El fabricante de juguetes Mattel ha anunciado sus planes para vender un dispositivo para escuchar y vigilar a los bebés. Además, registrará sus patrones de sueño e incluso hará sonar una canción de cuna si se despiertan.
Dicho de otra manera: escucha a escondidas a los niños.
Los escépticos se preguntan si el dispositivo, similar al Echo de Amazon con su asistente de voz Alexa, violará la privacidad de los niños y ampliará la tendencia a ceder el ámbito más personal de los humanos con la tecnología que habla y escucha.
"La industria de la tecnología infantil considera que el dormitorio infantil es un nicho donde se puede sacar un buen partido económico", subraya Jeff Chester, director ejecutivo del Centro para la Democracia Digital, un grupo político de Washington que aboga por la protección de la privacidad. "Pueden obtener todo tipo de información de perfil: si al niño le gusta ese tipo de comida, la música que suele escuchar … y esa información se podrá compartir con otros, incluidos los anunciantes", advierte.
El fabricante de juguetes anunció que Aristotle sería una "plataforma para mantener conectados a los niños en la habitación". El dispositivo incluye un altavoz, una cámara y unas luces. Está alimentado por procesadores de Qualcomm y utiliza un sistema de Microsoft para recopilar datos de la cuna y responder a las necesidades del bebé.
Aristotle puede programarse para emitir una canción de cuna, un ruido blanco o encender una luz nocturna para calmar a un bebé que se haya despertado para que vuelva a la cama. El monitor envía a la app los datos sobre los tiempos de sueño y los cambios de pañal y, con permiso, lo sube a la nube.
El dispositivo puede ayudar a comprar pañales, a reforzar los buenos modales en los niños (al exigir la palabra "por favor" en los comandos de voz) e incluso a ayudar a los niños a aprender un idioma extranjero, tal y como afirma la compañía a través de un comunicado difundido recientemente.
Aristotle iba a ser puesto a la venta en verano con un precio recomendado de USD 299. El producto, sin embargo, aún no ha aparecido en los motores de búsqueda del sitio web de compras de Mattel y la compañía no ha dicho cuándo estará disponible o si su lanzamiento se ha retrasado.
Alex Clark, portavoz de Mattel, señaló a través de un correo electrónico que la empresa está "comprometida a garantizar que cada producto que fabricamos cumpla o supere todas las leyes y normativas aplicables, incluidos los productos conectados destinados al uso de los niños".
Clark recuerda que Aristotle no fue diseñado para almacenar o grabar video o audio. En ese sentido, insiste en que ningún tercero tendrá acceso a ninguna información de identificación personal y que cualquier información compartida es completamente anónima y completamente encriptada.
La tendencia del mercado hacia la puesta en marcha de las "maquinas parlantes y de escucha" se está acelerando. Amazon, que se prepara para la competencia de Apple y Google en la carrera para equipar los hogares con dispositivos inteligentes, presentó hace unos días una serie de aparatos dirigidos al consumidor, entre ellos un centro de datos para casas digitales.
Mattel, por su parte, está invirtiendo en juguetes que se puedan conectar a Internet.
"Los productos Alexa y Echo, de Amazon, nos han preparado para decir que esto está bien", asegura Sherry Turkle, profesora del Insituto de Tecnología de Massachusetts.
En el Congreso de Estados Unidos, dos legisladores enviaron una carta a Mattel para pedirle más detalles sobre cómo Aristotle reunirá y almacenará esa información.
"Parece que nunca antes un dispositivo tenía la capacidad de examinar de forma tan íntima la vida de un niño", escribieron el senador Ed Markey, demócrata de Massachusetts, y el representante republicano de Texas, Joe Barton.
"Los consumidores deben saber cómo funcionará este producto y qué medidas tomará Mattel para proteger la privacidad de las familias y sus datos", agregaron los legisladores.
Mattel está "revisando cuidadosamente" la carta, dijo Clark, portavoz de la compañía.
Durante el anuncio del producto, el fabricante de juguetes con sede en El Segundo (California), prestó "especial atención" a la ley federal que requiere que los sitios web y las aplicaciones dirigidas a los niños obtengan el consentimiento de los padres para recopilar y utilizar información personal de los niños.
Sin embargo, Chester, del Centro para la Democracia Digital, apunta que la ley no protege a los niños una vez que los padres han dado permiso.
La directora ejecutiva de Mattel, Margo Georgiadis, que llegó de Google a principios de 2017, ha presentado un proyecto empresarial que da más énfasis a los dispositivos conectados a Internet que a los juguetes tradicionales.