La búsqueda termina para Lindsey, una niña de 10 años que había desaparecido en 2009

Por Kristine Phillips

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Fotografía de Lindsey Baum difundida
Fotografía de Lindsey Baum difundida tras su desaparición (Cortesía de la Oficina del Alguacil del Condado de Kittitas)

En algún lugar entre las cuatro cuadras entre su casa y la casa de su amiga en el estado rural de Washington, una niña de 10 años desapareció y nunca más se supo de ella.

Cientos de oficiales, voluntarios y perros especializados en encontrar cadáveres peinaban repetidamente la pequeña ciudad de menos de 2.000 personas en busca de Lindsey Baum, una chica de cabello castaño y ojos marrones a la que le encantaban Harry Potter y Twilight. Miles de dólares en recompensa produjeron innumerables llamadas y mensajes, pero nada condujo a la niña, que desapareció en McCleary (Washington), el 26 de junio de 2009, dos semanas antes de cumplir 11 años.

"Necesito a mi hija en casa. Lindsey, por favor, ven a casa, no estás en problemas", decía Melissa Baum, según un artículo de 2009 publicado en el periódico Daily World en Aberdeen (Washington).

Casi 10 años después, la búsqueda de Lindsey terminó. Una nueva investigación comenzó, esta vez, para encontrar a la persona responsable de su muerte.

En septiembre pasado, unos cazadores encontraron restos humanos en una parte remota del este de Washington. Los restos fueron llevados a un laboratorio del FBI en Virginia para el análisis del ADN. Varios meses después, el alguacil del condado de Grays Harbor, Rick Scott, que ha estado involucrado en la investigación desde 2009, anunció que eran restos de Lindsey.

"Estoy aquí para compartir con ustedes que hemos traído a Lindsey a casa", declaró Scott en una conferencia de prensa.

Los investigadores creen que la niña fue secuestrada después de que ella dejara la casa de su amiga esa noche y que luego fue asesinada.

"Durante los últimos nueve años, no hemos podido confirmar que esto fuera algo más que una simple desaparición. Ciertamente, las oraciones y esperanzas de la familia fueron que algún día la encontráramos con vida y la lleváramos a casa. Ahora, la realidad es que tenemos que encontrar al sospechoso del homicidio", dijo Scott.

Él se negó a compartir la ubicación exacta dónde se encontraron sus restos, y solo se limitó a decir que es visitada estacionalmente por los cazadores. También se negó a responder a las preguntas sobre qué llevó a los investigadores a creer que había sido asesinada.

La oficina del alguacil en el condado de Kittita (Washington), a más de 160 kilómetros de McCleary, señaló que los restos fueron encontrados allí, en una zona empinada y fuertemente arbolada con grandes acantilados y profundos barrancos. Los buscadores recorrieron el área durante el fin de semana en busca de pruebas relacionadas con la muerte de la niña.

Lindsey fue vista por última vez alrededor de las 9:15 de la noche el 26 de junio de 2009, cuando se suponía que debía caminar las cuatro cuadras hasta su casa. Su madre informó más tarde que había desaparecido esa noche.

La familia de la niña inmediatamente descartó la posibilidad de que ella pudiera haberse escapado o estar escondida.

"Si se hubiera estado escondiendo, ya habría salido", comentó Melissa Baum al Daily World poco después de la desaparición de su hija. "No puede esconderse tanto tiempo, le encanta hablar".

Lindsey también le tenía miedo a la oscuridad y no habría estado vagando sola por ahí. Ella era supersticiosa al respecto. Para la joven, la medianoche, a la 1 de la mañana, era "la hora de las brujas", recordaba su familia al periódico local.

Su padre, Scott Braum, suplicó su regreso antes de ir a la guerra de Irak sin saber lo que le había sucedido a su hija.

"Por favor, traigan a mi hija a casa", dijo en una conferencia de prensa en julio de 2009, según informes de los medios. "Me estoy preparando para ir a Irak y mañana es su cumpleaños".

En octubre de 2009, los investigadores publicaron una orden de allanamiento que detallaba actividades sospechosas y declaraciones inconsistentes que los llevaron a un hombre que vivía fuera de McCleary, informó en aquel entonces el Daily World. El hombre había estado involucrado en conversaciones inquietantes sobre Lindsey y había sido acusado de agresión sexual. Pero los investigadores no encontraron ninguna evidencia de irregulares en el hogar del hombre.

Cuando se acercaba el primer aniversario de la desaparición de Lindsey, Scott, el alguacil, anunció que los investigadores aumentarían sus esfuerzos. Los testigos volverían a declarar, y se buscarían nuevas áreas en McCleary y sus alrededores.

"Vamos a estar aquí todo el tiempo que sea necesario", dijo Scott, entonces subcomisario, a los periodistas en una conferencia de prensa en abril de 2010. "Seguimos siendo tan tenaces en nuestra investigación como lo fuimos desde el primer día".

Nueve años después de la investigación que ahora ha tomado un giro diferente, Scott prometió "traer al monstruo responsable de esto".

"Hay alguien por ahí que sabe que hizo esto y cómo sucedió, y hay personas que tienen cierta información que sería la semilla que necesitamos para hacer explotar esta investigación y culminarla en un arresto", dijo a los periodistas recientemente. "Necesitamos que esas personas tengan la valentía de presentarse y compartir esa información anónimamente, a través de un mensaje de texto".

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