La lista de luminarias seleccionadas para la Junta de Innovación de Defensa de Estados Unidos, un consejo asesor diseñado para ayudar al Departamento de Defensa a ser más eficiente y tecnológico, incluyó a algunos de los empresarios, pensadores e innovadores más distinguidos del país.
Estaba Eric Schmidt, el presidente ejecutivo de Alphabet, Neil deGrasse Tyson, el célebre Astrofísico, y Marne Levine, la directora de operaciones de Instagram. También estaba Jeff Bezos, el multimillonario fundador de Amazon.com y propietario de The Washington Post.
Pero Bezos nunca se unió oficialmente a la junta, y el Pentágono lo reconoció por primera vez en respuesta a las preguntas formuladas por The Washington Post.
"El enfoque único de su trabajo y la variedad de obligaciones de seguridad, legales y éticas de servir en un comité asesor federal, ambas partes acordaron mutuamente que el señor Bezos proporcione asesoramiento individual al Secretario de Defensa en lugar de continuar con su nominación formal a la junta", dijo el portavoz del Pentágono, el comandante naval Patrick Evans, a través de un comunicado.
Bezos, a través de un portavoz, se negó a hacer cualquier tipo de comentario.
Bezos fue invitado a unirse a la junta durante las últimas etapas de la administración Obama encabezada por el entonces secretario de Defensa Ashton Carter, que expresó poca preocupación sobre si Bezos recibió una autorización de seguridad, según un funcionario del Pentágono que habló con la condición de anonimato. La participación de Bezos sin autorización habría limitado lo que podía ver, pero Carter en ese momento vio que la Junta de Innovación se centraba en parte en problemas que no necesariamente lo requerirían, como la mejora de los procesos comerciales del Pentágono. Carter no quiso hacer comentarios a través de un ex asociado del Pentágono.
Pero cuando Jim Mattis se convirtió en secretario de defensa de la administración Trump, se pidió a los seleccionados para la junta que presentaran documentación para obtener una autorización de seguridad. Dada la riqueza, los intereses comerciales y las participaciones de Bezos, obtener una autorización probablemente habría sido un proceso arduo. También complicaron el asunto las preocupaciones sobre la aparición de un conflicto de intereses.
Amazon Web Services (AWS) tiene un contrato de computación en la nube de USD 600 millones para la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés).
El Pentágono también se está acercando a la adjudicación de un contrato de computación en la nube, que podría valer miles de millones de dólares durante muchos años. Muchos rivales en la industria ya se han quejado de que AWS tiene el camino interno para ese contrato, aunque el Pentágono ha prometido celebrar "una competencia abierta y completa".
Además, Blue Origin, la compañía de cohetes de Bezos, tiene planes de competir por contratos de lanzamiento de equipos para la seguridad nacional, según dijeron funcionarios de la compañía.
El pasado 10 de agosto, Mattis, durante un viaje de prensa, se reunió a puerta cerrada en Seattle con Bezos durante dos horas. También incluyó paradas en Silicon Valley en la sede Google y la Unidad de Innovación de Defensa del Pentágono Experimental (DIUx), un esfuerzo establecido por la administración Obama para aumentar la colaboración entre las empresas de tecnología y el ejército.
Numerosos medios informaron en su momento que Bezos era miembro de la Junta de Innovación, aunque el nombre de Bezos no figura en el sitio web de la junta. Ni el Pentágono ni Bezos parecían buscar una corrección. Bezos compartió una fotografía de Twitter de él y Mattis juntos en la sede de Amazon.
"Fue un placer alojar al secretario de defensa Jim Mattis en la sede central de Amazon en Seattle", escribió a través de sus redes sociales.
La visita fue notable dada la historia de Trump con Bezos. El presidente ha acusado repetidamente al fundador de Amazon de eludir las normas impositivas con su compañía y de comprar The Washington Post para brindar cobertura política. Trump se ha referido regularmente al periódico como el #AmazonWashingtonPost, aunque Bezos es dueño de la compañías de medios a título personal y Amazon no tiene ningún control.
En 2015, después de uno de esos ataques, Bezos puso en Twitter que Trump lo "truncó" y le hizo una oferta irónica al entonces presidente electo, que involucraba a su compañía espacial, Blue Origin.
"Aún le reservaremos un asiento en el cohete de Blue Origin", bromeó.
A pesar de las idas y venidas, a finales de 2016, Trump invitó a Bezos junto a otros líderes tecnológicos al Trump Tower en Nueva York para hablar sobre la industria.
Pero seis días después de la visita de Mattis a Amazon, Trump apuntó a la compañía una vez más, acusando al gigante de Internet de perjudicar a los minoristas convencionales.
"Amazon está causando un gran daño a los minoristas que pagan impuestos", tuiteó. "Los pueblos, las ciudades y los estados de Estados Unidos están sufriendo, muchos puestos de trabajo se han perdido", lamentó.
Aunque una vez tuvo problemas con la recaudación de impuestos, Amazon dice que ahora sí lo hace por los productos que vende y que compran los clientes en los 45 estados.
La Casa Blanca dijo que no desempeñó ningún papel en la selección de los miembros de la Junta de Innovación y remitió los comentarios al Pentágono.
Actualmente hay 13 miembros en la junta. Evans, el portavoz del Pentágono, dijo que se les pidió a todos los miembros que presentaran documentos para una autorización de seguridad, pero se negó a revelar si otros miembros tienen autorizaciones citando razones de seguridad.