El museo DeMATA Trick Eye de Indonesia se disfruta mejor con una cámara completamente cargada.
Por algunas rupias, los visitantes de Yogyakarta se pueden tomar fotos en medio de ilusiones ópticas, en escenas recreadas de la historia y la fantasía. Casi 200 figuras de tamaño natural de la gente más famosa te esperan, listas para divertir electrónicamente a tus amigos de Facebook.
El popular Darth Vader o Barack Obama son algunos de los residentes del museo. "Te damos el mejor lugar para hacer tu foto", dice el en su página web.
Pero cediendo a la indignación internacional, el museo ha eliminado una figura de cera histórica de su colección de estatuas de celebridades listas para la selfie: la de Adolf Hitler.
Particularmente, un fugitivo posado gallardamente de pie frente a un telón de fondo del campo de concentración de Auschwitz. La imagen, vista en un número incontable de selfies con los sonrientes visitantes de DeMata, contiene el infame letrero sobre la puerta principal del campamento: "Arbeit Macht Frei" ("el trabajo te libera").
"Todo está mal. Es difícil encontrar palabras sobre cuán despreciable es", comenta a The Associated Press el rabino Abraham Cooper, decano asociado del Centro Simon Wisenthal, que lucha contra el antisemitismo y la negación del Holocausto. "El fondo es repugnante. Se burla de las víctimas que entraron y nunca salieron", agrega.
El indignado afirmó que la foto de Hitler no tenía nada que ver con las representaciones de información y entretenimiento de Steve Jobs y Scarlett Johannson vestida de cuero. Y, según los críticos, las imágenes que inundaron las redes sociales fueron un insulto a los 6 millones de judíos que murieron en los campos de exterminio de Hitler.
Los funcionarios del museo no respondieron de inmediato a la solicitud de comentarios.
Warli, que trabaja en el departamento de marketing, defendió la figura de cera a The Associated Press. Dijo que sabía que Hitler era una figura histórica responsable del asesinato masivo. Pero desde que su estatua se exhibió en 2014, el trabajo fue "una de las figuras favoritas para que nuestros visitantes se tomaran selfies".
"Ningún visitante se quejó de eso. La mayoría de nuestros visitantes se divierten porque saben que esto es solo un museo de entretenimiento", subrayó.
El aspecto del "entretenimiento justo" de representaciones similares de Hitler y su régimen nazi es algo que, durante años, ha molestado a historiadores y activistas. Algunos se preocupan de que el hecho de distanciar a las figuras históricas de sus atrocidades, convirtiéndolos esencialmente en caricaturas y personajes de dibujos animados, sea el primer paso para repetir los errores del pasado.
En una sesión de preguntas y respuestas con Gavriel Rosenfeld, autor de Hi Hitler! advirtió que pantallas similares de Hitler y de simbología nazi normalizaban su legado:
"Internet es, sobre todo, el medio en el que realmente se enfoca en Hitler como una figura totalmente descontextualizada. Podemos dibujar un bigote de Hitler en cualquier cosa o una esvástica en cualquier lugar y nos podemos reír de ello".
La llamada normalización nazi ha provocado protestas en Indonesia, que tiene la población musulmana más grande del mundo y una minúscula población judía.
Un café de temática nazi en la ciudad de Bandung, donde los camareros usaban réplicas de los uniformes de las SS (las Schutzastaffel), causó furia en el exterior durante varios años hasta que, según informes, cerró sus puertas a comienzos de este año.
Fue llamado "Soldatenkaffe", llamado así por un restaurante en París que era popular entre los soldados nazis ocupantes. Retratos de Hitler y banderas nazis adornaban las paredes del restaurante indonesio.
El propietario del café, Henry Mulyana, insistió ante el Daily Mail que no era un neonazi y en su sitio web rezaba un mensaje que decía que exploraba a "Hitler y los nazis como cultura pop".
Incluso en el caso de DeMata, el propietario dijo a AP que no se estaban deshaciendo de la estatua debido a un sentimiento interiorizado de que era de mal gusto, pero debido a las protestas.
"Seguiremos el mejor consejo y la respuesta del público. Deja que la gente juzgue si el personaje es bueno o malo", remarca Warli.