schimel remarcó: "Esperamos que la familia y los amigos de la Sra. Halbach puedan encontrar consuelo al saber que este terrible caso finalmente ha llegado a su fin".
El Tribunal de Apelaciones de Wisconsin confirmó la condena de Dassey diciendo que el interrogatorio no fue excesivamente coercitivo. El adolescente había leído sus derechos y su madre consintió la entrevista. Dassey no tenía un abogado presente en ese momento.
Cuando el joven apeló ante un tribunal federal, un magistrado y un panel de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos del 7º Circuito fallaron a su favor.
Pero, en diciembre pasado, el Tribunal de Apelaciones anuló esa decisión en una votación de 4 a 3.
"Dassey habló libremente con los interrogadores después de recibir y comprender las advertencias de Miranda, y con el consentimiento de su madre", escribió el juez David Hamilton. "El interrogatorio se llevó a cabo en un entorno cómodo, sin ninguna coacción física o intimidación, sin elevar las voces y durante un tiempo relativamente breve. Dassey proporcionó muchos de los detalles más condenables a sí mismo en respuesta a preguntas abiertas", añadió.
Los tres jueces disidentes dijeron que esa decisión era "un profundo error judicial".
"Lo que ocurrió aquí fue el interrogatorio de un menor con discapacidad intelectual", escribió la juez Ilana Rovner. "Dassey fue sometido a una miríada de técnicas psicológicamente coercitivas, pero el tribunal estatal no revisó su interrogatorio con el cuidado especial requerido por el precedente de la Corte Suprema", sostuvo.
En el Tribunal Supremo, Dassey estuvo representado por el ex fiscal general de Estados Unidos, Seth Waxman, que es un destacado practicante ante el tribunal. Reclutó una impresionante alineación de ex fiscales y psicólogos que señalaron a los jueces que el interrogatorio era impropio y que el tribunal debería ayudar a aclarar cómo se debe cuestionar a los menores, que pueden ser fácilmente manipulados y coaccionados.
Pero Wisconsin defendió la condena y dijo que el caso de Dassey no era un buen vehículo para que el tribunal revisara el tema de los interrogatorios de menores.
Conforme a la ley federal, el Tribunal Supremo debe aplazar en gran medida las decisiones tomadas por los tribunales inferiores e intervenir solo si la decisión de la corte estatal no fue razonable.
Wisonsin señaló que el tribunal del Estado siguió el precedente de la Corte Suprema observando la totalidad de las circunstancias y negó que los investigadores hayan alimentado a Dassey con los hechos del crimen que confesó.