Si sueñas con una mejor noche de sueño, no estás solo. Los investigadores de la aplicación Sleep Cycle descubrieron que los estadounidenses no hacen sus ocho horas de sueño (aunque están cerca: 7 horas y 19 minutos en 2017, lo que supone una mejora de 4 minutos respecto al 2016).
Para que el sueño sea aún mejor, un buen lugar para comenzar es con una nueva almohada. "Una almohada es una cama para la cabeza", dice Michael Breus, un psicólogo clínico de California que se ha especializado en trastornos del sueño. "Si gastas USD 1,000 en un colchón y usas una almohada de USD 10 acabas de convertir tu cama en un colchón de USD 10", explica.
Sin embargo, investigar qué almohada es la correcta puede ser como mirar por el pasillo de un supermercado en busca de pasta de dientes: las opciones son infinitas. Afortunadamente, los probadores de almohadas como Breus pueden ayudar a reducir las opciones.
Lo primero que debes considerar es la forma en la que duermes: de espalda, de costado o boca abajo. Los que duermen de espalda pueden necesitar una almohada más plana para mantener la cabeza y el cuello alineados. Los que duermen boca abajo pueden necesitar una almohada suave. Los que lo hacen de costado pueden necesitar una almohada más firme.
Luego está el relleno (lana, algodón, látex, plumas…) que, a menudo, depende de si prefieres almohadas blandas o firmes. Breus señala que si tienes dolor de espalda u hombro por la mañana es una señal de que estás usando un tipo de almohada incorrecta (aunque siempre es bueno consultar con un médico ortopédico). Sobre todo, hazlo lo mejor posible, según dice Rebecca Robbins, una asesora del sueño del Hotel Benjamin en Nueva York: "Invertir todo lo que tu presupuesto puede pagar. Dormimos un tercio de nuestras vidas, ¿Por qué no hacerlo?".
Breus, conocido como el Doctor del Sueño, dice que el sueño es una actividad de rendimiento. Así como un corredor invierte en zapatos, querrá elegir la mejor almohada para dormir. Su favorito, y con el que duerme, es el Latex Kapok Blend de V&R Naturals porque el relleno se puede quitar según lo necesario (USD 129.00 en vrnaturals.com).
En el Laboratorio de Textiles de Good Housekeeping Institute, la analista senior de productos Lexie Sachs y otros analistas observan qué tan bien las almohadas mantienen su forma, resisten el lavado y se acomodan en una funda de almohada. Los evaluadores de consumo califican estas almohadas para mayor comodidad y aguante. Una almohada que ha sobresalido ha sido la ComfortFit Sleep Number (USD 89.99 – USD 149.99, todas disponibles en sleepnumber.com).
Sachs usa el modelo "clásico" (USD 89.99). "Me encanta su aguante y su suavidad. La mayoría de las almohadas de espuma se sienten demasiado firmes en mi opinión, pero esta es una combinación de espuma y relleno de fibra alternativo, y parece que estoy obteniendo lo mejor de ambas", sostiene ella. Como es lavable y no tiene una funda extraíble, usa el protector AllerEase Maximum (USD 7.99-8.99).
"Nuestros clientes prefieren las almohadas de cama con una cubierta de algodón natural y una combinación suave de pluma o plumón, o una alternativa a eso", dice Michelle Dirkse, diseñadora de interiores cuyos proyectos han aparecido en algunas revistas como Luxe, Rue y Domino. La Parachute's Down Alternative Pillow es una de las que suele escoger para sus clientes y para ella misma (USD 59 – USD 89, en parachutehome.com). "Acabo de terminar de remodelar todo mi condominio y las nuevas almohadas son un toque final acogedor para mi nueva cama", remarca. Esto sería una buena opción para una habitación de invitados, también, porque está libre de alérgenos.
Después de trabajar con varias celebridades, el diseñador de interiores de Los Ángeles, Adam Hunter, sabe que todo el mundo es diferente y que "los clientes deben amar su almohada y encontrar la que proporcione el soporte y la alineación adecuados". A menudo usa la almohada Anti-allergy Down en sus proyectos, especialmente para las habitaciones de los niños, debido al sencillo mantenimiento (USD 80.00, en usa.yvesdelorme.com). Son "fáciles de limpiar" y "muy suaves".
"Bebemos café, bebemos vino, nos estresamos por nuestras carreras. Algunas de esas cosas son difíciles de modificar, pero el dormitorio es algo que, a menudo, podemos controlar", finaliza Robbins, un becario Postdoctoral de la Universidad de Nueva York.