Diez malos hábitos que a la larga pueden afectar a quienes son propietarios

Por Daniel Bortz

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Cada propietario comete errores. El verdadero problema, sin embargo, comienza cuando estos errores se convierten en hábitos que, con el tiempo, cuestan mucho dinero. Algunos comportamientos también crean problemas de seguridad.

Si eres culpable de estos malos hábitos, destrúyelos pronto.

1: Tubos que obstruyen inadvertidamente

Ten en cuenta lo que estás dejando en el desagüe. Lo advierte Krystal Rogers-Nelson, experta en seguridad y mantenimiento del hogar en ASecureLife.com. "No tires nada por el inodoro, más allá de papel higiénico, especialmente materiales más pesados como toallas de papel, pañales o bastoncillos de algodón, pintura, aceites o productos químicos agresivos", comenta ella. "No se recomiendan las toallitas ni siquiera las que son especiales para 'inodoros'".

Si observas señales de obstrucción, por ejemplo un goteo cuando uno usa el inodoro o una presión baja de agua, llama a un plomero lo antes posible.

2: No limpiar las canaletas

No limpiar las canaletas puede dañar el techo, el revestimiento o los cimientos de tu casa, comenta Eddie Zielinski, gerente de una tienda Lowe's en Harper Woods (Michigan). Zielinski recomienda limpiar los surcos de hojas, trozos de pino y otros desechos, al menos, dos veces al año. Si te preocupa la posibilidad de caerte, puedes contratar un limpiador profesional para canaletas por aproximadamente USD 150.00, de acuerdo a HomeAdvisor.

Para evitar obstrucciones, instala protectores de canal como pantallas, insertos de espuma o malla fina, explica Brendon DeSimone, gerente en Houlihan Lawrence, especializado en bienes raíces en Bedfor (Nueva York).

3: Dejar crecer los árboles

Muchos propietarios olvidan recortar sus árboles, y eso puede crear problemas de seguridad, señala DeSimone. Si tienes árboles cerca de tu casa, pódalos cada dos años para mantener las ramas alejadas de tu hogar. Para árboles grandes o difíciles de controlar, el riesgo de lesiones es alto, así que considera contratar un recortador profesional. De media, un árbol cuesta USD 200.00 para recortar, según HomeAdvisor, pero los costos pueden variar según el tamaño y la ubicación del árbol (los árboles cerca de las líneas de alta tensión, por ejemplo, requieren tiempo adicional porque los equipos no pueden tirar las ramas mientras trabajan.

Una forma de mitigar el riesgo es hacer que un arborista certificado inspeccione tus árboles en busca de enfermedades y pudrición cada cinco años más o menos.

4: Golpeando la puerta de entrada

Este hábito puede parecer inofensivo, pero los repetidos portazos pueden desalinear la puerta y crear lagunas que permiten la entrada de aire exterior a tu casa, lo que puede aumentar las facturas de servicios, comenta Zielinski. Sin embargo, si la puerta de tu casa se cierra debido al peso, un cierrapuertas podría resolver el problema.

5: Dejar que la pelusa de la secadora se acumule

Hay alrededor de 2.900 incendios de secadoras al año, y causan un estimado de cinco muertes, 100 lesiones y USD 35 millones en pérdidas de propiedad, según la Administración de Incendios de Estados Unidos. Dejar que la pelusa se acumule también puede aumentar las facturas de energía porque la secadora tiene que trabajar más duro con cada ciclo de centrifugado.

Zielinski recomienda limpiar el cajón de pelusas de tu secadora antes de cada ciclo y limpiar el tubo de escape cada noventa días. Puedes hacer estas tareas con relativa facilidad con una aspiradora, pero si tu ventilación está obstruida, podría valer la pena contratar a un técnico de extracción para que la limpie, con un costo de USD 125.00 y USD 175.00, según los expertos.

6: Olvidarse de cambiar los filtros del horno

"Tu horno no funcionará tan eficientemente si no cambias los filtros", dice Zielinski, que recomienda reemplazar los filtros del horno cada 90 días. "Muchos termostatos programables te recordarán cuándo es el momento de cambiar los filtros de aire", agrega.

Esta es una tarea que puedes hacer tú mismo, solo tienes que apagar el horno y obtener el reemplazo correcto. Un filtro con un marco de plástico es reutilizable, pero tienes que limpiarlo periódicamente con una aspiradora y con agua, y después dejarlo secar completamente antes de volverlo a insertar, comenta Consumer Reports.

7: No cambiar las baterías en los detectores de humos

Los detectores de humo funcionan solo cuando están llenos. Desafortunadamente, 1 de cada 5 muertes por incendios en el hogar es el resultado de alarmas de humo que funcionan mal, según la Asociación Nacional de Protección con Incendios. En aquellos incendios en los que las alarmas de humo estaban presentes pero no sonaron, casi la mitad (46 por ciento) de los dispositivos tenían baterías desgastadas o desconectadas.

8: Dejar las luces encendidas

Claro, está bien dejar encendida la luz de un baño cuando te vas a la cama y, por razones de seguridad, es bueno tener una luz de porche prendida cuando estás fuera de la ciudad. Pero, en general, es rentable apagar las luces.

Para maximizar tus ahorros, considera comprar bombillas de bajo consumo. Cuestan más por adelantado pero consumen mucha menos energía y pueden reducir significativamente los costos de electricidad a largo plazo.

9: Tomar duchas largas y humeantes

Las duchas largas (duchas que duran más de 10 minutos) pueden quitar la humedad a la piel, provocar comezón y, por supuesto, aumentar tu factura de agua. Y, a pesar, de que se sientan bien, las duchas humeantes pueden crear moho y hongos. Intenta tomar duchas de cinco minutos y evita que el agua caliente dispare la factura.

10: Usar zapatos en casa

¿Quieres mantener un hogar limpio? El uso de zapatos sucios en casa propaga el polvo, las toxinas y los alérgenos. De hecho, los investigadores de la Universidad de Houston descubrieron que casi el 40 por ciento de los aerosoles contienen Clostridum difficile, o C. diff, que pueden causar infecciones. Además, las suelas abrasivas pueden arañar o raspar los suelos y convertir tu hermosa madera en una zona desastrosa.

La solución es simple: quítate los zapatos en la puerta.

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