Una revista médica británica publicó un estudio que parecía confirmar lo que los ciclistas más dedicados habían sospechado desde hacía mucho tiempo: ir en dos ruedas es realmente bueno para la salud.
En comparación con el hecho de manejar o tomar el transporte público, andar en bicicleta al trabajo se asocia con un riesgo sustancialmente menor de enfermedad cardíaca y cáncer (e incluso la muerte prematura por todas esas causas). Los beneficios para la salud son incluso mejores que caminar, según indica la misma investigación.
Eso no quiere decir que el ciclismo no viene con riesgos. Sin la cubierta protectora de acero que tiene un automóvil, los ciclistas son más vulnerables a recibir golpes por parte de conductores distraídos o por el doored (término en inglés cuando alguien golpea a una bicicleta al salir de un vehículo estacionado y, sin notar su presencia, abre la puerta repentinamente).
Aunque el ciclismo se está convirtiendo en una forma cada vez más popular de desplazarse, el número de ciclistas heridos por accidentes en el que se veían implicados vehículos motorizados disminuyó un diez por ciento en todo el país entre 2014 y 2015, según los datos más recientes del Departamento de Transporte de Estados Unidos. En 2015, 818 ciclistas estadounidenses murieron en accidentes con vehículos motorizados, lo que representa el 2 por ciento de todas las muertes por accidentes de tráfico.
Las peores ciudades son Albuquerque, con nueve muertes por cada millón de habitantes. Tucson, con 7.5 muertes. Las Vegas con seis y Phoenix con cinco. En el Distrito de Columbia se registraron cerca de 1.5 muertes de ciclistas por cada millón de habitantes, casi lo mismo que en Nueva York.. Eso hace que la capital de este país (donde los funcionarios municipales han presionado para mejorar la infraestructura dirigida a los ciclistas) sea una de las ciudades más seguras para ir en este vehículo de dos ruedas.
Pero ¿qué pasa con los efectos en la salud de los que van en bicicleta por las calles de la ciudad llenas de gases inhalando mucho aire contaminado procedente de los autos, autobuses y camiones?
Un estudio de 2016 publicado en Medicina Preventiva sugiere que en las zonas más contaminadas del mundo, hacer ciclismo es mucho tiene un índice más beneficioso que la tasa de lesiones e inhalaciones perjudiciales, lo que podría dañar los pulmones y aumentar el riesgo de enfermedades respiratorias e, incluso, cáncer de pulmón.
En 2010, los investigadores encontraron que las lesiones pueden restar de cinco a nueve días de vida al ciclista adulto promedio mientras que la contaminación puede quitar de uno a cuarenta días. Sin embargo, los beneficios del ciclismo pueden agregar de tres a 14 meses a la vida de un ciclista regular.
"Los beneficios de realizar esta actividad física superan con creces los problemas de la contaminación atmosférica y el riesgo de accidentes", apuntó Hanna Boogaard, epidemióloga del Instituto de Efectos de Salud, una entidad sin fines de lucro, que trabajó en el estudio de 2010.
"Sin embargo, como ciclista, si desea reducir la exposición a la contaminación atmosférica y el riesgo de accidentes, recomendamos evitar las carreteras ocupadas y tomar los caminos más pequeños y menos transitados, incluso si eso supone prolongar el tiempo de viaje", apuntó en ese sentido.
El hecho de que el análisis costo-beneficio favorezca al ciclismo tiene bastante sentido para Brian Flanagan, que hace unos 38 kilómetros entre su casa de Haymarket (Virginia) y su oficina en Chantilly (Virginia) durante un trayecto de una hora y media. Él ha notado los efectos no solo en su bienestar físico, sino también en su estado mental y emocional.
"Estoy mucho más emocionado y preparado para empezar el día, en vez de estar sentado en el tráfico durante una hora", comenta Flanagan. "Cuando vuelvo a casa suelo ir un poco más lento y más relajado y estoy de mejor humor para pasar un rato con mis hijos", puntualiza.
Pero no es necesario que hagas 80 kilómetros al día para darte cuenta de los beneficios de moverte en este tipo de vehículos. Tampoco tienes que ser rico. Solo tienes que cambiar tu rutina (aunque también sería bueno que tuvieras un vestidor en el trabajo).
La proporción de estadounidenses que van en bicicleta al trabajo se cuadriplicó de 2000 a 2015, de aproximadamente de un uno por ciento a más del cuatro por ciento, según los últimos datos del censo.