Westminster (California) – Después de que Yarly Raygoza asistiera al programa de prevención de drogas en Boys & Girls Club el año pasado, usó lo aprendido para convencer a algunos amigos de que no tomar marihuana.
La niña de 14 años volvió a tomar la clase este año, pero le preocupa que aconsejar a sus amigos sea más difícil.
La marihuana recreativa ahora es legal en California, lo que podría generar un auge masivo en la venta y publicidad de drogas cuando las tiendas puedan comenzar a vender el medicamento a adultos sin receta.
Raygoza cree que a medida que más personas de 21 años o más usen marihuana legalmente, los adolescentes tendrán problemas para entender que no deberían usarla. Los adolescentes también pueden tener un acceso más fácil a la droga a medida que las tiendas de marihuana recreativas comienzan a abrir. Raygoza ya ve muchos lugares vendiendo marihuana medicinal.
"Ahora que hay tantas tiendas… los niños tienen más posibilidades de poner sus manos en ella. Y tener una discusión con ellos podría ser un poco más difícil", comenta.
No te equivoques: la marihuana sigue siendo ilegal para los jóvenes.
En noviembre pasado, los votantes aprobaron la Proposición 64, la ley de uso de marihuana para adultos, convirtiendo a California en uno de los ocho estados, además del Distrito de Columbia, para legalizar la droga para uso recreativo. La medida inmediatamente legalizó, para los mayores de 21 años, el hecho de poseer hasta 28 gramos de cannabis. Retrasó las ventas legales de marihuana en tiendas autorizadas hasta enero de 2018.
La legalización de la marihuana recreativa para adultos en California y otros estados plantea un desafío adicional para la educación sobre drogas y los programas de prevención. Los maestros están tratando de explicar los riesgos de la marihuana justo cuando las tiendas se están preparando para abrir y los especialistas en marketing están planeando campañas.
La marihuana medicinal ha sido legal en California por más de 20 años, pero los expertos dicen que la nueva ley sobre marihuana recreativa podría incitar a más jóvenes a creer que la droga es segura.
"Esa es una consecuencia involuntaria de la legalización", dice Pam Luna, consultora de Rand Corp., una organización de investigación no partidista. "Piensan que si es legal, debe estar bien", agrega.
Luna, que capacita a docentes sobre educación para la prevención del consumo de drogas, sostiene que la legalización también ha provocado preguntas y confusión entre los jóvenes. Es posible que reciban información errónea y presión de los compañeros a través de las redes sociales.
Si bien la evidencia muestra que la marihuana medicinal puede ayudar a aliviar el dolor crónico y otras afecciones, el uso de la droga está relacionado con la mala salud respiratoria y el aumento de los accidentes automovilísticos. Entre los adolescentes, el consumo de marihuana puede tener efectos negativos en su salud cognitiva y mental.
Estudios recientes muestran que los adolescentes que toman marihuana con frecuencia exhiben un menor rendimiento cognitivo y función cerebral que aquellos que no lo hacen. También tienen un peor desempeño en la escuela. A pesar de eso, la percepción de los adolescentes sobre los daños de la marihuana ha disminuido con el tiempo, y muchos piensan que es más seguro que el alcohol, según Elizabeth D'Amico, una científica de comportamiento en Rand. Actualmente, más de la mitad de los estudiantes de 10º y 12º grado creen que fumar marihuana no es peligroso, de acuerdo a otro informe reciente de Rand.
Los adolescentes en estados con marihuana medicinal legal son menos propensos a creer que la droga es dañina, según muestran los estudios.
"El cambiante panorama legal tiene mucho que ver con las percepciones cambiantes de los adolescentes", comenta D'Amico. "Es por eso que realmente necesitamos cambiar la conversación sobre esta droga", subraya.
Ella comenta que esa conversación debería recordar a los jóvenes sobre sus daños potenciales y que la marihuana recreativa en California sigue siendo ilegal para los menores de 21 años.
El Departamento de Salud Pública del estado recientemente dio a conocer un sitio llamado Hablemos del cannabis para explicar la ley. El website remarca que los jóvenes que son sorprendidos fumando, comprando o poseyendo marihuana tendrán que completar el servicio comunitario y someterse a un programa de educación sobre drogas o asesoramiento.
Stantos Glantz, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Francisco, comenta que la publicidad es otro factor que puede complicar la educación para la prevención de las drogas para los jóvenes. La exposición a la publicidad de la marihuana se asocia con una mayor probabilidad de tomar hierba un año después, según la investigación.
"Ahora está en todas partes, y el mercado no se ha abierto por completo. Es lo mismo que la publicidad del alcohol y los cigarrillos. Todo está dirigido a normalizarlo y presentarlo como algo divertido de hacer", comenta Glantz.
D'Amico afirma que ella y sus hijos ven los cambios en curso cerca de su casa, en el Valle de San Fernando. "Simplemente crea una conversación casi todos los días porque aparece un nuevo cartel en el camino a la escuela", subraya.
Para proporcionar a la mayoría de los estudiantes de secundaria información actualizada sobre el alcohol, la marihuana y el tabaco, D'Amico desarrolló un programa voluntario llamado Project Choice, que se utiliza en programas extracurriculares como el Boys & Girls Club. En cinco sesiones, los participantes dramatizan y debaten sobre cómo tomar decisiones saludables. También hablan sobre los pros y los contras de la marihuana y las diferencias entre el uso médico y recreativo.
Durante la primera sesión en el Boys & Girls Club, Jeovan Dávila preguntó al grupo de estudiantes qué porcentaje de alumnos de octavo grado creían que habían tomado marihuana en los últimos 30 días. Las conjeturas variaron del 10 por ciento al 60 por ciento. Cuando Dávila les dijo que la respuesta correcta era de alrededor del 7 por ciento, el grupo pareció sorprendido.
Dávila dice que no da lecciones a los adolescentes sobre lo que está bien y lo que está mal. Por el contrario, les da hechos para ayudarles a tomar sus propias decisiones en el futuro. Por ejemplo, si saben que la mayoría de sus compañeros no toman marihuana, tal vez sea menos probable que lo hagan.
Con la legalización de la marihuana y la discusión en las redes sociales, Dávila ha visto más gente joven hablando sobre la droga. Durante la clase, algunos dijeron que los adolescentes querrían probarlo porque ven que sus familiares la toman de forma legal.
"Los niños lo mencionan", dice. "Simplemente tenemos que estar listos, haciéndoles saber los hechos", finaliza.