El cofundador de Google, Sergey Brin, gasta más de USD 100 millones en la construcción de la aeronave más grande del mundo. Es un dirigible de estructura rígida diseñado para distribuir suministros que servirá a proyectos humanitarios de todo el mundo y transportar a familiares y amigos del empresario, según informa The Guardian.
El proyecto es el último ejemplo de cómo Silicon Valley intenta cambiar el transporte de recursos y personas. Para otros solo destaca la tendencia de los millonarios de la tecnología por darle vida a sus proyectos bajo aspiraciones en apariencia virtuosas.
En las redes sociales algunas personas se aprovechan del aparente doble propósito del dirigible. Por un lado, es un amable transportador que lleva comida a las comunidades remotas y oprimidas, y por otro es un lujoso "yate aéreo" que traslada a un multimillonario y a su allegados más íntimos hasta los lugares exóticos.
El buque se construye en el Centro de Investigación Ames de la NASA en Mountain View, California. Aunque no se conoce su carga útil, cuando se concluya se convertirá en la aeronave más grande del mundo con unos 650 pies de largo. Bloomberg informó a principios de este año sobre los planes del dirigible que financia Brin.
Los expertos aseguran que el uso de estas naves evitaría la congestión y los costos vinculados al transporte de carga que circula por carreteras, ferrocarriles y aeropuertos. Pero este tipo de globo más ligero que el aire presenta sus propios desafíos, como la necesidad de estabilizar la nave mediante la compensación del peso que se transporta una vez que se libera la carga. El dirigible de Brin utilizará una serie de tanques internos para estabilizar el vuelo.
Según Bloomberg, Sergey Brin comenzó los planes para construir el dirigible hace unos tres años. Su fascinación por estos objetos se produjo tras sus visitas al Centro de Investigación Ames, próximo a la sede de Alphabet, la empresa matriz de Google. En algún momento Ames albergó la aeronave de la marina USS Macon, que en la década de 1930 fue el avión más grande de su tiempo con una extensión de 238 metros (784 pies).
En el pasado se han criticado otras novedades caritativas de Silicon Valley, como la iniciativa internet.org de Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, que pretendía acercar internet a miles de millones de personas desconectadas. Con motivos altruistas pero lucrativas perspectivas de negocio, algunos ven las iniciativas de Zuckerberg más como una forma de imperialismo de alta tecnología que como un proyecto generoso.
Aunque no se sabe si el dirigible de Sergey Brin tendrá uso comercial, ya el CEO de Alphabet, Larry Page, se ha interesado en este tipo de transporte innovador. page, también co-fundador de Google, ha respaldado dos nuevas empresas de autos voladores, Kitty Hawk y Zee.Aero. El Kitty Hawk Flyer, el avión eléctrico personal que aterriza sobre el agua, estará disponible para su compra a finales de este año.